El Lobo derrotó a Ferro de Olavarría por 3 a 2 en el global final y se metió entre los ocho mejores de la Región Pampeana Bonaerense Sur.
Santa Rita lo volvió a hacer. Cuando el escenario parecía empinarse cuesta arriba, cuando el desgaste físico y la desventaja en la serie exigían algo más que fútbol, el Lobo apeló a su identidad, a su carácter competitivo y a esa mística que lo distingue desde hace años. En Piedritas, derrotó por 3 a 1 a Ferro de Olavarría, revirtió el 0-1 sufrido en la ida y selló su clasificación a una nueva fase del Torneo Regional Amateur.
El cruce tenía todos los condimentos desde la previa. Ambos equipos llegaban golpeados en lo físico, pero inflados anímicamente: Santa Rita venía de consagrarse bicampeón de la Liga de Fútbol de General Villegas, mientras que Ferro había celebrado entre semana el título en los playoffs de la Liga de Olavarría tras vencer a Racing en la final. Con ese contexto, y con la mínima ventaja para el Carbonero tras el 1 a 0 en Domingo Colasurdo, se esperaba un partido de alto vuelo. Y no defraudaron.
Las lluvias que castigaron a la región en los días previos le agregaron un condimento extra a la noche. El campo del Anyulín Penacino estuvo rápido, con sectores complicados por el barro, lo que atentó contra el juego vistoso pero potenció el dramatismo de un partido cargado de tensión.
Desde el inicio fue Ferro el que mostró mejores credenciales. Al minuto de juego llegó el primer aviso con un remate de Quimey Marín, que se topó con una gran reacción de Martín Morillo. El delantero visitante volvió a ser protagonista, tal como en el encuentro de ida, y Santa Rita sufrió en los primeros minutos, especialmente en la mitad de la cancha.
Ese dominio inicial del Carbonero se tradujo rápidamente en el marcador. Tras un contragolpe letal, Edgar Villán definió mano a mano ante Morillo y puso el 1 a 0. Baldazo de agua helada para el Lobo, que quedaba obligado a marcar al menos dos goles para forzar los penales.
Ferro siguió lastimando con espacios y Marín volvió a exigir a Morillo, que respondió con seguridad. Del lado local, el juego no fluía: Claudio Farías, capitán y emblema del equipo, estuvo bien contenido por Joaquín Malinauskas, el mediocampista central visitante, de gran primer tiempo.
Con el correr de los minutos, Santa Rita empezó a acomodarse. Un tiro libre de Nicolás Verón pasó cerca. Posteriormente, la primera ocasión clara para los locales con un remate de Alejo Ponzi que se estrelló en el travesaño. El Lobo ya estaba mejor, más adelantado, más decidido, aunque todavía sin la claridad necesaria para quebrar a Ferro.
Cuando el primer tiempo se apagaba, llegó el golpe justo. Tiro libre en el cierre de la etapa inicial, centro preciso de Verón y cabezazo letal de Federico Vasilchik para el 1 a 1. En la última pelota, el delantero pampeano —refuerzo para este Regional— marcó su primer gol con la camiseta del Lobo y le devolvió la ilusión a la parcialidad local.
El empate fue el verdadero punto de quiebre. Santa Rita salió en el complemento con otra energía, decidido a llevarse por delante a su rival. Empezó a manejar mejor la pelota y a arrinconar a Ferro contra su propio arco. Le faltó la puntada final, pero el dominio fue claro.
Ferro respondió con un remate débil de Nicolás Lareu que no inquietó a Morillo. Malinauskas siguió siendo el eje del visitante, aunque cada vez más solo, en un equipo que pasó de dominar a resistir en cuestión de minutos. El cotejo se volvió luchado, trabado, con un Lobo urgido de un gol que lo metiera de lleno en la serie.
Ese gol llegó desde los doce pasos. Tras un agarrón dentro del área a Vasilchik, Emanuel Leguizamón, árbitro del encuentro sancionó la pena máxima en favor de los dirigidos por Paulo Tabasso. Alejo Ponzi tomó la responsabilidad y no falló: remate casi al medio, mientras Báez se arrojaba a su izquierda. 2 a 1 y serie igualada.
El envión anímico fue total. En otro arrebato del Lobo llegó el tercero: gran conexión entre Vasilchik y Ponzi, que entró a pura potencia por el sector derecho y definió para el 3 a 1. El Anyulín Penacino estalló. Santa Rita había cumplido el objetivo: daba vuelta la serie y se ponía en ventaja en el global.
Los minutos finales fueron de puro sufrimiento. Ferro fue con todo en busca del gol que llevara la definición a los penales. Hubo nervios, tensión y un cabezazo desviado de Vasilchik que pudo haber liquidado la historia. El propio delantero fue una de las grandes figuras de la noche: regresó tras tres partidos de suspensión, peleó cada pelota y participó directa o indirectamente en los tres goles del Lobo.
Santa Rita lo hizo de nuevo. Cuando parece contra las cuerdas, saca a relucir su mística y revierte partidos que parecen perdidos. El equipo más ganador de los últimos 13 años en la Liga de General Villegas también deja su huella en el plano regional. Ya levantó un Torneo Federación y ahora sueña con seguir avanzando en el Regional Amateur.
El próximo desafío será Atlético Villa Gesell, que viene de eliminar a Estudiantes de Olavarría. La serie comenzará en Piedritas y se definirá en la localidad balnearia. Santa Rita, fiel a su historia, ya avisó que va por más.
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Santa Rita 3 (Alejo Ponzi -2- y Federico Vasilchik)
Martín Morillo, Martín Schpether, Andrés Ledesma, Santiago Filippi, Guido Riscosa, Carlos Moyano, Alejo Ponzi, Claudio Farías, Brian Mendoza, Nicolás Verón y Federico Vasilchik. DT: Paulo Tabasso.
Suplentes: Lautaro Monza, Juan Rodríguez, José Vera, Santiago Piovani, Maximiliano Busto, Eber Gómez y Geremías Rocca.
Ferro O 1 (Edgar Villán)
Nicolás Báez, Franco Aguirre, Simón Buscaglia, Santiago Saenz Buruaga, Joaquín Malinauskas, Mathias Buongiorno, Mateo Palmieri, Joaquín Ayesa, Edgar Villán, Quimey Marín y Lautaro Castañares. DT: Gustavo Liggerini.
Suplentes: Franco Vedelini, Mateo Tamagnini, Jonathan Campos, Juan Álvarez, Jerónimo Belinchón, Nicolás Lareu e Iván Leal.
Árbitro: Emanuel Leguizamón.
Global final: Santa Rita 3 – Ferro O 2
