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sábado, junio 21, 2025
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Bunge: tensión por obras en espacios públicos sin consulta previa

Las recientes intervenciones urbanas en Bunge desataron un fuerte malestar entre vecinos del pueblo, especialmente por las obras que comenzaron a realizarse en la plazoleta de los Colonos y en el ingreso principal de la localidad. La polémica surgió tras la filtración de imágenes de un proyecto que, según exponen, no fue consensuado con la comunidad y modificaría de manera sustancial símbolos significativos para los habitantes del lugar.

Las primeras tensiones comenzaron tiempo atrás, cuando se impulsó la construcción de un gimnasio comunitario. Originalmente, ese proyecto se iba a desarrollar dentro del nuevo barrio Sumampa, en un terreno cedido por la cooperativa local. Sin embargo, desde el municipio tomaron la decisión de realizarlo en el galpón del ex ferrocarril. Pese a las diferencias, la obra avanzó allí.

Uno de los puntos que más molestia generó es que en la plazoleta de los Colonos, durante la gestión anterior, se había instalado una obra de mosaiquismo con motivo de los 40 años de democracia. La pieza –un colibrí y unas plumas volando– fue el resultado de un concurso de dibujos por alumnos del Instituto secundario San Juan Nepomuceno. Fue solicitado permiso al gobierno municipal para plasmarlo allí. Para ese momento, la profesora Claudia Clavijo se desempeñaba en esa institución como docente de artística, se consultó a sus autoridades la posibilidad de hacer una articulación con la EEE N° 502 y con alumnas de su taller municipal de mosaiquismo.

El portal, la Virgen y un diseño que divide aguas

La controversia se intensificó con la difusión de una imagen del nuevo diseño del portal de entrada a Bunge. El mismo reemplazaría la estructura actual por dos mojones: uno que identifique al pueblo y otro que contenga la ermita de la Virgen, separando elementos que hoy conviven en un mismo espacio.

Esa intervención también toca fibras sensibles. El portal había sido ideado por estudiantes hace varios años y posteriormente ampliado cuando, en el marco del centenario de Bunge, se instaló la imagen de la Virgen. La actual propuesta eliminaría esa continuidad, lo que despertó preocupación entre muchos vecinos, quienes sienten que se está alterando la memoria colectiva del lugar.

La palabra del municipio

Desde la Secretaría de Obras Públicas, la arquitecta Alejandra Matellán brindó una respuesta a las críticas. “Nos enteramos por las redes, pero acá en la Secretaría nadie se acercó de Bunge. La gente que está haciendo este tipo de reclamo no vino directamente. La encargada de la delegación tampoco recibió planteos formales. Recién ayer a la tarde empezaron a llegar los cuestionamientos”, explicó.

Matellán aseguró que no se está destruyendo ningún símbolo histórico. “No estamos haciendo nada tirando abajo lo que es parte de la historia. Simplemente tomamos un proyecto de una persona, un profesional de de Bunge. No es que estemos rompiendo con parte de la historia. Dentro de una comunidad hay muchas cosas que tienen historia y que son importantes. Este simple monolito lo que está marcando es un cambio, que es normal y muy actual en todo el mundo. La localidad de Bunge ha crecido, hoy hay otro tipo de movimiento, otro tipo de materiales.”

La funcionaria explicó que el proyecto pertenece a Leticia Pascual, vecina de Bunge, y que se trata de un “corredor biológico” con funciones recreativas, ambientales y simbólicas. “Se tomó la calle Bunge, que es la principal, y se empezó con una intervención en la plazoleta de los Colonos, que se abrió como un portal para dar esa sensación de crecimiento, de apertura y de incorporación. Detrás de la vía hicimos una pequeña intervención con plantas autóctonas, porque la idea también es empezar a trabajar con la flora del lugar, que tenga bajo mantenimiento porque es de la zona.”

Respecto a la Virgen, Matellán aseguró: “No se va a sacar del lugar. Se la va a dejar ahí, se la va a reubicar, pero va a ser parte de un paseo forestado. No estamos haciendo más que mejorar el ingreso a la localidad.”

Y agregó: “Si no se hubiese tenido una perspectiva de grandeza, por ejemplo el colegio secundario de Bunge hoy sería un granito dentro de la localidad. Sin embargo, es un edificio imponente frente a la plaza, que cubre todas las necesidades educativas del nivel secundario. Este trabajo también lo hablamos con la cooperativa, que estuvo totalmente de acuerdo. El municipio simplemente está haciendo la inversión y tomó el proyecto porque nos pareció interesante, para ir revalorizando todos los pueblos del partido.”

Participación limitada y enojo creciente

Otro de los puntos cuestionados es la falta de consulta previa. Desde distintos sectores se señala que hubo personas oriundas de Bunge que trabajan en el municipio y que participaron del diseño del proyecto, pero sin convocar a instancias abiertas de participación ciudadana. A raíz de ello, comenzaron a circular imágenes en redes sociales y grupos de WhatsApp, y la comunidad comenzó a organizarse para expresar su desacuerdo.

“Incluso si uno escucha lo que dijeron el Padre Cura y el presidente de la comisión en el último aniversario de Bunge, se habla de mirar hacia adelante, no quedarse con nostalgia del pasado. Todo este eje que se está generando tiene un significado, el mismo que algunos reclaman: crecimiento, comunidad que abraza, materiales actuales, flora. Se busca atraer y generar un eje de comunicación que marque el crecimiento de Bunge. Allá en el fondo, un portal que tiene todavía un infinito”, agregó Matellán.

Incluso se habría planteado una votación informal para determinar si la mayoría estaba o no de acuerdo con el proyecto, lo que evidencia el nivel de inquietud y necesidad de debate que generó la iniciativa.

Por el momento, las obras siguen su curso, pero crece la tensión en torno a cómo se definen las intervenciones urbanas en espacios públicos que forman parte de la identidad y el sentir de una comunidad. «La situación plantea una vez más el desafío de gobernar con diálogo y de respetar los símbolos y consensos construidos a lo largo del tiempo», argumentan desde el pueblo.