El volante, de raíces villeguenses, fue distinguido por la Liga Profesional de Fútbol tras una temporada consagratoria. Fue campeón del Torneo Clausura, aportó ocho goles en lo que va del año y se prepara para disputar la final del año ante el Vélez del charlonense Jeremías Reyna.
La Reserva de Boca Juniors tuvo un 2025 de alto vuelo y, dentro de ese recorrido, un nombre propio sobresalió entre los mejores del certamen: Santiago Dalmasso, volante creativo de 21 años, hijo de la villeguense Florencia Bin y de Marcelo “Pato” Dalmasso, quien jugó en Juventud Unida e Ingeniero White de Banderaló.
La Liga Profesional de Fútbol (LPF) lo distinguió como Mejor Creador de Juego del Torneo Clausura, un reconocimiento que sintetiza su peso en el funcionamiento de un equipo que se coronó campeón, luego de derrotar por penales en la final a Gimnasia y Esgrima de La Plata. Su temporada fue tan sólida como regular: 32 partidos disputados, ocho goles convertidos y una constante influencia en la generación de juego, donde se transformó en uno de los verdaderos referentes del plantel.
Dalmasso fue determinante en las transiciones, en la presión alta y en la última puntada, atributos que lo posicionaron como uno de los volantes de mayor proyección de la categoría. Su evolución no solo llamó la atención en el entorno xeneize, sino también en el ámbito nacional, donde su nombre comenzó a sonar como uno de los jóvenes con mejores fundamentos técnicos del fútbol argentino.
El broche de oro de esta campaña llegará este jueves, cuando Boca dispute la final anual de Reserva frente al Vélez Sarsfield del charlonense Jeremías Reyna, en un duelo que promete alta intensidad y un condimento especial para la región, con dos jugadores de raíces locales como protagonistas.
Para Dalmasso, este reconocimiento es mucho más que un premio: es el espaldarazo ideal en un año donde confirmó todo su potencial y se consolidó como una de las grandes apariciones del semillero xeneize.
