La pediatra Paz Del Valle, una de las profesionales más reconocidas del medio, comunicó en un escrito dirigido a sus pacientes afiliados a OSDE de General Villegas y la región que desde febrero ya no será prestadora de esta entidad. «Por decisión unilateral de la obra social he sido dada de baja de la cartilla, acto que en mi humilde opinión califico de arbitrario e injusto», destacó.
La acondroplasia es una enfermedad genética que causa baja estatura y otros rasgos físicos distintivos. Es un tipo de displasia esquelética, que es un problema que afecta el crecimiento de los huesos y el cartílago.
Sobre los motivos a los que ha aludido la empresa Del Valle explicó que «son diferencias en la modalidad y normas de trabajo acordadas entre ambas partes. Se plantearon varios motivos para que esto suceda, entre los cuales mencionaron reiteración de consultas y prescripciones costosas. Una de estas prescripciones es un tratamiento farmacológico que he indicado para dos pacientes con discapacidad que pertenecen a esta obra social, que se utiliza en varios países del mundo para mejorar la calidad de vida de niños con Acondroplasia, es el único tratamiento aprobado por FDA, EMA y más recientemente por ANMAT; y desde la obra social intentaron en varias oportunidades que no lo prescriba. Un tratamiento que mis dos pacientes reciben hace un año y medio por disposición judicial con resultados favorables indiscutibles. Lamento que estos pacientes y tantos otros que atendía hace 12 años por la obra social OSDE se queden sin la cobertura de las consultas, con una relación médico paciente tan sólida y consolidada durante muchos años.»
Más adelanté recordó que estudió Medicina en la Universidad de Buenos Aires «donde me recibí con Diploma de Honor, realicé la residencia de Pediatría en el Hospital de Niños Pedro de Elizalde de la Ciudad de Buenos Aires durante 4 años, luego fui allí Jefa de Residentes y posteriormente Instructora de Residentes. Obtuve la certificación de pediatra por la Sociedad Argentina de Pediatría, la Academia Nacional de Medicina y el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, distrito VII. Desde hace 14 años trabajo como médica pediatra en General Villegas. Durante estos años he continuado capacitándome en forma permanente, con especial interés en temas de discapacidad y trastornos del desarrollo.»
«Al recibirme -continuó la doctora Del Valle- me comprometí a cumplir con el Juramento Hipocrático, que manifiesta entre otras cosas: “Prometo solemnemente: Velar ante todo por la salud y el bienestar de mis pacientes; no permitir que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mis pacientes; ejercer mi profesión con conciencia y dignidad, conforme a la buena práctica médica; compartir mis conocimientos médicos en beneficio del paciente y del avance de la salud y no emplear mis conocimientos médicos para violar los derechos humanos y las libertades ciudadanas, ni siquiera bajo amenaza.”
Por último, señaló que «buscar el bienestar de mis pacientes, ayudar a mejorar su calidad de vida, acompañar a las familias, seguirá siendo siempre mi bandera, el motivo por el que elijo desempeñar esta profesión todos los días. Deseo habitar un país donde los pacientes con discapacidad y sus familias tengan menos obstáculos y que la sociedad sea más empática con ellos. Deseo un país donde todos los profesionales de la salud tengamos salarios acordes al trabajo que realizamos, a los años de estudio, a la responsabilidad diaria, y que podamos ejercerlo libremente según nuestros saberes y convicciones, sin amenazas ni condicionamientos».