Alberto Larrañaga denunció además que existen $175.000 millones depositados en el Banco Nación correspondientes al Fideicomiso Hídrico, que no están siendo aplicados, mientras que el Plan Maestro no avanza.
La emergencia hídrica que atraviesa gran parte de la provincia de Buenos Aires llevó al Consejo Asesor de la Cuenca del Salado a convocar a una reunión de urgencia. Su presidente, Alberto Larrañaga, describió un escenario crítico en diálogo con Despertate por Cadena Nueve, Máxima 89.9 y Vision Plus TV: “Hay distritos con características dramáticas, en Nueve de Julio ya se contabilizan cerca de 200.000 hectáreas afectadas, y el Estado nacional y provincial deben intervenir de inmediato”.
El dirigente ruralista puso el foco en la paralización del Tramo 4.2 del Plan Maestro del Salado, entre la Ruta Nacional 205 y Ernestina, considerado estratégico para la continuidad de las canalizaciones. “Si no avanzamos en ese tramo, el resto de las obras quedarán detenidas, y terminar una obra prevista para 20 años podría llevar un siglo”, advirtió.
Larrañaga denunció además que existen $175.000 millones depositados en el Banco Nación correspondientes al Fideicomiso Hídrico, que no están siendo aplicados al destino original: “Las empresas contratistas tienen deudas impagas de entre 20.000 y 30.000 millones, y por eso frenaron los trabajos. No faltan recursos, falta voluntad política”.
En este sentido, valoró las gestiones de la intendente de Nueve de Julio, María José Gentile, quien en los últimos días se reunió con funcionarios provinciales y nacionales para exigir soluciones. “Agradecemos a la intendente por poner el tema en agenda. Es muy importante que los jefes comunales se sumen a este reclamo y lo eleven a las máximas instancias de gobierno”, sostuvo.
Consultado sobre la posibilidad de que Nación transfiera la responsabilidad de las obras a las provincias, Larrañaga fue tajante: “Esto es una megaobra de carácter federal, comparable al canal de Panamá. Ninguna provincia puede hacerse cargo sola. La Nación no puede desentenderse”.
Finalmente, pidió que el tema se incorpore de inmediato en la agenda política y electoral. “Cada inundación no solo destruye la producción y la vida de las comunidades, también golpea la recaudación fiscal. Hacer prevención y mitigación fortalece el equilibrio fiscal, no lo debilita. No podemos seguir padeciendo el silencio del Gobierno nacional. Se necesitan respuestas ya”, concluyó.