11.4 C
General Villegas
viernes, octubre 31, 2025
InicioSociedadMarina Hechem invita a mirar la muerte sin miedo y con sentido

Marina Hechem invita a mirar la muerte sin miedo y con sentido

La médica psiquiatra y psicooncóloga villeguense Marina Hechem regresará a General Villegas para compartir una nueva propuesta de reflexión junto Mujeres Entrelazadas, en el marco de las actividades de concientización y prevención del cáncer de mama que el grupo impulsa cada mes de octubre.

En esta oportunidad, la profesional ofrecerá dos encuentros bajo el título “Hablemos de ella”, una invitación a pensar la muerte desde otro lugar: no como pérdida, sino como parte esencial de la existencia. El primero será destinado al grupo Entrelazadas y el segundo, con cupos limitados ya cubiertos, es abierto a toda la comunidad.

Con emoción, Hechem expresó lo que significa volver a su ciudad natal: “Villegas es mi lugar. Agradezco tanto la convocatoria y que me tengan presente, como yo tengo presente a Villegas. Aunque no nos veamos, uno siempre está atento a ese hilo invisible que lo une a su lugar en el mundo”, dijo.

La médica, reconocida por su acompañamiento a pacientes con enfermedades graves y a sus familias, ya había participado en el Octubre Rosa 2024, donde compartió reflexiones sobre el cáncer, la empatía y la importancia de la contención emocional. Este año, la propuesta amplía el enfoque: hablar de la muerte como una oportunidad para vivir con mayor conciencia.

“Recordar que somos mortales nos ayuda a vivir un presente más auténtico, a dejar de postergar, a valorar lo que sí tenemos hoy. Creo que hablar de la muerte es hablar de la vida”, sostuvo.

El silencio en la medicina y el miedo social

Hechem explicó que el tabú de la muerte atraviesa tanto a las familias como al sistema de salud. “En la formación médica, la palabra muerte prácticamente no aparece. En los libros se evita nombrarla. Se escriben frases como ‘ausencia de signos vitales’ o ‘hora de óbito’, pero no se dice la palabra. Es como si no nombrarla la hiciera menos real”, señaló.

Esa omisión, según la especialista, repercute en la práctica médica: “Nos enseñan a luchar contra la muerte, no a acompañarla. Y eso genera mucho sufrimiento, tanto en los pacientes como en los equipos de salud”.

A lo largo de su experiencia en cuidados paliativos, Hechem comprobó que, cuando se abren espacios de diálogo, las personas se sienten aliviadas. “No es que la gente no quiera hablar; lo que falta es un entorno que lo permita. El silencio duele más que la palabra”, afirmó.

Vivir con conciencia, morir con dignidad

En sus charlas, Hechem propone pensar la muerte como parte de una vida plena, donde cada persona pueda decidir cómo transitar su final. Destacó la importancia de las directivas anticipadas —un derecho reconocido por ley en la Argentina— y la necesidad de promover decisiones compartidas entre paciente, familia y profesionales.

“Hablar de la muerte también es ejercer un derecho. Prepararse, dejar las cosas en orden, decir lo que hay que decir… eso alivia. No solo a quien atraviesa la enfermedad, sino también a los que quedan”, explicó.

Además, advirtió que vivimos en una cultura que evita envejecer y niega la finitud. “Se asocia la vejez con pérdida, cuando en realidad llegar a viejo es un privilegio. Cumplir años es maravilloso. No hay nada más humano que aceptar que somos finitos”.

El sentido de la felicidad y el amor que perdura

Para la médica, la felicidad no es un estado constante, sino una sucesión de momentos. “La felicidad son instantes. Cada uno elige cuándo y cómo ser feliz. Y cuando uno recuerda que la vida no es eterna, aprende a disfrutar más lo cotidiano”, reflexionó.

Hechem también habló sobre el amor como forma de trascendencia: “Si alguien puede decir ‘yo acompañé, yo estuve’, ese recuerdo transforma el dolor en amor. La muerte no anula el vínculo; lo resignifica”.

Entre emociones, silencios y verdades que interpelan, Marina Hechem invita a poner palabras donde suele haber miedo. Su mensaje, sereno y luminoso, propone hablar de la muerte para reconciliarnos con la vida, entendiendo que -como ella misma dice- “morir es tan natural como nacer; lo importante es poder vivir, y partir, con conciencia, amor y paz”.