La entidad rural cuestionó la posible reinstauración de alícuotas previas a la baja de enero y advirtió que la medida es “regresiva y desacertada”. También instó a Javier Milei a sostener su compromiso con la eliminación.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) expresó este martes su “profunda preocupación” ante la inminente decisión del Gobierno Nacional de restituir los derechos de exportación a los niveles vigentes antes del Decreto 38/2025, lo que implicaría aumentos en las alícuotas aplicadas a productos clave del agro como la soja, el maíz, el girasol y el sorgo.
Según se informó, la soja pasaría del 26% actual al 33%, el maíz y el sorgo del 9,5% al 12%, y el girasol del 5,5% al 7%. Desde CARBAP consideraron que esta marcha atrás en la política de retenciones representa “una medida regresiva y desacertada” que profundiza el estancamiento del sector y debilita a una de las actividades que más aporta al empleo, las divisas y el desarrollo territorial.
En un comunicado, la entidad recordó que el sector agropecuario viene enfrentando una pérdida sostenida de competitividad, afectado por altos costos internos, presión impositiva, falta de infraestructura y dificultades para acceder al crédito productivo, lo cual ha provocado la salida de muchos productores del sistema.
Pese a reconocer los avances que se habían logrado en la reducción de las retenciones a algunas actividades, CARBAP remarcó que “los derechos de exportación son un tributo distorsivo” y recordó que el propio presidente Javier Milei los había calificado como “un robo”.
“Esa definición alimentó la esperanza de una eliminación definitiva de estos tributos”, señalaron desde la organización, al tiempo que reclamaron al Ejecutivo que honre sus promesas de campaña. “Instamos al Gobierno Nacional a trazar con urgencia un camino claro hacia la eliminación total de las retenciones”, añadieron.
Finalmente, CARBAP subrayó que el camino hacia el equilibrio fiscal “no puede depender de los DEX”, sino de más producción, inversión y confianza. “El campo está dispuesto a acompañar, pero necesita reglas claras, previsibilidad y menos carga fiscal”, concluyó el documento. (Infonoroeste)