El entrenador de Atlético Villegas hizo un balance de su tercera temporada al frente del equipo. Reconoció que 2025 no fue el mejor año en cuanto a resultados, pero valoró el crecimiento de los juveniles, analizó el déficit goleador y palpitó el duelo con Eclipse.
Alejandro Russo atraviesa su tercera temporada como entrenador de Atlético Villegas, en un ciclo que ya acumula un campeonato (2023), un subcampeonato (2024) y la consolidación del club como uno de los animadores de la Liga de Fútbol de General Villegas. En diálogo con OVACIÓN, el DT hizo un repaso de la actualidad de la Academia, subrayó la importancia de los juveniles promovidos al plantel superior y habló sobre los desafíos que se vienen.
Balance con matices
«Si uno se pone a analizar, el saldo de estos dos años y medio es positivo», comenzó Russo, aunque admitió que en 2025 el equipo no logró sostenerse en la pelea por el título como en las temporadas anteriores. «En cuanto a los logros estamos en el debe, pero fortalecimos otras áreas, sobre todo con la aparición de muchos chicos del club», señaló.
Entre los nombres destacados mencionó a Thiago Bracciale, Juan Alarcón, Tomás Sánchez, Demian Romero y Juan Orosco, quienes ya suman varios partidos en primera división. «Lo más difícil es sostenerse. Ellos lo están logrando y le aportan mucho al plantel», valoró el entrenador, quien remarcó que ese proceso era un objetivo desde su llegada.
El déficit del gol
Uno de los puntos débiles del año para Atlético fue la falta de eficacia ofensiva. Russo no esquivó la autocrítica: «Es un llamado de atención que nuestro goleador sea Carlos Aballay, un defensor. Al principio del año tomamos decisiones que no fueron las mejores y no se dio lo que esperábamos», subrayó.
Alejandro también se refirió también al paso de Nicolás Miracco por el club. «Cuando apostamos por él sabíamos que nos podía dar gol. Pero las lesiones y distintas circunstancias no lo ayudaron. No es solo responsabilidad suya, fue un tema colectivo. En el Clausura mejoramos en el juego y en las situaciones creadas, pero nos faltó contundencia», sostuvo.
El empate con Ingeniero y lo que viene
Sobre el último empate sin goles frente a Ingeniero White, Russo se mostró conforme: «Me gustó el equipo en los 95 minutos. Supimos imponernos, jugar con inteligencia y no darle espacios a una delantera que tiene 41 goles en el torneo. Hicimos un partido serio, lo podríamos haber ganado», enfatizó.
De cara al futuro, el entrenador reconoció que las chances matemáticas en el Clausura son mínimas y que el foco está puesto en el último torneo del año: «La derrota en Cañada Seca prácticamente nos dejó afuera. Vamos a intentar sacar 9 de 9, pero sabemos que lo más importante es llegar bien al Reducido», expresó.
Los árbitros y el clásico
Consultado sobre la relación con los jueces, Russo defendió el diálogo como herramienta necesaria: «El árbitro no puede dirigir sin que nadie le hable. Obviamente con respeto, pero el diálogo tiene que estar. A veces hay soberbia de los dos lados, y con la adrenalina se generan cruces. Me expulsaron una sola vez en ocho torneos, creo que eso marca un estilo».
Por último, Alejandro puso la mira en el clásico con Eclipse, un partido que, más allá de la tabla, significa mucho para la institución: «Sabemos lo que representa. Es importante para los jugadores, para el hincha y para todos en el club. Tenemos que hacer un gran partido y tratar de imponernos, aunque sabemos que será difícil porque ellos también lo necesitan y vienen con una dupla técnica nueva que buscará un envión», concluyó.
