Andrés Martani, miembro de comisión directiva del Club Atlético Villegas, trazó un balance muy positivo de la primera edición del Gordo de Villegas, que retomó una tradición existente y le sumó algunas otras disciplinas deportivas.
«Fueron muchos días de mucho trabajo, desgastantes. Armamos casi todo a contrarreloj, es la realidad. Trabajamos muy duro y pudimos, creo, hacer un evento acorde a lo que teníamos que hacer y a la expectativa que tenía la gente, no solo desde lo deportivo, sino también desde lo social, con mucha concurrencia», deslizó.
– El respaldo del público fue realmente importante.
Sí, la verdad que fue mucha gente, desde el primer día la gente apoyó. Había más de 5 o 6 mil personas cada día. La última noche fue la más impactante y por suerte después la gente se quedó también a disfrutar del show, que nos dio una ayuda para poder solventar los gastos del cierre. El balance es positivo y la idea es continuar mejorando. Tuvimos errores, como tiene todo el que hace, porque el que hace se equivoca. Obviamente, hubo errores que tenemos que mejorar y hubo aciertos que mantener.
– Un evento que empieza a las 18 horas, termina pasada la medianoche, durante seis jornadas, más el trabajo particular de cada uno de ustedes… debe ser agotador, ¿verdad?
Cuando terminás el evento decís, no lo hago más. Yo creo que hace tres años que vengo diciendo que no estoy, que no me llamen el año que viene, pero acá estamos de vuelta. Dormís pocas horas, no es que terminamos con el evento. Lo terminábamos a las 3 de la mañana y estábamos hasta las 5 acomodando todo. A las 8 de la mañana estábamos otra vez en la cancha haciendo el pedido de mercadería para que llegue todo, y esté todo listo de vuelta. Es una semana que dormís poco y nada, te cuesta. Yo miraba el teléfono, tengo una aplicación que me marcaba que caminaba 22 kilómetros por día dentro del predio. Y en mi día a día creo que camino 200 metros. Tuve una semana con dolores de piernas. Me digo: ¿qué me está pasando? Pero cuando miro el teléfono era la cantidad de kilómetros que había hecho por día. Te cansa pero es lindo, es gratificante.
– Imagino también conformes con la respuesta desde lo deportivo, con mucha participación de equipos de toda la zona.
Sí, muy contentos. Faltando 45 días para el comienzo mandamos un mensaje a todos los equipos que participaron del evento que se venía realizando años anteriores y todos nos dijeron que sí, no hubo ninguna objeción. Nos ayudaron mucho, tomamos muchas cosas que nos decían. También estuvo muy bueno que Actualidad transmitiera partidos todas las noches.
– Hablás de algunos errores a corregir, ¿cuáles serían?
Errores en la parte del fútbol, de cambiar algunas cosas que estaban en reglamento y por ahí en el armado rápido no nos dimos cuenta, pero sí al tener que aplicarlo. También el error del que se comenta, el tema de los fuegos artificiales del final, que no fue un error nuestro, pero sí lo asumimos, obviamente. Nosotros contratamos una empresa, como todos los años, porque siempre se tiraron fuegos artificiales que no hacen ruido. No sé bien el nombre específico, pero no lo que generaron estos fuegos artificiales. No sé qué pasó, por qué trajeron esos fuegos artificiales, pero no era lo que habíamos contratado. Son cosas de las que tenemos que tomar nota y hacernos cargo. Fue un error nuestro y trataremos que no suceda más.
– Un after todas las noches, mucha gente quedándose por ahí disfrutando de las noches de verano, y un cierre con La T y La M.
Sí, la verdad que un cierre muy bueno. Tuvimos after, como vos decís, todas las noches. Sufrimos roturas también, por ahí eso no se sabe. Todos ven que generamos dinero para el club, pero no se ve todo lo que nos pasa. Nos habíamos puesto una meta de sacar a los menores de las instalaciones con la seguridad, después de las 12 de la noche. Eso se cumplió. Pero esos menores, cuando los sacábamos, nos rompieron muchas luces afuera del estadio. O sea, sufrimos roturas bastante importantes.
Teníamos ganas ya el año pasado de cerrar de esta manera y no lo pudimos hacer. Así que nos debíamos eso y este año pudimos hacerlo, por suerte, y creo que coronó una semana de felicidad, de trabajo. Está bueno para darse un gustito a través de este tipo de bandas, más que nada para Villegas.
– Un párrafo para la gente que colabora para que esto salga bien y también la parte solidaria hacia la Escuela Especial y el Taller Protegido.
La gente que trabaja es un 10. Nosotros nos juntamos 10 días antes de arrancar el evento con cada integrante de su comisión, cada cabeza de grupo, y planteamos que necesitábamos gente para trabajar. No sabíamos cómo nos iba a responder la gente porque es desgastante, pero todos nos ayudaron mucho… en la cantina, en la limpieza también. Cada subcomisión tomó partida por algún puesto de trabajo y la verdad que fue bárbaro cómo se organizó todo.
También apostamos a la parte solidaria, en este caso con la gente de la Escuela Especial 501, que se pusieron a disposición y llevaron mucha gente a trabajar en las entradas. Ahora estamos terminando de cerrar los números para poder sacar el valor que vamos a donar, que obviamente va a ser importante y les va a venir muy bien a ellos como a cualquier institución. Con el club trabajamos mucho con la Escuela Especial. Ellos tienen un grupo de chicos que va cada 15 días a jugar al básquet, han visitado nuestra institución, o sea, siempre trabajamos codo a codo con ellos.
– Para cerrar, ¿qué dejó el Gordo de Villegas?
Dejó, primero, la unión que tenemos en el club, en todas las disciplinas, en la unión de trabajo. Dejó que la gente de Villegas necesita de estos eventos, creo, para poder salir de la realidad. Uno necesita estas cosas y no pensar siempre en lo negativo que tiene el día a día. Dejó que se necesitan estos eventos para que la gente, los chicos, disfruten, estén ahí adentro. Por suerte no tuvimos ningún altercado, tanto dentro de la cancha como fuera de la cancha, en el predio. Dejó el aprendizaje y el estar ahí en el evento, apoyando. Y dejó que se va a realizar una acción solidaria con todo lo que la gente aportó durante una semana.