El Rojo derrotó a Sportivo por 3 a 1 y se metió en la definición del Reducido. Nicolás Gamarra, Albano Orueta y Eloy Roigé firmaron la remontada de un equipo que despertó a tiempo. El Aurinegro había golpeado primero con el tanto de Florencio Romero Salinas.
El Torneo Reducido atraviesa su etapa más caliente. La tarde del domingo en el Anyulín Penacino tuvo todos los condimentos que hacen grande a nuestro fútbol chacarero: tribunas repletas, color, pulsaciones al máximo y dos equipos que se conocen de memoria. Ingeniero y Sportivo venían de compartir la Zona 1 del Reducido y se habían cruzado cuatro veces en la temporada, con un saldo claramente favorable al Rojo (tres victorias y un empate). Pero las semifinales no entienden de estadísticas, y el duelo entregó un partidazo frenético en el que el elenco banderolense recién pudo imponerse en la segunda mitad.
El encuentro comenzó a un ritmo inesperado incluso para los propios protagonistas. A los pocos segundos, Eloy Roigé —el jugador más determinante del año— probó desde afuera del área con un remate que se fue por arriba del travesaño. A los dos minutos, volvió a inquietar con un centro rasante que cruzó toda el área sin que nadie pudiera empujarla. Y enseguida, Agustín Becerra tuvo otra chance clara, pero el lateral derecho no resolvió de la mejor manera.
El Rojo salió a jugar como si quisiera liquidarlo de entrada: intenso, vertical, agresivo. Sportivo, en cambio, parecía desacomodado, sin referencias claras y perdiendo rápido la pelota. Pero de a poco, el Aurinegro fue encontrando su lugar en el partido. Mario Magallanes comenzó a gravitar, Román Bernetche equilibró la mitad de la cancha y el elenco villeguense pasó de aguantar a competir.
Hasta que a los 23 minutos, pegó primero. Pelotazo largo de Ignacio Bustamante que viajó más de lo esperado, un pique alto que complicó a los defensores de Ingeniero y dejó a Florencio Romero Salinas mano a mano con Jonathan Puga. El delantero aurinegro no perdonó: toque simple, eficaz, y 1 a 0 para Sportivo, que transformó en oro su primera llegada clara.
El gol encendió aún más el ritmo del partido. Ingeniero respondió y Roigé volvió a quedar cerca del empate con un remate cruzado que rozó el palo izquierdo de Bustamante. Sportivo contestó con un disparo de Bernetche que encontró bien parado a Puga. Era un ida y vuelta vibrante, sin pausa, ideal para la enorme cantidad de público que llenó las tribunas del Penacino.
La ventaja aurinegra sobrevivió al entretiempo: Sportivo supo resistir, se apoyó en la seguridad de Joaquín Ferela y Enzo Aicarde, y se fue al descanso con una ventaja trabajada, sufrida, pero no determinante.
El Pulpo salió al complemento decidido a no replegarse. A los segundos, Magallanes tuvo el 2 a 0, pero remató apremiado y desviado. Pese a estar adelante, el Aurinegro insinuó que quería algo más. Pero el desgaste empezó a hacerse notar. Las piernas pesaron, los retrocesos se hicieron largos y los espacios comenzaron a aparecer.
En ese contexto, creció Ingeniero. Albano Orueta y Eloy Roigé se transformaron en los ejes ofensivos, mientras el Rojo empezaba a ganar la pulseada en el mediocampo. El empate llegó a los 17 minutos: centro al área, rebote corto y Nicolás Gamarra, de media vuelta y con un derechazo preciso, ajustició a Bustamante. 1 a 1 y otra semifinal que cambiaba de guión.
No fue solo un gol: fue un envión. Sportivo sintió el impacto, perdió claridad e intentó reaccionar con el ingreso de Walter Girón por Magallanes. Pero ya era otro partido. A los 25 minutos, Ingeniero lo dio vuelta con un golazo. La pelota quedó viva a 20 metros del arco, Orueta no se lo pensó dos veces y sacó un derechazo infernal que se clavó sin pedir permiso. Golazo. 2 a 1. Delirio de la parcialidad banderolense.
La ráfaga del Rojo desarmó por completo a Sportivo, que pagó caro el desgaste. El equipo de Bitti apostó a refrescar el ataque con la entrada de Bautista Monterrosa por Palacios, pero la remontada había modificado la energía del partido: un equipo con convicción creciente, el otro intentando sostenerse.
Joaquín Benito casi marca el tercero con un zurdazo elevado y, mientras Sportivo se desesperaba buscó el empate, Ingeniero manejó los tiempos con serenidad.
A los 40 minutos llegó el golpe final. Orueta —figura absoluta del segundo tiempo— asistió a Roigé con una pelota entre líneas y el delantero resolvió como lo hace un goleador de temporada: control orientado y definición seca para el 3 a 1. Festejo interminable para la gente del Rojo, que explotó de alegría.
La clasificación estaba sellada. Ingeniero sufrió en el primer tiempo, pero mostró carácter, jerarquía y contundencia para dar vuelta una semifinal que lo tenía contra las cuerdas.
Con la victoria, Ingeniero se metió en la final del Torneo Reducido, donde lo espera Santa Rita. Será un adelanto de lo que vendrá: ambos equipos ya se ganaron el derecho a disputar las finales del año, y lo que pase en el Reducido otorgará la ventaja deportiva.
El Rojo banderolense llega con impulso, fútbol y una reacción memorable. Sportivo, en tanto, se marcha con la frente en alto tras una temporada en la que fue el único representante de la ciudad en llegar a semifinales.
La tarde en el Penacino dejó un mensaje claro: en el Reducido, no hay margen. Y cuando Ingeniero encuentra su mejor versión, pocas veces perdona.
*****
Ingeniero White 3 (Nicolás Gamarra, Albano Orueta y Eloy Roigé)
Jonathan Puga, Nicolás Roldán, Daniel Córdoba, Agustín Becerra, Federico Bruno, Mariano Díaz, Albano Orueta, Ignacio Duhalde, Nicolás Gamarra, Joaquín Benito y Eloy Roigé. DT: Guido Sacra.
Suplentes: Franco Aicardi, Juan Pereyra, Bautista Barrera, Francisco Tula, Lucas Monzón, Juan Bengoechea y Ramiro Romero.
Cambios: Bautista Barrera por Ignacio Duhalde y Juan Pereyra por Joaquín Benito.
Sportivo 1 (Florencio Romero Salinas)
Ignacio Bustamante, Joaquin Ferela, Ramiro Palacios, Joaquín Mendieta, Francisco Tondo, Enzo Aicarde, Román Bernetche, Maximiliano Díaz, Mario Magallanes, Florencio Romero Salinas y Nazareno Gómez. DT: Néstor Bitti.
Suplentes: Agustín Pérez, Blas Faundes, Joaquín Pinto, Jorge Busto, Nicasio Cortaberría, Bautista Monterrosa y Walter Girón.
Cambios: Walter Girón por Mario Magallanes y Bautista Monterrosa por Ramiro Palacios.
Árbitro: Martín Gubar.

