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viernes, junio 27, 2025
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La Parroquia, más que satisfecha con la venta de la bandeja de asado y chorizos

La iniciativa se desarrolló este sábado al mediodía. La bandeja se retiró por la Parroquia, en Pringles y Moreno, dejando buenas sensaciones en los organizadores.

La Parroquia «Nuestra Señora del Carmen» cierra un año excepcional, donde recibió el apoyo de la comunidad y trabajó de forma ardua día a día para seguir creciendo cada vez más, consolidándose como una de las instituciones que más aportó desde lo social y, lógicamente, desde lo espiritual.

En este sentido, la Parroquia concluyó un año que dejó buenas sensaciones, con una venta de una bandeja de asado y chorizos. Una propuesta que recibió el visto bueno de la comunidad, en vísperas a las fiestas de Navidad y Año Nuevo, con un mensaje más profundo que una simple iniciativa, enfatizando en la religión.

La oferta se llevó a cabo el pasado sábado, en la sede de la Parroquia, ubicada en Pringles y Moreno de General Villegas. La actividad comenzó a las 12 horas, con los organizadores prendiendo el fuego, cocinando a pulmón por la institución, trasladando la carne a las bandejas y, luego, recibiendo a todos los compradores.

El valor de la bandeja fue de $10.000, y contó con cupos limitados de acuerdo a la cantidad de personas que reservaron con anticipación, al 3388-440763. Forma parte de la despedida de año, al menos desde la parte social, para la Comisión de Apoyo de la Parroquia «Nuestra Señora del Carmen».

El profundo significado de las fiestas para la Parroquia

La Navidad y el Año Nuevo son momentos de gran significancia en la tradición católica, representando no solo un cambio de fecha, sino una oportunidad para la reflexión espiritual y el fortalecimiento de la comunidad. Estas festividades, que se celebran con alegría y fervor, tienen un profundo significado que va más allá de las reuniones familiares y los intercambios de regalos.

La Navidad conmemora el nacimiento de Jesucristo, el Salvador. Para los católicos, este evento no solo marca un momento histórico, sino que simboliza la encarnación del amor divino en el mundo. Las parroquias se convierten en el centro de estas celebraciones. A través de himnos, oraciones y la representación del Pesebre, los creyentes son invitados a recordar el mensaje de esperanza y redención que Jesús trae a la humanidad.

Además, la Navidad es un tiempo de introspección y reconciliación. Las parroquias organizan actividades que fomentan el acercamiento entre las personas, promoviendo actos de caridad y servicio a los más necesitados. En este sentido, la celebración de la Navidad se convierte en un llamado a la acción, invitando a los fieles a vivir los valores cristianos en su día a día.

El Año Nuevo, por su parte, se presenta como una oportunidad para el nuevo comienzo. Las parroquias celebran misas de acción de gracias, donde los fieles pueden reflexionar sobre el año que concluye y presentar sus intenciones para el año venidero. Es un momento propicio para la renovación de la fe y la búsqueda de una vida más plena y alineada con los principios del Evangelio. Las oraciones comunitarias invitan a la esperanza y al compromiso de vivir una vida más justa y solidaria.

Así, la Navidad y el Año Nuevo se convierten en momentos sagrados para la comunidad católica, donde se entrelazan las tradiciones, la espiritualidad y el sentido de pertenencia. A través de la celebración conjunta, los católicos renuevan su compromiso con la fe y se preparan para enfrentar los desafíos del nuevo año con el corazón lleno de amor y gratitud.