El presidente del Comité Radical, Santiago Urchipía, repasó el complejo armado político de cara a las elecciones. Defendió la incorporación al Frente de Somos Buenos Aires y aseguró que su prioridad es “dejar al radicalismo lo mejor parado posible”.
El escenario político de General Villegas, como el del resto de la provincia de Buenos Aires, atraviesa un proceso de reconfiguración profunda. Con estructuras partidarias tradicionales debilitadas y un mapa de alianzas en permanente transformación, el radicalismo local adoptó una estrategia que busca sostener su identidad sin quedar fuera de la competencia electoral. Así lo explicó Santiago Urchipía, presidente del Comité de la Unión Cívica Radical, durante una entrevista radial en la que repasó el devenir reciente del espacio y justificó su participación en el Frente de Somos.
“Los partidos como los conocíamos ya no existen”
Urchipía comenzó reconociendo que “cuesta mucho entender la política en este momento”, tanto para los militantes como para la ciudadanía en general. “Los partidos como tradicionalmente los conocíamos –el peronismo, el radicalismo– ya no existen tal como eran. Hoy hay que evaluar las decisiones en función de lo posible, y eso no siempre coincide con lo deseado”, afirmó.
Como muestra, destacó que la histórica Lista 3 del radicalismo, “pintada y colorada”, se presentó en forma pura en apenas un distrito de los 135 que conforman la provincia: Castelli. “Esto no es casualidad, responde a una dinámica política que obliga a conformar frentes amplios para ser competitivos”, agregó.
Un mandato claro y una estrategia coherente
Urchipía relató que hace dos meses se convocó en el comité local a todos los sectores del radicalismo para definir una postura común. “El mandato fue claro: ni con el kirchnerismo ni con La Libertad Avanza. Esa decisión se replicó a nivel seccional y provincial, con un nivel de consenso muy alto”, explicó.
A partir de ese mandato, la UCR bonaerense decidió integrar el Frente de Somos Buenos Aires, una coalición heterogénea que incluye espacios como la Coalición Cívica, el GEN, sectores del peronismo no kirchnerista –como el que representa Juan Schiaretti– y figuras de origen radical como Facundo Manes.
“Ese frente fue impulsado por el radicalismo y es donde tenemos protagonismo. No es la Lista 3, pero es el mejor lugar posible para competir en las actuales condiciones”, sostuvo.
El giro de Alegre y el nuevo mapa local
La estrategia radical en General Villegas se venía desarrollando de manera ordenada, con la construcción de una lista propia en la que participaba Darío Valle, dirigente del PRO con antecedentes de trabajo conjunto. Sin embargo, todo cambió cuando el intendente Gilberto Alegre rompió con el espacio kirchnerista y se sumó al Frente de Somos.
“La incorporación de Alegre al frente alteró los equilibrios y redefinió el armado local. Y, como es habitual en política, el poder de la lapicera quedó en manos del intendente. En la mayoría de los distritos de la Cuarta Sección, la confección de listas está en manos de los jefes comunales, y Villegas no fue la excepción”, explicó Urchipía.
Ante ese nuevo escenario, el radicalismo local se vio impedido de armar una lista alternativa. “Hubiera implicado romper la orgánica del partido. Se barajaron opciones, incluso sellos como Potencia, pero no eran viables sin quebrar al radicalismo”, detalló.
“Mi responsabilidad es mejorar el escenario del radicalismo”
Urchipía justificó su actuación como presidente del comité local en función de los límites del nuevo contexto. “Lo mejor que podíamos hacer era negociar el mejor lugar posible dentro del frente. Mi responsabilidad es dejar al radicalismo lo mejor parado que se pueda”, enfatizó.
En ese sentido, confirmó que el partido apoyará la candidatura a concejal de Laura Sotelo, actual vicepresidenta del comité y funcionaria del área de niñez, y también respaldará la lista seccional que encabezará Miguel Fernández.
“Laura no es una improvisada, viene trabajando muy bien, tiene una sólida formación y participación activa en espacios de formación como La Reserva, que conducen dirigentes como Ariel Bordaisco y Maximiliano Abad”, subrayó.
La política en tiempos de confusión y alianzas cambiantes
El dirigente radical también reflexionó sobre el desconcierto que generan en la ciudadanía los permanentes cambios de alianzas. “La gente recuerda cuando quienes hoy están juntos eran rivales. Y no se equivoca en notar esas contradicciones. Pero vivimos en un tiempo político diferente. La historia es importante, pero el 7 de septiembre tenemos que competir”, remarcó.
“Una lista puramente radical sería deseable, pero no sería competitiva. Basta ver lo que pasó en la Ciudad de Buenos Aires, donde Evolución sacó apenas tres puntos. No se trata solo de mantener principios, sino de tener vocación de poder. Sin poder no se cambia nada”, añadió.
Apoyar sin romper: el equilibrio difícil
Urchipía destacó que, pese a las diferencias, el radicalismo local se mantuvo unido y dentro de la estructura partidaria. “No me fui con Talerico, aunque le tengo aprecio. Tampoco me fui con la Libertad Avanza ni con el kirchnerismo. Mi responsabilidad es con el partido, no con las simpatías personales”, afirmó.
Reconoció que estas decisiones pueden generar críticas internas, pero defendió su coherencia. “El mandato fue claro y se actuó en consecuencia. No estamos ni con los extremos. Hay cosas que nos exceden, pero actuamos con responsabilidad”, dijo.
Entre el estrés político y la responsabilidad institucional
En el cierre de la entrevista, Urchipía se mostró autocrítico respecto del estado de tensión que atraviesa la política local. “Es una semana de mucho estrés, de ansiedad. Un mínimo error te deja fuera de pista. Hay que tener la cabeza fría”, expresó.
Y concluyó con una cita bíblica, que dijo recordar en estos momentos: «hay que ser lentos para hablar y para enojarse, pero rápidos para pensar y perdonar.»