Tras años de inactividad, el histórico club del pequeño pueblo del partido de General Villegas inicia una nueva etapa gracias al impulso de vecinos y socios. Con nuevas autoridades y espíritu participativo, el objetivo es claro: reabrir sus puertas y devolverle al pueblo un espacio de encuentro, deporte e identidad.
Renace un emblema de Elordi. El club Defensores Unidos, ícono social y deportivo del pueblo, anunció oficialmente que vuelve a abrir sus puertas luego de un extenso período sin actividad. La iniciativa, motorizada por un grupo de vecinos y antiguos socios, apunta a recuperar un espacio fundamental para la vida comunitaria.
El anuncio se realizó a través de las redes sociales oficiales del club, donde se compartió un mensaje cargado de simbolismo y compromiso: “Sabemos todo lo que este club significa: un lugar de encuentro, de deporte, cultura e historia. Por eso nuestro objetivo es reabrir sus puertas, renovarlo y llenarlo de vida nuevamente. Queremos un club abierto, participativo, donde todas las voces cuenten”.
Con ese espíritu, ya se conformó una nueva comisión directiva que tendrá la responsabilidad de llevar adelante este renacimiento institucional. La presidencia estará a cargo de Roberto Orozco, acompañado por Fiamma Ibarra como vicepresidenta. Gilda Vieyra se desempeñará como secretaria, con Julieta Bramajo como prosecretaria. La tesorería estará en manos de Mario Benítez, y Minerva Cueva será la protesorera. Además, los vocales titulares serán Adolfo Moll, Fernando Narpe, Walter Ponce y Martín Orozco, mientras que los vocales suplentes serán Ramón Pereyra y Bernardo Giménez. Como revisores de cuentas actuarán Griselda Soria, Adriana Vieyra y Gabriela Chiquin.
Lejos de quedarse en lo simbólico, los integrantes de la flamante comisión y varios vecinos ya comenzaron con los trabajos de reacondicionamiento en las instalaciones del club, limpiando, reparando y planificando mejoras. Todo aquel que quiera sumarse al proyecto será bienvenido.
El regreso de Defensores Unidos de Elordi no solo marca la reapertura de un edificio. Es la recuperación de un lugar cargado de memoria colectiva, un símbolo del sentido de pertenencia que caracteriza a los pueblos. En tiempos donde muchas instituciones enfrentan el olvido, Elordi da un paso al frente para defender su identidad y volver a reunirse bajo el techo de su querido club.
