Pese a caer por 2 a 1 con Ingeniero en el Anyulín Penacino, el conjunto piedritense se impuso 3 a 2 en el global final y volvió a gritar campeón. Una final intensa, cargada de emoción y un marco imponente.
Santa Rita volvió a escribir su nombre en lo más alto del fútbol villeguense. En el Anyulín Penacino, frente una gran multitud que colmó el estadio entre público local y visitante, el Lobo cayó por 2 a 1 frente a Ingeniero White pero terminó coronándose bicampeón anual gracias al 2 a 0 conseguido en Banderaló. Con el global 3 a 2, el equipo piedritense celebró un nuevo título, el segundo bicampeonato de su historia tras aquel logrado en 2014-2015. Una consagración merecida para un conjunto que volvió a demostrar por qué es el mejor de la temporada.
La previa venía cargada de emociones y contrastes. Santa Rita atravesaba días movidos tras haber perdido el encuentro de ida de los octavos de final del Regional Amateur frente a Ferro de Olavarría, mientras que Ingeniero llegaba herido por la caída en la ida y con bajas significativas. Para este encuentro, el Rojo no pudo contar con su goleador Eloy Roigé, ni con Federico Bruno, y tampoco con Agustín Becerra. Por su parte, el Lobo sufría la ausencia de Alejo Ponzo, quien había sido expulsado en el partido de ida.
Con una noche ideal para jugar, el campo de juego en excelentes condiciones y un ambiente eléctrico, la final prometía mucha intensidad y emociones, algo que a la poste se terminaría cumpliendo.
Ingeniero salió decidido a marcar rápido, obligado por la diferencia de dos goles en su contra. Mariano Díaz habilitó a Albano Orueta en la primera situación clara, pero Martín Morillo —figura en la ida y nuevamente determinante— achicó a tiempo para salvar a los locales.
El Lobo respondió con un remate de Ledesma por arriba y con la firmeza de la dupla central Schpether-Moyano, que sostuvo al equipo en los peores momentos.
A los 14 minutos llegó el primer golpe y, como en Banderaló, fue de Santa Rita. Un centro preciso de Andrés Ledesma desde el costado izquierdo, lo encontró a Eber Gómez dentro del área chica, que no perdonó y marcó el 1 a 0. Euforia total para la gente del Lobo y un mazazo para Ingeniero, que con ese gol quedaba obligado a marcar cuatro para revertir la historia.
Posteriormente, Santa Rita estuvo muy cerca de ampliar su ventaja, pero Jonathan Puga sostuvo al Rojo con dos atajadas monumentales, primero ante Gómez, y luego ante Brian Mendoza.
Ingeniero, herido pero entero, siguió empujando. Gamarra avisó con un zurdazo que terminó en las manos de Morillo. Luego, Albano Orueta protagonizó la jugada más espectacular de la primera parte: una chilena tremenda que el arquero del Lobo sacó con reflejos de jerarquía, como en el Regional Amateur, donde venía de ser figura en la caída con Ferro de Olavarría. La final era intensa, disputada, emocional. Nada estaba definido.
Cuando el primer tiempo se moría, llegó la jugada que cambió el clima: penal para Ingeniero y roja directa para Santiago Filippi por una supuesta agresión dentro del área. Nicolás Roldán se hizo cargo y cambió el penal por gol, gracias a un remate cruzado a la derecha de Morillo. 1 a 1, final abierto, tensión total.
El segundo tiempo comenzó con ajustes obligados en Santa Rita. Paulo Tabasso reacomodó la defensa con el ingreso de José Vera, Moyano pasó al lateral y Schpether quedó como referencia en la zaga. Ingeniero salió decidido a empatar la serie y lo tuvo con un bombazo de Francisco Tula que Morillo despejó con un manotazo extraordinario.
A los 12 minutos, el Rojo encontró el desahogo: gran escalada de Juan Cruz Pereyra por derecha y centro perfecto para el cabezazo goleador de Nicolás Gamarra. 2 a 1. Ingeniero necesitaba dos goles más y se lanzó con todo. Sacra mandó a Bengoechea a la cancha para sumar peso ofensivo y el Rojo se adueñó del territorio, empujando más con ímpetu que con fútbol. Benito remató apenas desviado, Pereyra probó de volea, Morillo volvió a responder y un zurdazo de Benito reventó el travesaño. El tercer gol parecía al caer, pero nunca llegó.
Ingeniero plantó cara hasta el último momento, pero extrañó horrores a Roigé y por ende no pudo tener esa cuota de gol que sí mostró en la primera parte de la temporada. Santa Rita resistió como pudo, con un hombre menos, al igual que en la ida. Los jugadores del Lobo dejaron el alma en cada pelota, demostrando una vez más que están acostumbrado a esta clase de partidos.
Sobre el final, el nerviosismo acumulado deribó en la expulsión de Orueta por doble amarilla —la segunda por simular—, y luego las rojas de Riscosa en el Lobo y Roldán en Ingeniero, en medio de un clima típico de una final que se jugó al límite. Con el pitazo final de Martín Gubar, se desató la fiesta piedritense.
Santa Rita celebró un bicampeonato histórico, horas después de que su tercera división también diera la vuelta. Un cierre de año perfecto para un equipo que mostró convicción, carácter y un nivel competitivo que lo coloca nuevamente en la cima del fútbol local.
Ahora será momento de festejar y, rápidamente, enfocarse en lo que viene: la revancha del Regional Amateur ante Ferro de Olavarría, este domingo, otra vez en el Anyulín Penacino. Pero esa será otra historia. Hoy, el Lobo es campeón, y lo es con justicia.
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Santa Rita 1 (Eber Gómez)
Martín Morillo, Martín Schpether, Andrés Ledesma, Santiago Filippi, Guido Riscosa, Carlos Moyano, Eber Gómez, Claudio Farías, Brian Mendoza, Nicolás Verón y Gastón Regis. DT: Paulo Tabasso.
Suplentes: Lautaro Monza, Ramiro Carballo, José Vera, Santiago Piovani, Maximiliano Busto, Geremías Rocca y Axel Romero.
Cambios: José Vera por Eber Gómez, Maximiliano Busto por Claudio Farías y Santiago Piovani por Nicolás Verón.
Expulsado: Santiago Filippi y Guido Riscosa.
Ingeniero White 2 (Nicolás Roldán y Nicolás Roldán)
Jonathan Puga, Nicolás Roldán, Ignacio Duhalde, Juan Cruz Pereyra, Bautista Barrera, Mariano Díaz, Albano Orueta, Francisco Tula, Nicolás Gamarra, Joaquín Benito y Lucas Monzón. DT: Guido Sacra.
Suplentes: Franco Aicardi, Javier Gavotti, Ramiro Soria, Juan Satragno, Juan Bengoechea, Doménico Mariano y Pablo Guiñazú.
Cambios: Juan Bengoechea por Francisco Tula y Pablo Guiñazú por Juan Cruz Pereyra.
Expulsado: Albano Orueta y Nicolás Roldán
Árbitro: Martín Gubar.
Global final: Santa Rita 3 – Ingeniero 2

