Daniel Cepa, secretario de Planificación y Desarrollo Territorial, fue consultado por FM Actualidad en lo que respecta a la reactivación de la obra de las viviendas de Coronel Charlone. También habló de la desfinanciación del Instituto de la Vivienda y de las cuotas que se pagan por algunos planes (a las que calificó de «irrisorias»).
El funcionario destacó que la Municipalidad tomó el compromiso de finalizar esas viviendas que hace años están inconclusas. Pero, además, subrayó como muy valioso que se haya reconstituido el diálogo con la Provincia. «Desde octubre del año pasado no habíamos podido avanzar con algunas certificaciones pendientes y otras por ejecutar. Tener este diálogo significa que podemos avanzar con las certificaciones. Los adjudicatarios en todo su derecho reclamaban una respuesta y ésta es la respuesta», manifestó.
A las viviendas no les falta mucho para ser entregadas, solamente restan algunos detalles como marcas en los revoques, terminaciones de cerámicas, colocación de aberturas interiores y las veredas. «Fuimos con equipamiento de Servicio Urbanos y reconstruimos los terrenos que estaban desnivelados, sacamos las plantas que obstruían el acceso vehicular. Hay que colocar algunos tubos en algunas casas donde las calles son de tierra. Además falta el revestimiento, que es la licitación más grande. Calculo que para julio estaríamos trabajando en esa licitación, después depende de la empresa empezar», señaló Cepa.
El eterno problema de la vivienda
La falta de un programa de vivienda fue lo que siempre se le criticó a la gestión Campana. Lo cierto es que desde el gobierno provincial de María Eugenia Vidal tampoco bajó ningún plan para construirlas.
Desde el municipio se optó por el Círculo Cerrado de viviendas como una opción viable, aunque son pocas las casas teniendo en cuenta la enorme demanda habitacional de nuestro distrito.
«El círculo cerrado es interesante porque es una rueda que sigue funcionando y le puede llegar a mayor cantidad de gente. La necesidad que hay en el Partido supera las 500 viviendas. Necesitamos de planes más amplios, que vengan de Nación y Provincia», señaló Cepa.
El gran problema es que el Instituto de la Vivienda se ha desfinanciado con los años, en parte porque faltó inversión estatal y también porque se entregaron viviendas a cuota fija (desactualizada con el paso del tiempo y la inflación) que muchas veces ni siquiera se cobran.
«Las cuotas son irrisorias y están congeladas. No es la rueda que tenemos que tener pero así fue implementado. Por eso el Instituto está como está: no tiene fondos, no tiene presupuesto y no tiene recupero», remarcó Cepa.
