La comunidad católica de General Villegas se prepara para una nueva edición de la peregrinación a pie a Luján, que tendrá lugar el primer fin de semana de octubre. La iniciativa, organizada desde la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, vuelve a reunir a fieles locales y de la región.
Rubén Salinas, uno de los coordinadores del grupo, explicó que la convocatoria fue muy amplia este año: “La verdad que casi ya estamos completos, nos quedaban apenas tres lugares. En principio íbamos con un colectivo y una traffic, pero la tuvimos que cambiar por un minibús porque quedaba gente afuera. Gracias a la difusión y a que arrancamos temprano, se empezó a sumar mucha gente”.
Los peregrinos partirán desde Villegas en la medianoche del viernes 3 de octubre, es decir, en la madrugada del sábado. “La idea es salir entre la una y las dos de la mañana para poder estar en Liniers entre las siete y las ocho, y desde allí empezar la caminata de unos 70 kilómetros”, detalló Salinas.
El coordinador explicó que los más experimentados suelen orientar a quienes se animan por primera vez. “Siempre hay recomendaciones básicas, como entrenar un poco antes caminando, sobre todo quienes no lo hacen habitualmente. Y algo fundamental: no usar zapatillas nuevas, porque pueden lastimar. Lo mejor es llevar las que más cómodas se sientan, las que ya estén bien usadas”, subrayó.
Además de lo físico, la organización contempla aspectos logísticos: carritos de apoyo, utensilios de cocina y la tradicional imagen de la Virgen que acompaña la marcha. “Estamos preparando todo, desde las ollas hasta los carritos, y seguimos con las inscripciones en los salones de catequesis los sábados de 16 a 18 horas”, agregó.
Motivaciones y fe compartida
Cada peregrino lleva consigo un motivo personal para caminar: agradecimientos, pedidos, promesas cumplidas o la simple devoción. “Algunos caminan todos los años y otros lo hacen por primera vez. Cada persona lo vive de manera distinta, pero siempre con mucha fe”, comentó Salinas.
La tradición de llevar intenciones también se mantiene. “Ponemos una urna donde cada persona puede dejar sus intenciones, y nosotros las llevamos a los pies de la Virgen en Luján. Este año la vamos a tener disponible en los horarios de misa o en la secretaría parroquial”, precisó.
Una historia de fe que comenzó en 2012
En lo personal, Rubén recordó cómo nació su vínculo con la peregrinación: “Yo empecé en 2012. Siempre fui devoto de la Virgen de Luján y tenía las ganas de ir. Hasta que un día me decidí. En ese momento íbamos coordinados con Trenque Lauquen, y más tarde formamos nuestro propio grupo en Villegas. Desde entonces nunca dejé de caminar o colaborar en la organización”.
Con más de una década de experiencia, asegura que lo que más lo motiva es poder acompañar a otros: “Hoy somos más apoyo que caminantes. Nos encargamos de coordinar, organizar y alentar. Es una satisfacción enorme poder llevar cada año a tanta gente”.
Un grupo que trasciende fronteras
La delegación de Villegas no estará compuesta únicamente por locales. “Se suma mucha gente de La Pampa, Alvear, Realicó, Villa Huidobro, entre otros lugares. También hay villeguenses que viven en Buenos Aires y se acoplan a la marcha cuando pasamos por ahí”, destacó.
Con los últimos lugares disponibles, la comunidad se alista para emprender un camino que, además de físico, es profundamente espiritual. “Espero que todos se estén preparando de la mejor manera. Lo importante es caminar juntos y llegar a los pies de la Virgen”, concluyó Salinas.
