A los 16 años, la jugadora formada en el CEF N°52 y Atlético Villegas integra el plantel de Bahiense del Norte que disputará la Liga Argentina Femenina. Desde Bahía Blanca, combina entrenamiento, estudio y sueños de selección con la madurez de una deportista que no se pone límites.
Con apenas 16 años, Brunella Mamonde atraviesa un presente soñado. La joven promesa villeguense, que dio sus primeros pasos en el CEF N°52 y en Atlético Villegas, forma parte del plantel de Bahiense del Norte, uno de los clubes más importantes del país, que participará en la Liga Argentina Femenina de Vóley, el máximo torneo nacional de la disciplina.
«Bahiense es un club muy lindo, con mucha gente, desde nenes chiquitos hasta primera. Estoy muy cómoda, me acompañan en todo y me enseñan un montón», contó Brunella durante su paso por OVACIÓN. Radicada en Bahía Blanca, comparte departamento con otras jugadoras del interior. «Nos entendemos todas, porque estamos en la misma situación», explicó.
De Villegas a Bahía Blanca
Mamonde comenzó a jugar al vóley a los nueve años, primero en el CEF N°52 y luego en Atlético Villegas, bajo la conducción de Giorgina Giorgetti. «Hice mil deportes cuando era chica, incluso básquet, pero me quedé con el vóley. Llegó un momento en el que tuve que decidir y elegí esto», recordó. Hoy, su presente en Bahiense del Norte —el club donde se formó Emanuel Ginóbili, entre otros deportistas de élite— la ubica en una institución de gran historia y proyección. «Creo que es el único club del interior que juega esta liga, así que también es un orgullo cargar esa camiseta», aseguró.
Sueños y sacrificios
Brunella sueña en grande. «Desde la posición de cualquier deportista, uno anhela jugar en otro país, que te vaya bien, representar a la selección”, expresó, con la convicción de quien sabe que su esfuerzo puede llevarla lejos. Entrena hasta cuatro veces por día y combina sus rutinas con el colegio Nacional de General Villegas. «Les mando los trabajos a los profesores, me ayudan un montón. Hay que organizarse y tener los objetivos claros», contó.
Orgullo familiar y local
Su familia vive con emoción cada logro. «Papá llora cuando le mando una foto o le llevo una medalla. Está muy orgulloso, igual que mamá y todos», relató. Con humildad y madurez, Brunella disfruta cada momento: «Disfruto todo, desde ponerme las rodilleras hasta entrar a la cancha. Toda la adrenalina que se siente al jugar», manifestó.
El torneo nacional comenzará el 17 de enero, y Bahiense del Norte se prepara para cuatro meses de competencia intensa. Mientras tanto, Brunella Mamonde sigue escribiendo su historia: la de una joven villeguense que, con talento, sacrificio y pasión, lleva el nombre de su ciudad al más alto nivel del vóley argentino.
