La atleta villeguense sumó una nueva experiencia inolvidable a su largo recorrido deportivo: completó los 42 kilómetros de la Maratón de Madrid y, casi sin buscarlo, vivió un momento histórico y emotivo en Roma, al despedir al Papa Francisco junto a miles de fieles. «Fue un viaje muy especial», resumió en diálogo con Ovación.
Desde Vicente López, donde vive y entrena habitualmente, María Luz Santillán contó cómo fue la preparación para afrontar el desafío de correr una de las maratones más convocantes de Europa: «Era un objetivo que tenía desde hace meses, y lo venía planificando desde enero. La preparación fue gradual, adaptando los entrenamientos a la agenda laboral, pero siempre con un grupo que acompaña y un entrenador que te mantiene enfocada», destacó la villeguense. La carrera, que reunió a 45.000 corredores en total, tuvo a unas 10.000 personas participando en la distancia completa.
Pese a la exigencia física y mental que implica correr una maratón, la atleta confesó que esa distancia tiene algo especial: «Cada vez que cruzo la meta me emociono mucho, porque miro para atrás todo el camino recorrido. Es la más linda de todas, aunque no sea la más fácil», manifestó. También reconoció su gusto por las competencias en montaña, muy distintas pero igual de desafiantes.
Pero el viaje tuvo un componente emocional que trascendió lo deportivo. Pocos días antes de la maratón, María Luz estuvo en Roma y fue testigo del fallecimiento del Papa Francisco. «Nos tocaba visitar el Vaticano justo al día siguiente de enterarnos de su muerte. Pudimos entrar a la Basílica, hacer dos o tres horas de fila y estar en ese momento tan emotivo. Había mucho silencio, mucha gente rezando. Fue algo que no estaba en los planes y que volvió aún más especial el viaje», relató conmovida. Curiosamente, Santillán ya había presenciado el inicio del papado de Francisco en Brasil, y ahora, por esas casualidades del destino, también estuvo presente para despedirlo.
Hincha fanática de Boca, también hubo tiempo en la charla para hablar de fútbol. María Luz no ocultó su preocupación por el presente del equipo, pero remarcó su respaldo incondicional: «Venimos de meses difíciles, pero siempre apoyando. Espero que se pueda revertir. De chica viví una época gloriosa y no tengo dudas de que volveremos a pelear cosas importantes», comentó. Va a la cancha habitualmente con su cuñado y, sobre el futuro entrenador, se animó a dar su opinión: «Milito me gusta, pero lo importante es dejar trabajar a los técnicos. A veces no se les da tiempo».
Como cierre, Santillán adelantó que en diciembre planea estar nuevamente en Villegas para correr la tradicional Maratón de los Barrios, una cita infaltable para ella. Entre desafíos deportivos, emociones profundas y una pasión inquebrantable por el deporte y su club, María Luz reafirma su lugar como una representante destacada del deporte villeguense.