Un nuevo capítulo de “Herencia Viajera” trae esta semana una propuesta ideal para quienes buscan conectar con la naturaleza en su máximo esplendor: un viaje a la región de Península Valdés y Puerto Madryn, en plena temporada de avistaje de ballenas. Romina Domínguez, titular de la firma, brindó todos los detalles de esta travesía al corazón de la Patagonia argentina.
“Hoy nos vamos al sur, a visitar a las ballenas”, anticipó Romina. Y el entusiasmo se justifica: junio y julio son los meses ideales para observar a la majestuosa ballena franca austral, que puede medir hasta 16 metros de largo y pesar más de 40 toneladas. “Verlas moverse es hipnótico”, comentó, destacando la experiencia única que implica el avistaje, tanto desde la costa como en embarcaciones.
Un viaje de naturaleza, historia y fauna
Partiendo desde General Villegas, el trayecto hasta la zona de Puerto Madryn implica unos 1300 kilómetros, que pueden realizarse en auto o mediante traslados en avión, con logística completa a cargo de Herencia Viajera. El itinerario incluye Playa El Doradillo –a sólo 15 km de Madryn– y Puerto Pirámides, donde se pueden realizar salidas en barco para ver ballenas nadando junto a sus crías. Ambas propuestas garantizan una experiencia inolvidable en contacto directo con la fauna marina.
Pero el viaje no se agota en el avistaje de cetáceos. Como explicó Romina, en la zona también se puede visitar Punta Loma, una reserva natural con lobos marinos de un pelo y coloración particular, visibles durante todo el año. Otra alternativa –aunque no aplicable para esta época– es Punta Tombo, el hogar de la mayor colonia de pingüinos de Magallanes entre septiembre y abril.
Puerto Madryn y Puerto Pirámides: entre playas y caminatas
La región ofrece mucho más que fauna. Puerto Pirámides es un pequeño pueblo costero con playas ideales para caminatas, observación de aves y paisajes de ensueño. Puerto Madryn, en tanto, brinda una oferta cultural interesante con museos, circuitos históricos y propuestas recreativas para todos los gustos.
Además, quienes disfrutan de la pesca, del trekking o simplemente buscan un descanso reparador, encuentran en este destino alternativas personalizadas según sus intereses. Herencia Viajera ofrece paquetes flexibles donde los viajeros pueden sumar o quitar actividades, aunque el avistaje de ballenas y lobos marinos se mantiene como eje central de la propuesta.
El plus: gastronomía patagónica
Uno de los aspectos destacados del paquete –y que fue motivo de consulta reiterada desde el estudio– es la gastronomía. Herencia sumó como opcional una experiencia culinaria en un reconocido restaurante de Puerto Madryn, donde se puede degustar una trucha local que cosecha elogios. Para quienes prefieren carnes, el Cordero Patagónico –estrella de una de las fiestas más tradicionales de la zona– también está disponible.
“No tendría sentido ir hasta allá y pedir una milanesa”, bromeó Jorge durante la charla, lo que dio pie a Romina para confirmar que la experiencia gastronómica es un valor agregado que no pasa inadvertido para los viajeros.
Paquetes disponibles y oportunidades cercanas
Herencia Viajera ya tiene disponibles los paquetes para este destino, incluyendo hospedajes, traslados terrestres o aéreos, excursiones y opciones gastronómicas. “Estamos justo en época de avistaje y además se vienen dos fines de semana largos y las vacaciones de invierno”, recordó Romina, destacando que los precios son accesibles y existen facilidades de pago.
Quienes deseen más información pueden comunicarse al 3388-538273 o buscar a Herencia en redes sociales para coordinar su escapada al sur argentino.
Como cada semana, Herencia Viajera sigue acercando destinos que combinan belleza natural, historia y experiencias inolvidables. Y esta vez, el sur espera con sus gigantes del mar.