El villeguense lleva más de una década defendiendo los colores de San Martín en la Asociación de Hockey de Buenos Aires. Hoy es capitán del equipo y pieza clave en una campaña histórica, peleando mano a mano con los gigantes del hockey nacional.
San Martín se ubica entre los cinco mejores equipos del torneo de Primera División de la Asociación de Hockey de Buenos Aires, compartiendo protagonismo con instituciones como Ciudad, San Fernando o Banco Provincia. En ese contexto competitivo, el villeguense Guillermo Campana no solo se ha consolidado como uno de los referentes del equipo, sino que también porta la cinta de capitán, símbolo del liderazgo que forjó a lo largo de 13 temporadas en el club.
Campana se instaló en Buenos Aires en 2012, cuando dejó su General Villegas natal para comenzar sus estudios. Ese mismo año se sumó a San Martín, motivado por el camino ya trazado por sus hermanos. Lo que comenzó como un desembarco lleno de ilusión se transformó en una historia de pertenencia y compromiso, con logros como el ascenso inmediato en 2012 y siete años consecutivos en la elite.
«Desde que llegué me sentí parte del club. Me identifiqué rápido con los valores y con la manera de trabajar», relató en su paso por Ovación. Ese sentido de pertenencia fue clave para sostenerse en un ámbito tan exigente, en el que también tuvo pasos destacados por el seleccionado de Buenos Aires y entrenamientos con Los Leones, el combinado nacional.
Pese a su talento también en el fútbol, disciplina que practicó en su adolescencia, fue el hockey el deporte que terminó por definir su camino. «Tuve que elegir. Jugaba hockey los domingos y fútbol los sábados, pero el cuerpo no me daba más. Me terminé inclinando por el hockey, que me generaba un compromiso distinto», explicó.
Hoy, Campana forma parte de un San Martín competitivo como pocas veces. El equipo le ganó recientemente a San Fernando, líder del certamen, y empató un partido televisado ante Provincia. «Es sin dudas uno de los mejores equipos que me tocó integrar. Tenemos un plantel amplio, con jugadores preparados física y mentalmente, y muchos chicos que vienen con otra formación gracias a haber crecido jugando en la A», analizó.
Ser capitán, además, no es un detalle menor. «Es un orgullo. Trato de estar presente en todo, no solo dentro de la cancha. El rol es dar el ejemplo y pensar siempre en lo mejor para el equipo. Me tocó asumirlo cuando mi hermano, que era el capitán, se fue de viaje. Desde entonces, lo vivo con pasión», expresó.
Con una identidad forjada en La Lucila y una carrera desarrollada en la capital, Guillermo Campana representa la constancia y la evolución. San Martín lo tiene como faro dentro y fuera de la cancha, y Villegas sigue de cerca cada uno de sus pasos en el alto nivel del hockey argentino.