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domingo, enero 26, 2025
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Paz Del Valle dada de baja de la cartilla de OSDE: «Es injusto lo que pasó»

La médica pediatra Paz Del Valle habló con ACTUALIDAD sobre su descargo hecho público luego de que OSDE tomara la decisión de que, desde el mes de febrero, la profesional ya no será prestadora de esa prepaga. (Fuerte descargo de una médica villeguense por una decisión de OSDE)

«Mi principal facturación todos los meses era de OSDE, sin dudas. Más allá de que los pacientes pueden seguir yendo, por supuesto que para ellos implica un costo económico pagar una consulta, cuando la prepaga tiene un alto costo para las familias. Estamos en una situación económica difícil. Entonces, entiendo que muchos pacientes irán a otro pediatra, algo que también es difícil para las familias», sostuvo Del Valle.

«Creo que cuando uno tiene confianza con un pediatra, ésta es la especialidad más difícil de cambiar, porque uno confía lo más valioso que tiene, que son los hijos. A algunos pacientes los atiendo desde hace 12 años por la prepaga. Hace 14 que vivo en Villegas, y desde hace 12 trabajaba para OSDE. A un montón de mis pacientes los vi nacer», agregó.

En este contexto, «he recibido mensajes hermosos y emotivos de muchas familias que me transmiten esto, lo difícil de pensar en otro profesional después de todo lo que compartimos en cuatro paredes del consultorio, ver logros, llorar con ellos, acompañarlos. Tengo muchos pacientes con discapacidad que tienen una vida más difícil, ellos y las familias. Entonces, pensar en cambiar de médico, de pediatra, o en empezar a pagar las consultas, es un obstáculo más», sostuvo.

Para Del Valle, las prepagas «son empresas y priorizan siempre los intereses económicos. Pero son empresas de salud, no son constructoras o de otro rubro. Entonces la salud debería ser importante», teniendo en cuenta además que «reciben elevados aportes de sus afiliados» en este sentido.

«Es como un seguro que uno paga por si un día tiene un problema de salud. Ojalá nunca lo tuviéramos que usar, más que por algo preventivo, por controles, pero a todos nos pasan cosas a veces y en ese momento es cuando queremos que nuestras obras sociales respondan», agregó.

¿Desde OSDE te venían haciendo algún tipo de advertencia?

Nosotros en Villegas dependemos de Junín. Ellos tienen un análisis estadístico de todo, de los prestadores y de los afiliados. Por ejemplo, qué gasto genero yo como médica en consultas de pacientes mes a mes, y lo comparan con el resto de los pediatras. También en análisis de laboratorio, medicamentos, leches medicamentosas. Tienen un análisis estadístico de todo eso y durante todos estos años, cada tanto, me han llamado para mostrarme las veces que en sus indicadores yo me desviaba de la media. Por ejemplo, en esta última oportunidad que me citaron, me plantearon que mis pacientes van a verme un 11% más que el resto. Tasa de recitación le llaman. Yo les explicaba que el paciente va a consultorio porque tiene una inquietud y necesita una respuesta del médico. Uno no le puede decir: por qué volvés. Además, en una ciudad como ésta, donde no hay una guardia en privado y está solo la del Hospital, si bien muchos pacientes van, muchas veces me llaman y si puedo los veo. Entonces esas consultas, que en grandes ciudades los fines de semana o feriados irían a un sanatorio privado, acá las absorbemos en nuestros consultorios. También me han llamado en algún momento por el gasto que generan las leches medicamentosas, que son específicas para niños con determinada enfermedad y es algo que necesitan. Y después, como el mayor gasto para la prepaga, es una medicación que reciben dos niños que atiendo con acondroplasia, que se usa para mejorar su calidad de vida. Es una droga muy nueva que se empezó a usar en varios países del mundo antes que en Argentina, y que después de leer mucha bibliografía del tema, llamar con dudas al laboratorio, y reunirme con los padres para ver los pro y los contra de recibir este tratamiento, decido como médica recetárselos. Esto fue en el 2022. Las familias querían, además, que sus hijos iniciaran el tratamiento. OSDE rechaza esta indicación mía, entonces las familias, por separado, cada una con un abogado, judicializa el caso. En ese momento vienen de Junín a hablar conmigo para cuestionarme la indicación, para ver si yo estaba al tanto de que seguramente todo se judicializaría. Les dije que lo sabía y que si yo tuviera un hijo con acondroplasia, sin dudas querría ese tratamiento y darle la oportunidad de que tenga una vida mejor. Por eso me dedico a lo que me dedico, siempre voy a buscar el bienestar de mis pacientes sin mirar el costo de los remedios, ni de los estudios que pida, porque yo no estudié eso, yo no me dedico a eso. No depende de mí el valor de los remedios. El juez siempre ha ordenado la compra de la medicación. Ellos están hace un año y medio en tratamiento y ahora, antes de Navidad, se comunicaron desde OSDE con el doctor Amato, que es el actual presidente del Círculo Médico, para informarle que me iban a sacar de la cartilla. Después me lo notifican a mí por una reunión por Zoom, y por escrito dicen que lo hacen en base al artículo 16 del contrato, que dice que cualquiera de las dos partes puede prescindir de la otra sin causa alguna, sin justificación y sin derecho a que la otra parte reclame. Yo desconocía eso, y estimo que muchos profesionales se están enterando ahora.

¿Entonces de un momento a otro te pueden desafectar sin posibilidad de hacer nada?

Sí, lamentablemente esto también expone algo que yo no sabía: qué tipo de contratos tenemos los médicos. Es una sensación de que somos descartables, de que cuando a una obra social no le servimos por el motivo que sea, nos pueden sacar sin derecho a que reclamemos nada. Por eso en mi descargo hablo de sensación de desprotección. Y si lo hago público, con todo lo que me cuesta, es porque estoy convencida de que yo no hice nada que esté mal, yo no estafé a la obra social. Si hubiera hecho algo que esté mal no estaría acá y me callaría, pero no es así. Además esto le puede pasar a cualquiera, porque mañana un colega receta algo que es costoso y va a estar con miedo. De esto vivimos los médicos y pagamos una cuota en el Colegio de Médicos, donde tenemos abogados que nos defienden sólo ante juicios de mala praxis, y esto no es una mala praxis. Entonces, estamos desamparados desde todos lados.

¿Te da algún alivio el apoyo de la gente en medio de esta situación?

Sí, la verdad es que el apoyo de la gente superó lo que esperaba ampliamente. Me han escrito un montón de mensajes, mucha gente que ni sé quién es. Una mamá propuso un montón de estrategias en repudio a lo que pasó. Ella armó una carta para que la gente firme y la dejó en Polimed (Belgrano 607), que pueden firmar afiliados de OSDE o cualquiera. Está toda la comunidad invitada a hacerlo. La gente está como enojada, con sensación de injusticia. Yo a veces siento que soy una hormiga contra un elefante. OSDE es una empresa majestuosa que tiene un montón de abogados y médicos auditores atrás; y yo soy una simple pediatra en un pueblo. Es injusto lo que pasó, yo siempre voy a luchar por el bienestar de mis pacientes. Si yo no les hubiera hecho las recetas a esos niños, ellos tienen que buscarse un médico que no trabaje para obras sociales, que es lo que pasa hoy con alrededor de 60 niños en tratamiento en Argentina. La mayoría de las recetas se las han hecho médicos que no trabajan para ninguna obra social, porque hay muchas amenazas para que la medicación costosa no se prescriba. Entonces, muchos tienen miedo a quedarse sin trabajo, que es lo que me termina pasando a mí. Yo no lo dudé, es lo que tenía que hacer y querría que si un día mi hijo tiene una enfermedad grave pase lo mismo, que su médico se lo recete, no que tenga que estar buscando quién se anima. Estamos en una sociedad libre, en el año 2025, en democracia. Me parece inadmisible, no encuentro palabras.

¿Desde OSDE no se volvieron a comunicar con vos?

No se volvieron a comunicar conmigo. Y en esa reunión donde me informaron que ya no trabajaría para la obra social, también me dijeron que si yo renunciara a ser prestadora de la prepaga, quizás en un tiempo pueda pedir reincorporarme, pero si ellos me dejan afuera, como pasa, nunca más voy a volver a ser prestadora, a lo que respondí que de ninguna manera renunciaría. Lo haría si supiera que hice algo mal. Además, si renuncio no tengo derecho a ningún reclamo, así que yo no iba a renunciar.

Más allá de las aclaraciones que se hicieron en este sentido, ¿estás viendo cómo se podría resolver desde lo legal?

Voy paso a paso, porque para mí es una situación nueva, difícil. Yo lo que más quiero es estar en el consultorio trabajando y no estar pensando en tener un abogado. Hay algunas familias -de hecho ACONAR es una asociación civil que nuclea familias con acondroplasia-, que hicieron una presentación en las redes sociales, una nota de apoyo y de repudio por lo que había pasado. Ellos ya hicieron una denuncia, una presentación en la Superintendencia de Servicios de Salud, que es una entidad nacional que debería supervisar el funcionamiento de las obras sociales. Hay muchos pacientes que están empezando a hacer eso. Voy paso a paso, viendo qué respuesta hay acá. Ya hubo un montón de repercusión y después veré si hago algo desde lo legal, o no. Con ese artículo que mencioné es difícil. Son contratos abusivos, de ‘no me servís y te corro de la cartilla’.

Ya no podés atender pacientes de OSDE desde el 1° de febrero.

Claro. Todavía lo estoy haciendo, por una semana más. Pero desde el 1° de febrero ya no.

¿Qué sentís en medio de toda esta situación?

Siento tristeza, enojo, bronca, desprotección; y siento el acompañamiento de la gente, que es hermoso también y compensa un poco todo lo otro. No sé si voy a lograr algo con todo esto, pero si no lo decía estoy avalando lo que pasó y así como no dudé en escribirlo, hoy no dudo en que lo tengo que contar, porque esto no es justo y no deseo que le pase a ningún colega más, ni a ningún paciente que tenga una enfermedad o un diagnóstico que sea grave, necesite una medicación costosa y no la tenga, o que no se animen a recetársela. No es justo.