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General Villegas
jueves, 28 marzo, 2024

Claro, contundente y lapidario: un Cachanosky auténtico

El economista liberal Roberto Cachanosky disertó en la tarde de este viernes sobre la «Situación económica actual y perspectivas», convocado por la sede local del Instituto República, que preside la concejal Romina Domínguez Carvalho, de Juntos.

A lo largo de poco más de una hora, Cachanosky trazó un oscuro panorama del presente económico, político y social de la Argentina; al tiempo que mencionó las vías de escape de un futuro que avizora caótico: derribar todas las estructuras del populismo y subirnos de manera decidida al tren donde viaja el Primer Mundo.

El economista, uno de los más consultados por los medios nacionales a la hora de dilucidar los laberintos de la crisis, ya había sido contundente en la nota radial que le concedió a Actualidad en la previa de su visita a General Villegas.

«Estamos volando hacia el 85 por ciento de inflación anual, sin actualizar tarifas, por lo que no me sorprendería que llegáramos a los tres dígitos», lanzó tras ser presentado.

«El gasto público está por encima de la inflación. Hay una emisión desbordada y un desparramo de distribución de plata que es inmanejable. Venimos a 150 kilómetros por hora, viene la curva, y Cristina pide que aceleremos a 300», sentenció mientras apoyaba su palabra en los datos visuales de un proyector.

En diálogo con Actualidad había cargado sobre «la contabilidad creativa del Banco Central, que no tiene dólares, pero que declara que tiene treinta y ocho mil millones de dólares, pero no son del Banco Central, sino deuda que tiene con los depositantes en dólares de los bancos, o sea un invento del swap con China», denunció.

Una a una fue demoliendo todas las políticas públicas del kirchnerismo y sus resultados: desempleo, falta de dólares para producir, exceso de empleos públicos,, tarifas pisadas, inflación, emisión desbocada, inexistente nivel de reservas, Banco Central colapsado, etc. «Estamos quebrados», sintetizó.

«Argentina va hacia la combinación de dos crisis. Esto ya pasó, con Gelbard, en los 70, que derivó en una situación que sinceró Celestino Rodrigo… El Rodrigazo. Podemos terminar en algo parecido. Y la otra crisis, en el 89, con el Plan Bonex», alertó a los presentes.

En lo político, insistió que «esta gente ya no puede revertir la situación, porque no tienen credibilidad, ni el presidente, ni la vicepresidente, ni el gobernador de la provincia de Buenos Aires, ni Máximo Kichner, ni Massa», para concluir que ve difícil que el gobierno de Alberto y Cristina Fernández llegue encauzado al 2023: «Se ve un tránsito de un año y medio muy difícil en estas condiciones, porque no van a poder revertir la situación y, si siguen ellos, van a a profundizar la crisis y la gente lo va a pasar cada vez peor. Llamen a elecciones anticipadas para que la gente sufra menos», les pidió.

¿Su receta? Simple. «Que todo el mundo trabaje y viva de su trabajo. Argentina se construyó con la cultura del trabajo. No con la dádiva. Hay que dejar de sembrar odio, de decirle a la gente que le va mal porque a otros le va bien. Basta de privilegios, de gente que quiere vivir del trabajo ajeno. Y en eso incluyo a empresarios, gremialistas, asociaciones profesionales, etc. Basta de querer sacarle todo al Estado. Basta de conflictos permanentes», concluyó.