La bióloga marina villeguense Noelia Sánchez forma parte de una misión científica sin precedentes en el Mar Argentino. Se trata de la campaña Oasis Submarinos del Cañón de Mar del Plata: Talud Continental IV, una expedición liderada por el CONICET en colaboración con la Fundación Schmidt Ocean, que explora zonas abisales a 3900 metros de profundidad y 300 kilómetros de la costa bonaerense.
Lo más innovador: todo puede verse en vivo desde cualquier parte del mundo gracias a una transmisión por streaming que, en pocos días, captó la atención de miles de personas por sus impactantes imágenes submarinas.
La participación de Noelia Sánchez le da a esta ambiciosa iniciativa una conexión directa con General Villegas. Como integrante del equipo científico, su trabajo -junto al de técnicos y otros investigadores- permite documentar especies nunca antes vistas en esa región del Atlántico sudoccidental.
La travesía se realiza a bordo del buque de investigación Falkor (too), equipado con tecnología oceanográfica de última generación. El gran protagonista de la campaña es SuBastian, un vehículo operado remotamente (ROV, por sus siglas en inglés), capaz de sumergirse a grandes profundidades, capturar imágenes en ultra alta definición y recolectar muestras sin alterar el entorno.
El asombro de explorar otro mundo
“Contar con el ROV SuBastian es un lujo. Nos permite ver en directo lo que ocurre a casi 4000 metros de profundidad, con un mínimo impacto sobre los organismos. Es como si tuviéramos un submarino con ojos súper sensibles que baja por nosotros y nos muestra todo con lujo de detalles”, explicó Daniel Lauretta, investigador del CONICET y jefe científico de la misión.
Lauretta destacó que apenas iniciada la expedición ya se toparon con descubrimientos sorprendentes: animales que jamás se habían registrado en la zona, paisajes que parecen de otro mundo y comportamientos que desconciertan incluso a los expertos más experimentados. “Es como explorar otro planeta, pero debajo del agua. Y lo más emocionante es que en cada inmersión hay algo nuevo por descubrir”.
El equipo científico también estudia hábitats marinos vulnerables, biodiversidad bentónica (invertebrados y peces), reproducción y biogeografía de especies profundas, presencia de microplásticos y basura marina, dinámica de sedimentos y ADN ambiental.

Ciencia para todos
Una de las grandes novedades de esta misión es la posibilidad de seguirla en tiempo real. A través del canal de streaming del Schmidt Ocean Institute, miles de usuarios se conectan a diario para ver en vivo lo que ocurre en el fondo del mar. Durante la medianoche del miércoles, la transmisión del CONICET fue la más vista del país, con 18.600 personas online, superando incluso a canales tradicionales como Telefé.
“Que cualquier persona pueda conectarse desde su casa y ver en vivo lo que estamos viendo nosotros es una oportunidad única. La ciencia deja de ser algo lejano o inaccesible, y se vuelve parte del día a día”, subrayó Lauretta. También remarcó el valor educativo de esta experiencia, que exige explicar cada hallazgo de manera clara y didáctica, para que todos puedan comprenderlo y disfrutarlo.
En ese sentido, una de las metas de la campaña es producir material educativo para escuelas, museos y clubes de ciencia, además de generar modelos 3D de especies emblemáticas.
Una línea de investigación con historia
La actual campaña es la cuarta de una serie de investigaciones en la zona del Talud Continental iniciadas en 2012 y 2013 a bordo del buque oceanográfico Puerto Deseado. Aquellas primeras misiones permitieron describir decenas de nuevas especies y confirmar la gran diversidad presente en corales de aguas frías, moluscos, crustáceos y peces de profundidad.
“Todo allá abajo es extremo: la presión es altísima, hace mucho frío, y no hay luz. Pero además de los desafíos técnicos para llegar, grabar y tomar muestras, hay otro más grande todavía: entender lo que vemos”, concluyeron desde el CONICET.
La presencia de Noelia Sánchez en este ambicioso proyecto no solo destaca el rol de las científicas argentinas en la exploración del océano profundo, sino que también acerca a General Villegas a una experiencia única en el mundo: observar en tiempo real los secretos del fondo marino.