El Jefe del Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios, Carlos Ullúa, brindó en Actualidad algunas recomendaciones para prevenir accidentes por inhalación de monóxido de carbono, teniendo en cuenta que esta es la época del año propicia para que este tipo de cosas ocurran.
«Es un agente muy peligroso que no tiene olor, ni color, tampoco gusto y, a veces, cuando los artefactos no están funcionando muy bien, son un enemigo en silencio. En esta época de frío, todo aquel ciudadano que tiene un artefacto derivado del petróleo (puede ser gas o kerosene, entre otros), tiene que hacer revisar el funcionamiento de cada uno de ellos antes de comenzar con la temporada de frío», sostuvo Ullúa.
«También las estufas a leña, que tienen combustible y madera; y todo emana monóxido de carbono si no tiene una buena combustión -destacó-. Para esto hay que hacer una buena verificación de cada cosa para que, cuando empiece el frío, todo esté funcionando de manera perfecta y que no haya problemas».
Ullúa mencionó los síntomas que provoca la inhalación de monóxido de carbono, con algunas diferencias respecto a otras patologías de esta época del año, «porque no irrita vista ni nariz, por eso se dice que es un enemigo silencioso. Lo que sí produce es dolor de cabeza y mareos. Ante estos síntomas, obviamente lo primero que hay que hacer es ventilar el ambiente, cerrar el gas y acudir lo antes posible a un centro asistencial para que puedan atender a la persona».
«El monóxido mata -sostuvo el Jefe del Cuerpo Activo de Bomberos-. Es muy peligroso si tenemos espacios muy cerrados, donde no se controlan los artefactos. Hay que prestar atención a las llamas, que sean bien azules, no amarrillentas ni naranjas. Prestar atención si se produce hollín, porque si eso pasa es que está funcionando mal y obviamente está emanando monóxido. Todo esto hay que tenerlo en cuenta y ver a un matriculado cuanto antes, para que pueda darle solución».
Ullúa recordó la importancia de la ventilación y tener rejillas para ello, «que estén controladas, porque a veces las aves suelen hacer nidos y tapar chimeneas, por ejemplo. Hay que controlar todo antes de la temporada. Debemos prevenir».
Y aportó algunos números en este sentido. «Se estima que cada cuatro horas hay en el país una persona intoxicada de monóxido de carbono. Hay que tenerlo en cuenta, es muy riesgoso; y se puede prever con limpieza de calefactores y de chimeneas. El año pasado en Argentina hubo 1.600 personas muertas por esta causa. Hay que darle mucha importancia», concluyó.
