El Taller Protegido fue una de las instituciones locales que resultó beneficiada a través de la venta de entradas del espectáculo que cerró «El Gordo de Villegas», cuyos organizadores entregaron el dinero en las instalaciones de La Barra, donde también recibió su parte la Escuela Especial N° 501, la otra institución beneficiaria.
Analía Giménez, coordinadora del Área de Inclusión y Accesibilidad del municipio, a través de la que está a cargo del Taller Protegido, recordó que cuando los organizadores del Gordo «nos convocaron, obviamente primero lo hablé con el equipo con el que trabajamos siempre, que inmediatamente me dijeron que sí, así que nos organizamos para poder participar».
Giménez confió que antes de recibir el dinero de manera oficial, la institución ya tenía pensado en qué invertirlo. «Tenemos objetivos claros», dijo; y agregó que en primer lugar «lo vamos a destinar a la compra de un teléfono celular, ya que estamos tratando de activar las redes. Queremos que haya un número, además, para que se puedan hacer los encargos, entre otras cosas. Si bien tenemos un celular, ya tiene su tiempo y tenemos algunas dificultades para hacer videos, fotos y poder subir y mostrar todo lo que se hace en la institución. Eso en primera instancia. También pensamos en comprar alguna mesa bastante grande, para trabajar en la producción de bolsas de cartón. En esas dos cosas vamos a invertir el dinero».
Además de resultar beneficiario de parte de lo recaudado, el Taller Protegido, al igual que la Escuela Especial, trabajó en la venta de entradas para el espectáculo de cierre. «La verdad que fue una linda experiencia, porque trabajar en equipo siempre es mejor. Y estuvimos haciéndolo con la gente de la Escuela Especial, codo a codo», expresó.
Enero de producción tranquila, que se reactiva a toda máquina en febrero
La coordinadora comentó, por otro lado, que la institución está trabajando ahora «a media máquina, porque la mitad de los operarios se encuentran de vacaciones, como corresponde, con todo el trabajo que hacen en el año. Seguimos produciendo, el Taller Protegido no cierra, pero sí estamos con una producción más tranquila».
De todos modos, aclaró, «seguimos tomando pedidos. Ahora estamos coordinando para la venta callejera, que es la tradicional y no puede faltar. Y se sigue trabajando, aunque con el ritmo de enero. Ya después, en febrero, arrancamos todos, así que en ese momento se continúa con la producción al máximo. Ese mes vuelven todos, cada cual a su lugar, trabajando fuerte».
Además del Taller Protegido de General Villegas, Giménez también está a cargo, desde el área en la que trabaja, del Taller Protegido de Coronel Charlone y el Centro de Día de nuestra ciudad.
En Charlone «están como nosotros, con la mitad de los operarios, pero están trabajando muy bien y muy fuerte. Involucrándose cada vez más, de a poquito, en la comunidad, en salir más a la calle, mostrarse y participar activamente de distintas propuestas. Agradezco también a la comunidad, porque ambos Talleres tienen propuestas para hacer salidas. Ahora la institución del pueblo va a participar, por ejemplo, en los carnavales. Siempre las comisiones y las personas nos están buscando para colaborar», destacó.
La Escuela Especial derriba barreras
Franco Borda, director de la Escuela Especial N° 501, también había hablado con ACTUALIDAD por el aspecto solidario del Gordo de Villegas que tenía a la institución como destinataria.
«No es común que llamen para algo de estas características. Terminar el año con dinero, es importante. Lo consulté con la cooperadora y armamos equipos de trabajo, con turnos distintos», había manifestado previo a la entrega oficial.
Al mismo tiempo, contó que mantienen una relación cercana y permanente con el Club Atlético Villegas: «Siempre estuvieron a la par nuestro. Nuestra matrícula está muy cerca de esa institución, porque el club siempre tiene las puertas abiertas para nosotros; y nosotros para ellos»
Por entonces también anunció cuál será el destino que se le dará al dinero recibido. «Queremos derribar el paredón del frente de la institución, creado hace algunos años, que divide a la escuela de la calle. En su momento se hizo para cuidar a quienes estaban adentro del edificio. Hoy, la idea es derribarlo, para que vean lo que hay dentro. Es una inversión grande, porque además necesitamos colocar rejas. Es una movida grande que necesita la aprobación de Provincia, pero la idea es que podamos concretarlo en el 2025».
«Nuestro objetivo es desmitificar aquellas ideas que tenían algunos profesionales acerca de la enfermedad, aunque todavía hay mitos que persisten desde hace más de 50 años», sostuvo Borda en este sentido.
