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viernes, septiembre 26, 2025
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Las islas ABC: un destino caribeño soñado y accesible todo el año

El Caribe continúa siendo uno de los lugares más buscados por quienes sueñan con aguas turquesas, arenas blancas y un clima estable para descansar. En diálogo con Actualidad, Romina Domínguez, de Herencia Viajera, presentó una propuesta que crece en consultas: las llamadas islas ABC, un pequeño archipiélago frente a la costa de Venezuela, conformado por Aruba, Bonaire y Curazao.

“Son islas muy pequeñas, pero con una gran riqueza cultural e histórica. Están todo el año con temperaturas que van de los 24 a los 28 grados, y lo más interesante es que están fuera del cinturón de huracanes, lo que permite viajar sin preocupaciones”, destacó Domínguez.

Para los turistas argentinos, la ruta más común es volar hasta Panamá y desde allí conectar hacia Aruba o Curazao, ya que Bonaire no cuenta con aeropuerto internacional para aviones de gran porte. En total, entre 10 y 12 horas de vuelo bastan para llegar a este destino caribeño.

Aruba y Curazao son las más visitadas por su infraestructura y variedad de servicios turísticos, mientras que Bonaire, más pequeña y menos concurrida, conserva un encanto especial para quienes buscan tranquilidad y naturaleza virgen.

El mar y sus playas

Si bien Argentina cuenta con miles de kilómetros de costa, la gran diferencia está en la temperatura del agua. “El mar en estas islas está a unos 25 o 26 grados, tibio, lo que invita a quedarse horas nadando. Y las playas son de arena blanca con aguas transparentes, realmente paradisíacas”, explicó Romina.

En Aruba, por ejemplo, se destacan Eagle Beach y Palm Beach, consideradas entre las mejores del mundo. Pero además de esos paisajes soñados, el visitante se encuentra con contrastes inesperados: cactus, formaciones rocosas y hasta cuevas con pinturas de los pueblos originarios Arawak en el Parque Nacional Arikok.

Cultura y gastronomía

La historia colonial de estas islas dejó una fuerte impronta europea, en particular holandesa. Las coloridas casas de sus pueblos recuerdan a Ámsterdam en versión tropical. A esa herencia se suman influencias españolas y africanas, conformando una identidad multicultural en la que conviven el papiamento, el inglés y el español.

En la mesa, los sabores también hablan de esa mezcla. Las sopas criollas, el pescado fresco, los mariscos y las arepas, con influencia venezolana, son parte de la gastronomía cotidiana.

Bonaire, la joya menos conocida

Bonaire es reconocida como uno de los destinos más importantes del mundo para el buceo. Allí funciona el Bonaire Marine Park, donde arrecifes de coral protegidos albergan tortugas marinas, rayas y peces multicolores. “Es un lugar único, con paisajes vírgenes y la posibilidad de recorrer en bicicleta salinas rosadas donde habitan flamencos. Es la isla más auténtica de las tres”, señaló Domínguez.

Frente a su costa se encuentra Klein Bonaire, un islote deshabitado al que se accede en excursiones y que da la sensación de que el tiempo se detuvo.

Curazao, entre playas escondidas y patrimonio mundial

La capital de Curazao, Willemstad, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus fachadas de colores recuerdan directamente a la arquitectura de Holanda. El barrio de Queen Emma concentra bares y rincones cargados de historia, mientras que la isla invita a descubrir playas apartadas a través de caminatas entre acantilados.

Otra atracción es la tradicional fábrica del licor azul de Curazao, bebida de sabor cítrico que trascendió fronteras. “Es una visita muy interesante, no solo por la degustación sino porque allí se explica todo el proceso de elaboración”, apuntó Romina.

Aruba, el podio caribeño

Según Herencia Viajera, Aruba se consolidó como el destino más consultado para la temporada 2026. “La gente busca esas imágenes que circulan con palmeras, hamacas paraguayas y atardeceres en tonos naranjas sobre el mar turquesa. Es el destino número uno en consultas”, aseguró.

Más allá de esa popularidad, la recomendación es aprovechar la cercanía entre las tres islas. En pocos días es posible combinarlas, ya sea mediante vuelos de cabotaje que duran menos de dos horas o incluso ferris.

Un viaje para todo el año

A diferencia de otros puntos del Caribe, las islas ABC garantizan más de 300 días de sol al año. “Eso es maravilloso porque no obliga a elegir una temporada puntual: se puede viajar en cualquier momento. Cada isla ofrece su propia identidad, y lo ideal es conocerlas todas en un mismo recorrido”, concluyó Romina.

La propuesta se convierte así en una invitación a vivir un Caribe distinto, donde playas paradisíacas, historia, cultura y naturaleza se combinan en un destino accesible y seguro para disfrutar en cualquier época del año.