El dirigente del Sindicato de Trabajadores Municipales, Horacio Betanzo, reclamó públicamente una recomposición salarial para los empleados del municipio de General Villegas. El planteo se dio en medio de un escenario económico que, según el gremialista, golpea de manera directa a los trabajadores y deja en evidencia que los salarios actuales resultan insuficientes frente al costo de vida.
Betanzo recordó que el gremio presentó por mesa de entradas un pedido formal de incremento, acompañado de la voluntad de mantener un diálogo abierto con el intendente Gilberto Alegre. La solicitud busca que antes de fin de año los salarios puedan acercarse al 30% de actualización anual, una cifra que había sido tomada como referencia al inicio del 2025, cuando la inflación proyectada parecía estar en ese nivel. Sin embargo, la realidad superó esas previsiones y los aumentos otorgados hasta el momento –dos tramos del 8% que acumulan poco más del 16%– quedaron rápidamente por debajo de la escalada inflacionaria.
“La realidad pura es que los compañeros municipales no alcanzan a cubrir sus gastos básicos. Muchos no llegan ni a la mitad del mes con el sueldo. Desde el sindicato nos convertimos en una especie de contención social: ayudamos con órdenes de compra, con medicamentos, con lo que podemos, porque no podemos permitir que un trabajador se quede sin gas o que no tenga para darle de comer a sus hijos”, remarcó Betanzo.
El dirigente describió que el gremio viene sosteniendo una función que trasciende la representatividad sindical para transformarse en un soporte de emergencia frente a la crisis. “Abrimos el sindicato el día 17 de cada mes porque sabemos que a esa altura los empleados ya no tienen nada en el bolsillo. Esa es la realidad que estamos viviendo”, señaló.
Cumplimiento histórico, pero sueldos insuficientes
A pesar de la crítica situación, Betanzo destacó la conducta histórica de las distintas gestiones municipales en Villegas respecto del pago en tiempo y forma de los haberes. Recordó que incluso en los momentos más difíciles del país, como la crisis del 2001, los trabajadores municipales cobraron sin demoras. “Eso habla de una administración ordenada, más allá del color político. Siempre se pagó el sueldo y el aguinaldo en fecha. Eso no ocurre en todos los municipios de la provincia, donde hay intendentes que despilfarran recursos y después ajustan por el lado de los empleados”, expresó.
El sindicalista señaló que la comparación con otros distritos muestra que, si bien los salarios locales están por encima de algunos municipios similares, el desfasaje con la inflación hace que hoy tampoco alcancen. “En Tigre ganan mucho más que acá, en Pinamar también, pero después hay distritos parecidos al nuestro que están peor. Nosotros buscamos equilibrio: no pedimos cifras que no se puedan pagar, porque sabemos que eso termina en conflicto y en paros. Queremos un aumento coherente, pero urgente”, enfatizó.
Reclamos internos y recategorizaciones
Durante la charla, se leyeron mensajes de empleados municipales que pedían ascensos de categoría y cuestionaban diferencias entre áreas. Betanzo reconoció que esas inquietudes existen y que deberán abordarse con criterios claros. “Las recategorizaciones no pueden depender de amistades o amiguismos. Tienen que darse por funciones, por antigüedad y por el cumplimiento efectivo de las tareas. Eso se lo dijimos también al intendente”, explicó.
El dirigente admitió que el debate por categorías podría retomarse mirando hacia 2026, aunque aclaró que lo urgente ahora es la recomposición salarial. “Todo es plata. Primero tenemos que asegurar un aumento de sueldos, y después avanzar en el resto. No se puede discutir categorías cuando hay empleados que no llegan a fin de mes”, apuntó.
El rol del sindicato y las críticas
En medio de los mensajes de los oyentes, también surgieron cuestionamientos sobre la función del sindicato y su papel en la vida de los trabajadores. Betanzo defendió la tarea gremial, asegurando que “el sindicato representa a los municipales en la negociación, pero también cumple una función social que muchos desconocen. Contenemos a los afiliados porque sabemos que la situación es crítica. El que diga que no lo hacemos, que venga al gremio y lo vea con sus propios ojos”.
Asimismo, recordó que las mejoras siempre se piden sobre el salario básico y no como sumas fijas por única vez, porque de esa forma se garantizan aumentos reales que impactan en las horas extras, en la antigüedad y también en las jubilaciones. “Un bono puede sonar atractivo en el momento, pero no sirve para los jubilados y no queda incorporado al sueldo. Nosotros siempre pedimos porcentaje sobre el básico, aunque sea poco, porque eso repercute en todos”, explicó.
Reconocimiento y expectativa de diálogo
Antes de finalizar, Betanzo valoró los gestos de reconocimiento hacia los municipales, especialmente cuando trabajan en emergencias como tormentas o situaciones climáticas adversas, pero fue contundente: “Nos gusta que nos reconozcan y que nos agradezcan, pero si es con plata, mejor”.
El sindicato espera que en los próximos días se concrete una reunión formal con el intendente para definir el aumento. Según Betanzo, el objetivo es evitar medidas de fuerza, pero al mismo tiempo garantizar que los trabajadores puedan afrontar un cierre de año en condiciones dignas. “No pedimos milagros, pedimos justicia para los empleados municipales que ponen el cuerpo todos los días y que hoy no pueden vivir con lo que ganan”, concluyó.