Dicen que viajando se fortalece el corazón. Y en esta oportunidad, Romina Domínguez, de Herencia Viajera, propone mirar hacia el sur y descubrir Ushuaia, una de las ciudades más impactantes de la Argentina, donde el paisaje, la historia y la gastronomía se combinan para ofrecer una experiencia única.
“Viajamos mucho al exterior, pero nuestro país tiene lugares maravillosos. Ya hemos hecho varios recorridos, pero quería ir un poco más al sur, porque siempre tiene tanto para darnos”, comentó Romina. Y agregó: “Ushuaia es realmente un lugar muy lindo, con mucho para ofrecer, especialmente en primavera y verano, cuando los días son más largos y la temperatura acompaña”.
La propuesta de Herencia Viajera contempla diferentes alternativas. Para quienes disponen de poco tiempo, una opción es salir desde General Villegas hacia Buenos Aires y volar directamente a Ushuaia. “En tres horas y media estás allá”, explicó Domínguez. “Apenas llegás, ya te das cuenta de que estás en un lugar distinto: el aeropuerto está rodeado de montañas y da directamente sobre el Canal Beagle. Es una imagen impresionante”.
La idea es alojarse en el centro de la ciudad, rodeado de las clásicas casitas de madera de techos a dos aguas y colores vivos, típicas de la arquitectura fueguina. Desde allí, se puede caminar fácilmente hacia el puerto, los cafés, los museos o las tiendas de artesanías.
“El primer paseo casi siempre es el Canal Beagle”, detalló. “Desde el puerto salen barcos que recorren las Islas Bridges y la Isla de los Lobos, donde se pueden ver colonias de lobos marinos tomando sol, además de cormoranes blancos y negros. También se llega hasta el famoso Faro Les Éclaireurs, con sus rayas rojas y blancas, que es el ícono de Ushuaia y uno de los paisajes más fotografiados del sur”.
Naturaleza e historia en el Parque Nacional Tierra del Fuego
A solo 12 kilómetros del centro, el Parque Nacional Tierra del Fuego ofrece un entorno majestuoso de bosques, lagos turquesa y montañas. “El recorrido es realmente hermoso -contó Romina-, con senderos entre árboles y lagunas que reflejan las nubes bien bajas. Además, todo el parque conserva un aire muy puro y tranquilo”.

Otro de los imperdibles es el Tren del Fin del Mundo, que recorre las vías utilizadas antiguamente por los presos del histórico penal de Ushuaia. “Es un viaje corto pero cargado de historia”, explicó. “Tiene una gran significancia emocional, y los guías van contando todo el contexto. Quienes se animen, también pueden visitar la cárcel, que está abierta algunos días y forma parte de la historia del país”.
Panoramas y sabores del extremo sur
Si el clima acompaña, vale la pena subir al glaciar Martial, ya sea caminando o en aerosilla. “Desde allí se obtiene una de las vistas más lindas al Canal Beagle -aseguró Romina-. En invierno, esa zona se llena de esquiadores, pero en verano se transforma en un lugar ideal para hacer trekking y disfrutar de cascadas y senderos naturales”.
Por la noche, Ushuaia también tiene su encanto. “En verano, el sol se pone cerca de las 11 de la noche y nunca termina de oscurecer del todo. Eso le da mucha vida nocturna a la ciudad”, relató Domínguez. Los bares, restaurantes y cafés invitan a disfrutar de la gastronomía local, donde la centolla austral, la merluza negra, el cordero patagónico y las empanadas de guanaco son protagonistas. Para el postre, nada mejor que probar algo con calafate, el fruto típico del sur, del que se dice que quien lo prueba siempre vuelve.
Un viaje corto o una travesía más extensa
Para quienes disponen de poco tiempo, Ushuaia puede disfrutarse en una escapada de cinco o seis días, viajando en avión. Pero también existe la posibilidad de hacer el recorrido en auto, aunque en ese caso se recomienda contar con algunos días más. “Son muchos kilómetros, así que conviene hacer paradas”, explicó Romina. “Se puede pasar por Viedma, Puerto Madryn y Río Gallegos, ciudades hermosas que permiten ir descubriendo la Patagonia paso a paso”.
Además, Herencia Viajera propone una excursión a la Estancia Harberton, la más antigua de la isla, desde donde se puede visitar la Isla Martillo, hogar de los simpáticos pingüinos magallánicos. “Es una experiencia inolvidable -aseguró Domínguez-, los pingüinos caminan a tu lado sin miedo, como si fuesen los dueños del lugar”.
Un destino para enamorarse del sur argentino
Ushuaia, conocida como “la ciudad del fin del mundo”, es uno de esos lugares que todo argentino debería conocer alguna vez. Con su mezcla de naturaleza indómita, historia y hospitalidad, ofrece una experiencia profunda, capaz de conmover a quienes la visitan.
“Es un viaje que vale la pena -concluyó Romina-. No hace falta irse tan lejos para encontrar maravillas. A veces, el mejor destino está dentro de nuestro propio país”.
Quienes deseen más información o reservar su lugar pueden comunicarse con Herencia Viajera al 3388-538273.
 




 
                                     
                             
                             
                            