El objetivo de esta columna es escaparse de la clásica nota política y conocer de cerca a la persona. En otras palabras correr el foco del político y centrarse en el vecino. Para ello, Actualidad confeccionó un cuestionario con el objetivo de conocer más íntimamente a los concejales. Hoy es el turno de César Julián, legislador del Frente de Todos.
César Julián, concejal del Frente de Todos, ha tenido un año de mucha exposición en redes sociales y medios de comunicación. Su constante peregrinación por los pueblos, barrios y diferentes instituciones lo hicieron protagonista de un año raro que, sin ser electoral, dejó mucha tela para cortar en lo político.
Sin embargo, el objetivo de esta columna es ir un poco más allá para conocer a la persona, sus orígenes, su historia, sus pasiones, sus prioridades y sus gustos. ¿Qué lo llevó al lugar que hoy ocupa? ¿De qué trabajó antes de ser concejal?
Más allá del edil que ocupa una banca, hay una persona con sus intereses, formas de pensar y particularidades que la hacen única. La historia de César Julián está atravesada por lo rural y por el sacrificio para salir adelante: vivió en el campo, asistió a una escuela rural y luego fue alumno de la Escuela Agraria, institución donde actualmente trabaja.
Diario Actualidad: ¿Dónde y cuándo naciste?
César Julián: Nací el 9 de junio de 1985. Una mañana muy helada según cuenta mi vieja, en la localidad de Ameghino. Mis viejos tenían un Siam Di Tella que no arrancaba y yo estaba a punto de nacer, los vecinos los ayudaron a que arranque el auto y mi tío se quedó a cuidar a mis hermanos.
DA: ¿A qué colegios fuiste (primaria y secundaria)? ¿Qué te gustaba hacer? ¿A qué jugabas? ¿Cómo describirías esa etapa de tu infancia y adolescencia?
CJ: De todos mis hermanos, soy el más chico, el cuarto. No fui al jardín, no había en el campo. La escuela primaria la hice en la Mariano Moreno Volta N° 33 y la secundaria en la Escuela Agraria de General Villegas.
DA: ¿Cómo era tu familia? ¿Cómo estaba compuesta? ¿Qué hacían tus padres?
CJ: Mi familia estaba formada por mi mamá y mi papá que falleció en 2008. Tengo, un hermano de 46 que vive en el campo, mi hermana de 45 y otro hermano de 40. Mi hermana es ama de casa y tiene una verdulería.
Papá y mamá siempre fueron tamberos. Cuando recién se conocieron eran puesteros en la estancia «La Sirena».
Mi padre tenía caballos de doma. Los domingos íbamos a jineteadas con toda la familia. Era un ritual. Ahora mi mamá es jubilada. En el 2008 falleció mi padre de un tumor en un riñón. Una enfermedad larga.
DA: ¿Te fuiste a estudiar? ¿Qué y dónde?
CJ: En 2001 me quedé en el tambo de la escuela, no tenía en ese momento la posibilidad de irme a estudiar a otro lugar, así que empecé un terciario técnico de administración agropecuaria en 2005. Cursé durante tres años, pero hacía mucho sacrificio. Me levantaba a las dos de la mañana para ir al tambo. Me acuerdo que comía en mi autito mientras iba a mi casa para ganar tiempo.
DA: ¿Y tu historia laboral? ¿Cuál fue tu primer trabajo? ¿Qué otros trabajos hiciste? ¿Ahora –además de ser concejal- de qué trabajas?
CJ: Al renunciar el tambero en la escuela, me ofrecen trabajar en el tambo hasta que consigan otro. Me quedé 5 años en el tambo. Y hasta ahora nunca me fui de la Escuela Agraria.
En 2007, ya cursando, salieron unos cargos de Maestro de Sección. Y le digo al Director, sabiendo de los cargos, si podía agarrar alguno. Y me anoté y tomé un cargo. Estaba muy feliz, lo contento que estaba, porque las heladas en el tambo eran difíciles. Quería dormir de corrido a la noche.
Dejé el tambo, pero seguí viviendo en la escuela como docente de 2007 a 2009. En 2010 tomé otro cargo.
DA: ¿Cuál dirías que es o fue la etapa más feliz de tu vida y por qué?
CJ: Diría que ésta es la mejor etapa de mi vida, tanto a nivel personal por la familia que pude construir junto a Silvina y nuestra hermosa hija Agustina, y también porque estoy dónde quiero estar. Me gusta vivir en Villegas y me gusta ser concejal, recorrer los barrios de nuestra ciudad cabecera y los pueblos del partido, ver qué necesitan los demás.
DA: ¿Hay algo que tengas pendiente?
CJ: Por ahí me gustaría que mi familia siga creciendo, sueño con un hermanito para Agustina.
DA: Si pudieras cambiar algo de tu vida (en cualquier ámbito de tu vida): ¿Qué cambiarías? ¿Te arrepentís de algo?
CJ: La verdad no me arrepiento de nada, ni de lo bueno ni de lo malo. Creo que cuando la vida te golpea uno aprende de eso y tiene que reflexionar para ser cada vez mejor persona. de mi vida no cambiaría nada, está bien así como está y agradezco por eso todos los días.
DA: ¿Qué tipo de música escuchás? (Género y artistas preferidos)
CJ: Me gusta mucho el folklore, rock, el cuarteto también me encanta. Últimamente escucho mucho Abel Pintos, la Negra Sosa, Víctor Heredia, Rodrigo.
DA: ¿Leés? ¿Qué te gusta leer?
CJ: Leo muchas cosas sobre el campo y la producción, eso es un tema que me gusta y me mantiene interesado. Leo también todos los días los principales diarios para mantenerme informado y escucho las radios locales mientras voy camino a la escuela.
DA: ¿Mirás televisión? ¿Preferís televisión o una serie de Netflix? ¿Qué ves?
CJ: Miró los noticieros y no mucho más, y en Netflix me gustan los documentales o biografías, no me enganchó con cosas de ciencia ficción y eso.
DA: ¿Cómo te definirías?
CJ: Y… Siempre me defino como un tipo humilde, buen esposo, padre, amigo y compañero pero habría que preguntarle a ellos.
DA: ¿Cuáles son tus prioridades: qué es lo más importante del mundo para vos?
CJ: Mi hija Agustina.
DA: ¿Cómo es tu ideal de vida? En otras palabras: ¿Cómo te gustaría que fuera tu vida?
CJ: Así como me considero alguien humilde no tengo demasiados ideales, sí me gustaría seguir creciendo profesionalmente y políticamente, pero así como está mi vida viene muy bien, no tengo quejas.
DA: ¿Cómo te imaginas de acá a 10 años?
CJ: Ojalá siga ayudando a los demás a que puedan tener una vida mejor, ese es mi objetivo.
DA: ¿A quién admirás y por qué?
CJ: A mis padres por qué me enseñaron a ser solidario con los demás.
DA: ¿Cuál es tu pasión?
CJ: Y… diría que la política, la docencia y el campo son mis grandes pasiones.
Siempre sentí la necesidad de ayudar a los demás. Eso me lo transmitió mi viejo.
DA: Si solamente dependiera de vos: ¿Qué proyecto elaborarías porque consideras que Villegas lo necesita urgentemente?
CJ: Es una pregunta difícil porque siempre pienso a la política como un espacio colectivo, es muy difícil imaginar un escenario sin tener en cuenta eso y también porque soy muy respetuoso de las leyes.
Villegas necesita urgentemente un plan de desarrollo productivo que genere empleo y oportunidades. Creo que la gente está cansada de escuchar siempre lo mismo y de que le prometan cosas y al final siempre tienen el mismo problema.
La política necesita renovarse, necesita de jóvenes y también de propuestas concretas.
Esto que cuento de no haber tenido oportunidades para irme a estudiar no solo me pasó a mí, sino que es algo que le pasa a los jóvenes en general. Así como también la falta de trabajo. Sueño con que los villeguenses consumamos la leche que producimos en nuestros campos, las mieles que se producen en las colmenas, la carne de nuestro ganado… que sea un polo de producción y de referencia en la provincia.
DA: Si solamente dependiera de vos: ¿Qué cambiarías para modificar la realidad de Villegas (áreas del gobierno, funcionarios, una nueva carta orgánica, mentalidad de la gente, cualquier cosa que te parezca)?
CJ: Como digo siempre, yo no quiero ser cómplice del retroceso que está teniendo General Villegas. ¿Esto qué significa? Que los concejales no debemos mirar para otro lado y tenemos que marcarle al gobierno municipal cuáles son las falencias.
El gobierno de Campana no le da prioridad a los problemas de los vecinos y las vecinas. Necesitamos que se ocupen de la mejora de las calles, las cloacas y en el agua potable y no solo en la ciudad cabecera sino en cada uno de los pueblos de General Villegas.
DA: ¿Y en el país?
CJ: Me gusta mucho la línea que viene transmitiendo Alberto de pensar al país desde la reconstrucción pero también como un país federal. Parece mentira que tengamos que seguir aclarando eso, pero poner a la Argentina de Pie es más que un slogan, es pensar cómo salimos del endeudamiento, de la pobreza y de la desigualdad.
Creo que ha sido un año muy difícil, pero que vamos por el camino correcto, descentralizar, pensar que el país existe más allá de la Capital Federal, conseguir financiamiento para obras en todas las provincias, gestionar un plan de vacunación para todos y todas no me parece poca cosa. También mucha gente este año pudo crecer gracias a Pro.Crear. Siempre faltan cosas, porque es un país muy grande y con muchas necesidades pero confío plenamente que vamos a ver resultados cada vez más positivos.
DA: ¿Con qué político (actual o histórico) te identificas? ¿Por qué?
CJ: Admiro a Perón y a Evita. Lo tengo desde que milito. Mis viejos decían siempre que eran peronistas, pero no eran muy de la política. Tenían conciencia de clase. Por convicción.
No entendía nada de política, me despertó de grande, pero eso obviamente me fue marcando. Estaba guardado y afloró con Néstor. Con esas políticas que cobijaron a mis hermanos, a mi familia. Después me di cuenta que la política era una herramienta de transformación, pero cuando veo que lo que hago tiene impacto, te dan ganas de seguir hacia adelante.
DA: ¿Cuál consideras que es la mayor injusticia en este país?
CJ: Siempre digo que en un país con tantos recursos, tanta tierra la mayor injusticia es la pobreza. Es saber que hay gente que tiene necesidades. En segundo lugar también la falta de vivienda y de oportunidades de empleo.
DA: ¿Cómo sería el país ideal para vos?
CJ: El país que yo sueño es un país donde todos podamos tener igualdad de oportunidades. Dónde haya educación, acceso a la salud, al trabajo y a la vivienda.
