22 C
General Villegas
sábado, 20 abril, 2024

Arranca la Campaña de Prevención del Cáncer de Piel

Del 20 al 23 de noviembre se lleva a cabo la Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel, organizado por la Sociedad Argentina de Dermatología. Durante la campaña, los hospitales y centros médicos adheridos del país ofrecen atención a todos los pacientes que voluntariamente se acercan a la consulta por lesiones de piel sospechosas o ante la presencia de lunares.

Uno de los centros médicos adheridos y autorizados por la SAD es el consultorio de la Médica Dermatóloga Marta Caprow (Arenales 555 – teléfono para turnos 03388-422328). La doctora atenderá pacientes con y sin obra social.

Por su parte, Lalcec Villegas y el Hospital Municipal también formarán parte de la campaña, pero el único día de atención será el miércoles 21, a partir de las 12 horas (los pacientes serán atendidos en el nosocomio por la doctora Mangini, por orden de llegada).

«Es muy importante concientizar a la población acerca del cuidado de la piel. Esta campaña es para hombres, mujeres y niños. A veces los adolescentes no tienen cuidado y se exponen al sol, y las consecuencias se ven 20 años después. Por eso invito a quien tenga lunares o lesiones en la piel a que se acerque a mi consultorio para realizar un control y, de esa manera, prevenir los efectos malignos del sol», comentó Caprow a diario Actualidad.

Hace muchos años que la especialista participa activamente en este tipo de campañas y reconoce que los efectos generados son positivos. «De a poco se ve mayor concientización en las personas. Mucha gente se cuida del sol y protege su piel. Pero hay que seguir trabajando y machacando», afirmó la Dermatóloga.

 

Lunares o nevos
Los lunares (o nevos melanocíticos) son comunes en todas las personas. Los nevos predominan en las zonas más expuestas al sol pero pueden localizarse en cualquier parte de la piel.

¿Cómo son los nevos?
Los nevos normales o comunes suelen ser planos o de forma redondeada, simétricos, de bordes regulares y de un tamaño menor a 5-6 mm. Algunos comienzan como una mancha y con los años toman relieve de color más claro y se ablandan. En ocasiones pueden crecerles pelos.

Algunos nevos, llamados atípicos, tienen mayor riesgo de transformarse en una forma de cáncer de piel denominada melanoma. Dermatología.

¿Qué son los nevos atípicos?
Suelen ser de tamaño mayor a 6 mm, de forma levemente asimétrica y de varios tonos de marrón rosado y ser diferentes entre sí. Predominan en el pecho y en la espalda pero pueden ubicarse en cualquier parte de la piel y tienen mayor riesgo de transformación maligna.

Habitualmente aparecen en personas con gran cantidad de nevos (más de 100) y en ocasiones los presentan varios miembros de la misma familia.

¿Cómo controlar los nevos?
Consultar a un dermatólogo ante cualquier cambio en un lunar o mancha, o ante heridas que no cicatrizan.
Observar lunares y manchas personalmente en forma periódica, con ayuda de espejos y de otra persona.
No olvidar las palmas y plantas, la región genital, el cuero cabelludo, la boca, el interior del ombligo, las axilas, etc.

 

Cáncer de piel
Como el daño solar es acumulable, las exposiciones reiteradas e indiscriminadas producen a largo plazo un envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y cáncer de piel. El cáncer de piel es el tipo más común de los cánceres en el ser humano. En los últimos 30 años más gente ha desarrollado un cáncer de piel que cualquier otro tipo de cáncer.

Una de sus causas más importantes es la exposición al sol sin protección o a las camas solares. Otras causas menos frecuentes son la exposición repetida a rayos X, presencia de cicatrices por quemaduras severas, exposición ambiental al arsénico y antecedentes familiares de cáncer de piel.

¿Cómo lo prevenimos?
La forma más eficaz para prevenir el cáncer de piel es la educación: saber cómo, cuándo y cuánto exponernos al sol. El cáncer de piel es curable en la mayoría de los casos, por eso es importante hacerse exámenes propios constantes y visitar al dermatólogo por lo menos 1 vez al año como medida de prevención.

Signos más habituales que hacen sospechar un cáncer de piel:

  • Manchas inicialmente planas rosadas o rojizas, ásperas al tacto y que se vuelve cada vez más rugosas o escamosas. Se ven especialmente en la cara, en el dorso de las manos, en el labio inferior y en las orejas.
  • Aparición de bultos en la piel que crecen en forma sostenida en el tiempo.
  • Lastimaduras en la piel que no cicatrizan a pesar de un tratamiento correcto.
  • Herida sangrante, costrosa, no provocada por un traumatismo previo.
  • Un lunar que cambia de coloración, sus bordes se vuelven irregulares, es asimétrico y crece (generalmente de tamaño superior a 6 mm).
  • Un lunar que pica o se inflama.

 

El sol y la piel
Exponerse al sol sin protección puede traer muchos riesgos. El daño se acumula y son riesgosos tanto el sol como las lámparas o camas solares. También hay que cuidarse en los días nublados, ya que la radiación atraviesa las nubes.

Los menores de un año deben estar a la sombra con ropa liviana y sombrero, evitando el sol directo y tomando abundante cantidad de líquido para no deshidratarse. A partir de los 6 meses de vida pueden utilizarse protectores solares. No hay razón para disminuir los cuidados frente al sol al adquirir mayor edad. Si bien normalmente la piel y los lunares toman un color un poco más oscuro durante el embarazo y la lactancia, no hay que confiarse: los cambios pueden indicar un riesgo. Algunos fármacos (diuréticos, anti-inflamatorios, antibióticos, medicamentos para trastornos cardíacos, etc.) pueden aumentar el efecto del sol sobre la piel. Personas que han recibido trasplantes de órganos o quienes han realizado quimioterapia o radioterapia deben cuidar particularmente su piel del sol. Conocer la propia piel y revisarla en forma periódica. Si aparecen manchas nuevas o que se hayan modificado, consultar al dermatólogo.

 

Medidas protectoras

  • Evitar exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas.
  • Usar en forma habitual (cada 2 horas) cremas protectoras solares que bloqueen radiación UVA y UVB, de calidad reconocida y cuyo factor de protección solar (FPS) sea mayor a 30.
  • Ponerse a la sombra.
  • Camisas con mangas largas.
  • Anteojos con filtro UV certificado.