El director técnico de las selecciones nacionales repasó sus inicios en Tigre, su recorrido internacional y destacó el aporte de General Villegas y La Botera al desarrollo del canotaje. También habló del sistema federal de detección de talentos, del que forma parte el joven palista villeguense Francesco Guidi.
El canotaje argentino atraviesa un gran presente y buena parte de ese camino se explica por la continuidad de un proyecto sólido. Así lo destacó Diego Cánepa, director técnico de las selecciones nacionales, en su diálogo con OVACIÓN, donde repasó sus inicios en el deporte, su recorrido como entrenador y el valor del trabajo colectivo que sostiene a la disciplina en el país.
Criado en Tigre, Cánepa se vinculó al agua desde muy chico: «A los ocho años empecé en el Club Argentino del Canotaje, un club humilde pero con mucha tradición. Después pasé al Regatas Hispano Argentino, donde tuve la suerte de ser atleta olímpico. La relación con el río viene también por mi familia, mi papá era nadador de aguas abiertas y crecí viéndolo entrenar y competir», manifestó.
Tras su etapa como deportista, inició su carrera como entrenador en la selección argentina a comienzos de los 2000. Luego trabajó en Venezuela y Puerto Rico, donde también dejó huella con medallas y clasificaciones olímpicas. En 2011 regresó al país, convocado para encabezar un plan integral de desarrollo: «Sabía el potencial que tenía Argentina en el canotaje. Desde entonces, el proyecto se mantuvo y creció, pese a las dificultades. Lo clave fue darle continuidad en el tiempo», subrayó.
Esa línea de trabajo se traduce en resultados: en los últimos cuatro Juegos Panamericanos, Argentina se subió tres veces a lo más alto del podio por equipos. Pero Cánepa insiste en que detrás de las medallas hay un modelo: «Hoy todos ven los logros, pero no hay nada regalado. Cuando uno está arriba, parece que los rivales son débiles, pero eso es fruto del trabajo», sostuvo.
Uno de los pilares es la visión federal. A través de los Centros de Tecnificación y Formación (CTF), la Federación apunta a detectar y potenciar talentos en distintos puntos del país. «Nos interesa más el que está en el puesto 40 del ranking que el que gana, porque ese chico necesita apoyo. Con trabajo específico, muchos suben de nivel y logran insertarse en los equipos nacionales», explicó Cánepa.
En ese esquema aparece el nombre de Francesco Guidi, palista de General Villegas de apenas 14 años que ya vistió la celeste y blanca en el último Sudamericano en Asunción. «El caso de Francesco es uno de esos. Nos demuestra que el talento puede surgir en cualquier rincón del país», destacó Diego.
Cánepa también subrayó el rol de General Villegas y el Club La Botera en el desarrollo del canotaje nacional: «La Laguna y el trabajo de su gente nos han permitido realizar competencias de calidad y pruebas selectivas. Para nosotros es un centro muy importante, y estamos muy agradecidos con el aporte de la ciudad al canotaje argentino», concluyó.