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sábado, enero 18, 2025
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Sofía Mackay, una joven que busca dejar huella / Por Florencia Bron *

Sofía Mackay tiene apenas 30 años de edad. Como muchos villeguenses, una vez que terminó el secundario dejó su ciudad natal para estudiar y, luego de recibida, fue adquiriendo experiencia fuera del suelo que la vio nacer. Hasta ahora, que regresó con un proyecto de vida que la hace volver a radicarse en General Villegas aunque, de mente abierta, no descarta que en un futuro existan otras posibilidades para su vida.

En pareja, pensando también en formar una familia, Sofía se va instalando de a poco, mientras va pisando cada vez más fuerte en el ámbito de la política, por su relación con el gobierno de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, por las acciones -en su mayoría silenciosas- que va llevando a cabo en nuestra ciudad, y porque reconoce que es algo que le corre por la sangre y no puede evitar, aunque por momentos ponga el acento en otros aspectos.

Es que le gusta disfrutar la vida, tan básico y tan complejo en los tiempos que corren. Familia y amigos son una parte primordial para Sofía. Y el deporte, fundamentalmente el atletismo, que en el último tiempo le ha hecho ganar primeros puestos, poniéndose al nivel de atletas reconocidas. Aunque su objetivo, dice, es «desconectar» de lo diario y llegar a otros años con un cuerpo sano.

Se describe sencilla, se emociona cuando habla de su abuela «Pichona» y de los que están cerca para acompañarla y apoyarla en cada desafío que enfrenta. ¿Con miedo a equivocarse? Claro que sí. Es más, reconoce haberse equivocado. Pero es que, en definitiva, es parte del camino.

En pareja con otro villeguense, Facundo Ríos, ambos construyen un hogar propio y, si bien no se imagina para nada como ama de casa, sí como mamá en un futuro ni tan cercano ni tan lejano. ¿Familia o política?, porque todo no se puede, ¿o sí?.

Los invitamos a conocer a Sofía, hija de Walter Mackay y Mariela Mengoni, un poco más íntima de lo que vemos a través de la información política y deportiva.

Sofía Mackay: perfil. ¿Qué datos incluirías?

Sin intenciones de ser egocéntrica -es difícil hablar de uno mismo-, puedo decir que soy amiguera, familiera, atleta amateur, una militante del peronismo, trabajadora social y una convencida de que se puede trabajar e insistir en que las cosas se pueden hacer distintas.

Una definición de tu presente.

Un presente movido, lleno de cambios que me ponen muy contenta, que me costaron mucho a nivel personal, pero con entusiasmo y con muchas ganas para enfrentar todo lo que se viene, que tiene que ver con esta nueva vida en la que no voy a estar yendo y viniendo de La Plata a Villegas, sino que voy a estar acá, viviendo en Villegas, al ladito de Actualidad. Siempre dije que mi vida era al lado de una radio, me crié al lado de una y ahora construyo mi vida adulta al lado de otra, al lado de ustedes. Con eso tiene que ver mi presente.

Mirando atrás, este presente ¿es más, es menos, o es lo que esperabas?

Creo que es lo que esperaba. Nosotros con mi compañero, Facundo, hace mucho venimos construyendo de a poquito todo para poder volver a Villegas. Y bueno, parece que las cosas se dan cuando se tienen que dar y este es nuestro momento para volver a estar acá, compartir con nuestra familia, con nuestras amistades, con nuestros afectos, que es lo más importante que tenemos en nuestra vida.

Si te digo «política», ¿qué me decís?

La política es una parte importante de mi vida, la participación política me define también como persona. Hay una frase del Indio Solari que dice ‘lo mejor de nuestra piel es que no nos deja huir’. Yo creo que con la política me pasa un poco eso, a veces quiero huir y no puedo; no puedo porque hay algo que me llama, que me involucra, que me invita a participar, a intentar dejar una huella.

¿El deporte?

También, otra parte importantísima de mi vida. Con ‘Facu’ siempre decimos que el deporte es nuestro estilo de vida y por eso entrenamos todos los días. Yo cuando hago deporte soy feliz, no sé cómo explicarlo. A veces estoy nerviosa, triste, me cuesta, a veces no tengo ganas de ir a entrenar, pero me puse las zapatillas, encaré la primera cuadra y ya soy otra ‘Sofi’. Y mucho más cuando lo comparto con otros, con amigos, es un espacio de una Sofía distinta, que le pone el cuerpo a la situación. Entonces el deporte es algo que espero no soltar nunca, que lo hago desde muy chica. Yo empecé a correr a los 13 años de manera espontánea y es algo que sigo haciendo, siempre con distinta intensidad, con desafíos diferentes, pero creo que el deporte es algo que todos tenemos que experimentar, porque te hace bien al cuerpo y al alma, te hace sentir bien y hace que, a veces, saquemos muchas tensiones que tenemos adentro.

El atletismo, otra pasión que la hace feliz. Y se le nota

Con un presente, además, que te tiene ganando carreras en el atletismo.

Ay sí, increíble. Este año entrené mucho, en general los años que hay elección entreno menos y los que no hay elección entreno más. Voy poniendo mi libido en distintas pasiones, así que este año entrené un montón. Pude preparar una carrera de trail de 35 kilómetros que corrí en Brasil, l lado de Misiones. Fuimos en colectivo, estuvimos un día y medio para llegar y otro día y medio para volver; y tuvimos un día de carrera. Fue una aventura tremenda que nunca pensé que iba a poder hacer. Encontrarme con la oportunidad de poder afrontar esos desafíos, con el cuerpo disponible para eso (porque hay que correr 35 kilómetros en la selva, con la mochila cargada y poder llegar a una buena posición). Ahí llegué segunda, fue algo increíble para mí, para todo mi equipo. Y eso te da más energía y ganas de seguir. Después corrí los 21 kilómetros de Mar del Plata, que es una carrera muy conocida, de muchísimo nivel. Corrí con un compañero que me hizo el aguante. Yo lloraba de la emoción, porque cuando premiaron las categorías me tocó ser segunda, y la primera es la campeona nacional de media maratón. Entonces, poder sentir que al menos por un ratito estás ahí, en el mismo lugar, de igual a igual con otra corredora tan reconocida, fue emocionante. Yo lloraba, mi entrenador lloraba, fue un momento único. Después de esa carrera, vinimos al Maratón de los Barrios de Actualidad, también una carrera épica para todos los villeguenses. Creo que todos los que corrimos en Villegas soñamos con ganarla, que se nos de esa oportunidad, y me tocó. Este año me tocó a mí. Fue una carrera hermosa que compartí con Valeria Barreto, a quien respeto y quiero muchísimo. Nunca pensé que iba a poder disputarle un lugar o correrle de igual a igual, pero en esta se me dio, con mucha alegría, con toda mi familia, con mi padrastro que me acompañó, que me asistió con el agua, con mi hermana, que en la última carrera que había corrido era una bebé y hoy tiene 12 años. Esa carrera la voy a guardar para siempre en mi corazón, porque representa mucho, me emociona.

La familia…

Mi familia… Por un lado la que me tocó y, por otro lado, la que yo estoy construyendo con mi pareja, así que nos tiene como muy atareados la construcción de nuestro hogar, nuestros sueños, poniéndole mucha energía a eso. Y mi abuela, que tiene 88 años y tengo muchas ganas de acompañarla.

Los amigos…

Acá tengo mis amigos. «Mili» Vicentín y Agostina Soria son dos de mis amigas que están en Villegas, y para mí poder compartir esta etapa de mi vida tan cerca de ellas es algo único. Ahora la hija de «Agos» cumple cumple 15 años y para mí es muy importante poder ser parte de eso, poder acompañar y estar. Las ‘melli’ Goedelmann, Graciely Dutra Rocha, con quien hemos forjado una amistad hermosa compartiendo kilómetros juntas. Mi círculo más íntimo está en Villegas, por lo que también tenía muchas ganas de vivir acá.

Los amigos, divino tesoro. «Mi círculo más íntimo está en Villegas», dice

Una función de Sofía.

Yo creo que algo que hago es resolver problemas, creo que esa es mi mejor función: escuchar y resolver.

¿Cómo es un día de Sofía Mackay?

Distinto, yo odio la rutina. Viste que hay gente que trabaja de lunes a viernes en un lugar, y le sienta bien esto de ir en un horario. Yo necesito todos los días ir a un lugar distinto, o levantarme y decir: bueno, qué tengo que hacer hoy. Entonces, siempre me la rebusqué para tener más de un trabajo y que no sean de lunes a viernes o en un horario convencional, repetitivo. Ya venía con una rutina, un día ir al hospital que me tocaba ir a sala guardia, otro día ir a dar clases, otro día también trabajo para una fundación, otro participar de una jornada, ir a un plenario por la participación política, ir a entrenar. Intentar levantarme y pensar en qué momento del día le hado espacio a mi hora de entrenamiento y poder leer algo, que son las dos cosas que a mí me gustan. Todos los días trato de dejarme un lugarcito para leer, en eso consiste el día.

Un libro.

Uff, a mí me encantan, y acá ¡voy a vivir a dos cuadras de la Biblioteca! Las chicas son re amables y solo sale tres mil pesos ser socios y llevarse libros. Si tengo que decir uno, me gustó mucho el que se llama «El retrato de casada», de Maggie O’Farrell, que es la misma autora que escribió Hamnet, que es la vida del hijo de Shakespeare, con partes que son biográficas y que tienen que ver con la ficción. Esos libros son muy lindos. También me gusta mucho la autora estadounidense Deborah Eisenberg, sus libros «Taj Mahal» y «Relatos». Además, me gusta mucho la literatura latinoamericana, cómo escribe Samanta Schweblin. Todos sus libros son buenísimos. También puedo nombrar a Selva Almada, que tiene una escritura con un tono más rural.

¿Qué no le puede faltar a un momento de relax?

El mate.

¿Una película?

No soy tan ávida del cine, nunca me enganché mucho con el material audiovisual, ni fui de mirar televisión. Siempre me engancharon más los libros, me gusta más leer.

¿Una canción?

A mí me gustan Los Gardelitos, cualquiera de Los Gardelitos.

¿Tu persona favorita?

Mi abuela, «Pichona». Yo me enteré creo que a los 12 años que no se llamaba así. Se llama Elida Grosso, pero es conocida popularmente como «Pichona».

¿Cocinás?

No, no. Nada. Cocina «Facu». Es un genio, cocina muy bien, tuve mucha suerte yo.

¿Por qué te considerás una persona privilegiada?

Porque tuve suerte con las personas que llegaron a mi vida.

¿Qué ves en los demás? ¿Quién no podría ser parte de tu vida?

A mí a veces me dicen que soy un poco ingenua, porque a mí toda la gente en un primer momento me parece honesta, me cae bien, creo en sus buenas intenciones, hasta que me demuestra lo contrario. Pero a todas las personas les doy una oportunidad. Me gusta la gente sencilla, con gustos sencillos y con un trato amable con la vida.

¿Ama de casa y mamá? ¿Una más que la otra?

No, ama de casa no, soy pésima. Yo digo que es porque siempre viví con mi abuela que hizo todo. Me gusta mucho trabajar. Prefiero trabajar y poder costear eso. Soy una mujer de trabajar más en el espacio público que en el privado. Y mamá sí, me veo en un futuro, es parte de nuestro proyecto de vida, es uno de los deseos que tenemos y por lo cual también queremos estar acá, más cerca de nuestras familias, con otra red de cuidados. Cuidar un bebé en la ciudad, sin apoyo, es muy difícil. Nosotros acá los tenemos a todos, así que es un proyecto para el futuro. Ahora tengo que terminar mi tesis de Maestría, tengo algunas cosas antes, pero esperamos que más adelante se pueda dar, porque también de eso la vida dispone.

Sofía junto a Facundo, su pareja, el compañero de vida que eligió, con quien comparte proyectos de familia

Un talento o un hobby que no conozcamos de Sofía Mackay.

A mí me gustan mucho algunas. Entonces, creo que deportivamente solo soy buena para correr. Me encanta andar en bicicleta, por ejemplo, pero me cuesta moverla. La gente no puede creer que corro y no puedo mover la bicicleta bien. Laboralmente lo mismo, no me salen las cuentas pero puedo escribir un proyecto, puedo implementarlo, tengo otro montón de habilidades. Hay algunas con las que no se me da, así que creo que mis únicos talentos son los que ven, no hay más.

Axel Kicillof…

Axel es el futuro, estoy convencida que es la esperanza. Yo venía de participar políticamente en un espacio vecinal, lo que es la agrupación Pedro Satragno. En la elección pasada nos dimos cuenta que el vecinalismo está muy bueno, porque es todo como colectivo, que es lo que nosotros soñamos, pero te trae muchos problemas porque no tenés una terminal política, no tenés estructura para arriba. Eso te trae dificultades al momento de armar una lista, por ejemplo. No tenés a nadie que pelee por vos, al momento de gestionar algún recurso no tenés a quién llamar. Y también, ser parte de un armado político más grande me hace sentir, al menos a mí, que soy parte de un sueño más grande, de un más colectivo, de que el mundo no termina acá en Villegas, ni en lo que podamos construir nosotros. En función de eso empezamos a ver en qué espacio político del peronismo nos íbamos a encuadrar, y ahí es donde conocimos a la compañera Cristina Álvarez Rodríguez. Ella es la sobrina nieta de Evita, que es lo que le da su cercanía con Evita y las historias que cuenta son espectaculares. Ella es la jefa de asesores de la provincia de Buenos Aires, es una de las manos derechas de Axel, que llega al gobierno sin estructura política propia. Es un caso muy llamativo, porque él llega a ser gobernador sin músculo político propio, entonces lo que en ese momento se estaba empezando a armar, que se está armando ahora, es el músculo político de nuestro gobernador. A mí desde lo personal, y también desde lo colectivo, me convence la manera que tiene Axel de construir. Es un gobernador que gobierna para todos los bonaerenses, nosotros ya lo vimos acá. Él se sienta con Gilberto (Alegre), si tiene que traccionar cosas para Villegas las trae, no es un gobernador que solamente se sienta con los intendentes de su partido político. De eso podemos dar fe todos, él tiene esos gestos y a mí esa manera de hacer política me gusta. Creo que hay que romper con esa lógica tan de adentro y afuera de las organizaciones, estás de un lado o del otro. Nosotros podemos dialogar, conversar y también veo que Axel tiene un equipo de gobierno que trabaja, que gestiona, y con una perspectiva y un paradigma claros, que saben hacia dónde van y eso te da seguridad como militante. Saber que sos parte de algo más grande, que tiene claridad sobre cuál es el horizonte, para mí es algo de lo más significativo. Quizá el futuro me va a decir: Sofía te equivocaste. Pero para eso estamos en la vida, para equivocarnos, para tomar decisiones. Otra cosa de la que estoy convencida es de que los jóvenes tenemos que participar y disputar los espacios de poder. Yo desde mi lugar voy a seguir insistiendo en que es por ahí, en que es con la participación política, con la militancia, con la construcción de consensos, y Axel para mí representa todo eso.

Cristina Kirchner.

Cristina es Cristina, qué le vamos a decir. Una cosa es mi apreciación personal, mi amor personal; y otra cosa es la construcción política. Yo ahí intento a veces separar lo personal de lo político. Creo que Cristina ha hecho mucho, que como mujer en la política es de lo más significativo, porque a nosotras nos cuesta el doble. Ser mujer en la política no es fácil, porque te menosprecian, te ubican en un lugar del no saber. Ya históricamente nosotras llegamos más tarde a la participación política, entonces tenemos un recorrido distinto. Desde ese lugar Cristina merece todo mi reconocimiento. Y desde el de la construcción política ella ahora tiene un rol, que es conducir el PJ. Veremos qué pasa respecto a todo lo que se está disputando ahora, que me parece que es genuino y es algo que tiene que pasar en este momento.

Javier Milei.

Javier Milei está en las antípodas de mis ideales, de mis valores, de todo lo que soy. Ya su manera de vivir está en las antípodas de lo que quiero para mi vida y para mi familia, y demás. No tengo ganas de ser grosera, pero yo no creo que su propuesta de gobierno no nos lleva a buen puerto. Esto lo vamos a ir viendo en el correr de estos cuatro años. Creo que todo lo que él está implementando ya se hizo en el pasado, durante Menem mismo. Tuvimos el momento del uno a uno, la gente se fue a Disney -yo no conozco a ningún pariente mío que se haya ido a Disney-, pero cuentan que después de ese momento dorado vino una debacle muy dura que pagó todo el pueblo trabajador. Así que si Javier Milei va para un lado, nosotros vamos a ir para el otro.

Gilberto Alegre.

Gilberto a mí me sorprende a veces, porque él una semana va y se saca una foto abrazando a Axel; y la otra semana va a encuentros del PRO y se saca una foto con ellos. Lo respeto, me parece que es una persona que supo moverse, que supo leer al electorado. Me causa gracia porque él a veces habla con el tono de los libertarios y hace cosas de peronista. Tiene esa habilidad. Lo respeto profundamente. Sería bueno que él vaya formando otros cuadros en su espacio político, porque creo que nos merecemos una renovación en la participación política a nivel local. Hace muchos años que estamos viendo a las mismas personas. Y la renovación no merece ser únicamente de personas, sino además en la manera de hacer política. Creo que nuestra nueva generación viene a proponer algo distinto. Por eso me puso muy contenta que Santiago Urchipía sea el nuevo presidente del comité radical. Me parece algo hermoso que los radicales le hayan dado el lugar a una persona joven, comprometida, con ganas de hacer, de laburar, yo creo que va por ahí.

¿Un sueño por cumplir?

Mi sueño es poder asentarme bien acá, poder formar mi familia, seguir haciendo lo que me gusta. No más que eso.

Sofía Mackay ¿es la nueva Sol Fernández?

¿Sos la nueva Sol Fernández de Villegas?

No. Es algo que me dicen mucho. Me preguntan todo el tiempo si me peleé con Sol. La gente quiere guerra de mujeres. Sol es una compañera, yo tengo un vínculo personal y político con ella. Desde lo personal la admiro, la respeto un montón, la quiero mucho. Sol ha dejado todo por la construcción política, yo la vi trabajar, sé de su garra, de su energía, lo profesional que es. Estamos ahora con terminales políticas distintas. Ella pertenece a un espacio político que es La Cámpora, y yo pertenezco a otro, que es la Corriente Nacional de la Militancia, que responde directamente a nuestro gobernador Axel Kicillof. Espero que esta disputa que se está dando ahora no se confunda con lo que pasa acá, a nivel local. Yo siempre fui una defensora de la unidad, del trabajo en conjunto. Ojalá pueda hacer un cuarto de la construcción política que hizo Sol, que es un montón; y con eso todo mi espacio político va a estar muy agradecido.

Un deseo para 2025.

Tranquilidad, es lo que me vino a la mente. Poder estar tranquila. Que algunas cosas no me afecten. Yo participo políticamente, es algo de lo que estoy convencida, pero no es mi vida. Mi vida es mi familia. Entonces, cuando mi participación política empieza a afectarme mucho, veré si realmente es lo que quiero. A mí me convence saber que no lo hago sola, sino que tengo un montón de compañeros que han decidido dejar el lugar y acompañarme, porque están convencidos que es el momento de la renovación. A pesar de todo este escenario que viene, pido tranquilidad. Tal vez es un poco absurdo, pero es mi deseo.