El arquero surgido en Eclipse jugará en el fútbol australiano, luego de su paso por tierras neerlandesas. A la espera de la confirmación sobre su nuevo club, Emilio pasó por los micrófonos de OVACIÓN para hablar de todo: sus primeros pasos, vida personal, fútbol europeo, ascenso y próximos objetivos.
En primer lugar, recordó su debut de la Primera de Eclipse, con tan solo 15 años: «Fueron años muy lindos y de mucho trabajo. Tuve la suerte de que se dio todo muy rápido y estábamos bien acompañados».
Asimismo, aseguró que «el fútbol es bravo», pero «siempre intenté ir detrás de mis metas con sacrificio y esfuerzo». Y agregó: «Hay un montón de cosas que para mi fueron aprendizajes de vida invaluables».
Al ser consultado, Emilio aseguró que el club donde más cómodo se sintió en lo deportivo fue Gimnasia de Concepción del Uruguay. «Me agarró en una muy buena edad. Coincidí con un grandísimo entrenador de arqueros y la verdad que ese año fue muy lindo».
Mientras tanto, en lo personal no pudo optar por ninguna experiencia porque «todas tuvieron lo suyo, es difícil elegir una». Además sostuvo que, en lo extrafutbolístico, todos los recuerdos son positivos.
Por otra parte, contó una particular diferencia entre el ascenso holandes y argentino: «En Países Bajos terminaba el partido y te tomabas una cerveza con el rival. En Argentina ganábamos de visitante y nos quedábamos una hora encerrados para que no nos tiren piedras al colectivo».
Actualmente, Emilio se siente «bien, fuerte y optimista». También dijo que: «Siempre intento ver lo positivo, el ascenso es muy complicado y las canchas son duras».
La idea del arquero es entrenar en Países Bajos y luego jugar en Australia, algo que ya estaría bastante encaminado. De todas formas, afirmó que para eso debe llegar en buena performance.
Por último, hizo hincapié en su relación amorosa con una joven holandesa: «La conocí en uno de los tantos paseos por Europa. Con ella programamos un viaje por América Latina y por suerte lo pudimos completar. Es muy futbolera».
