La directora de Aderid, Analía Campana, trazó un alentador resumen de la iniciativa conjunta que derivó en la venta de canastas navideñas.
«La idea nació allá por septiembre cuando arrancamos con Michelle, que es una villeguense que vende productos de gente de mujeres de Chaco, que tienen que ver con la cestería y la hoja de palma. Vino a contarme, ya que es parte de una de las familias fundadoras de Aderid y trabajó para una ONG en el Impenetrable, y a proponernos armar canastas navideñas y hacer una alianza entre Viento Norte y Aderid», explicó.
Aderid es una Asociación Civil sin fines de lucro que, desde General Villegas y hace 26 años, trabaja en el desarrollo, rehabilitación e integración de personas con discapacidad. Su propósito es mejorar la calidad de vida y la inclusión real de sus pacientes en sus entornos. Ellos tuvieron a cargo producir todo el contenido de la canasta.
Viento Norte es un proyecto que busca revalorizar el trabajo artesanal de mujeres Qom de la provincia de Chaco mediante la comercialización de objetos hechos a partir de la hoja de palma, y fue el encargado de proveer el canasto.
«De esa charla con Michelle surgió la idea de hacer las canastas navideñas. Empezamos a trabajar y al 10 de noviembre, que cerramos toda la venta, habíamos vendido 140 canastas. Tenemos que agradecer a un montón de gente que nos donó la materia prima, y hoy estamos terminando de concretar la entrega de esas canastas navideñas, que ofrecían distintas opciones, incluyendo vino, budín, pan dulce, garrapiñada, lentejas navideñas y regalo sorpresa, entre otros productos», explicó.
«Había que hacer 140 pan dulce y 140 budines. Una persona nos enseñó la receta de los panes dulces, Marello Hogar nos prestó un horno para poder cocinar de manera más masiva, otra persona nos regaló una amasadora para que tengamos dos máquinas y poder trabajar con más rapidez, así que creo que lo que se pone en valor es que Adherid pidió colaboración, y estuvo. En medio de eso también tenemos el inicio de una cooperativa donde van a trabajar personas con discapacidad en sublimado, y en todo lo que tenga que ver con impresión de logos. También una mujer nos donó unas bolsas de lienzo, los chicos le hicieron el logo de la empresa, y hoy se están llevando unos hermosos regalos empresariales para celebrar la Navidad y el Año Nuevo», evaluó.
Por su parte Viento Norte también se vio favorecido y tuvo que contratar más mujeres para poder hacer el trabajo, porque no les alcanzaba la cantidad que tenían. «Estas mujeres viven en condiciones muy complejas, de mucha humildad, y con lo que se les iba pagando de las canastas pudieron empezar a arreglar sus casas. El trabajo que hacen esas mujeres es impecable, sumamente prolijo. Por otro lado, que se puedan concentrar en su trabajo, desde la impresión de un logo en una bolsa de lienzo preciosa, que es reutilizable y no contamina el ambiente, a los que hicieron los budines, las mujeres que vinieron a colaborar para poder llegar en tiempo y forma, la fábrica de Bunge que nos donó la manteca, el molino de Piedritas que nos donó la harina, la gente de Goyenechea que nos hizo precio en los vinos y pudimos ponerlos con una etiqueta divina de ambas instituciones, de Viento Norte y de Adherid… todo muy positivo», exclamó Campana.
Feliz por la respuesta obtenida, resaltó que «todo es beneficioso para que ellos aprendan a trabajar, a respetar una secuencia de trabajo, porque eso les va a permitir en el día de mañana trabajar en otro lado. Ojalá eso se consiga y con el tiempo cada vez haya más personas con discapacidad en empresas de Villegas, en negocios que les permitan tener su propio sueldo y ganarse la vida como la ganamos todos.»