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miércoles, 24 abril, 2024

EN SU AUTOBIOGRAFÍA LA PRODUCTORA DE AMERICA TV LILIANA PARODI HABLA DE SU INFANCIA EN VILLA SABOYA

Infobae publica un adelanto exclusivo de la reveladora autobiografía de Liliana Parodi, gerenta de programación de América: una niñez dura, la búsqueda desesperada de su padre y el éxito.

La reconocida productora del canal América presentó «En vivo. Autobiografía de una mujer de la televisión». En esta nota, el adelanto de los mejores fragmentos de dos capítulos imperdibles que descubren parte de su historia de vida y coraje.

Liliana Parodi, luego de 30 años marcando el destino de la televisión argentina detrás de cámara, abrió su historia de vida y sus sinsabores como mujer en un ambiente dominado por hombres. Un  libro profundamente inspirador y cargado de información de primera mano.

Para Liliana Parodi el detrás de cámara es su lugar en el mundo. Originalmente le brindó protección y ella lo convirtió en un espacio confortable y luminoso. Lo supo convertir en virtud. Pasaron 30 años de trabajo y de una carrera profesional constante, metódica y dedicada en la televisión argentina, con el frenesí vertiginoso y propio de los medios de comunicación. Y que a primera vista tanto la separan de aquella niñita sensible y brillante que creció y se formó en una casita del pueblo de Villa Saboya, cerca de General Villegas, uno de los tantos en la Provincia de Buenos Aires,  y a la que le costó «sacar la cabeza del montón».

Pero a fuerza de golpes familiares, de una paciencia que ni ella misma sabía que disponía como atributo, de un gran poder de superación y de una actitud incansable ante la vida, la «peque» Lili  llegó a ser «la Parodi», una mujer talentosa y decisiva en la televisión a la que todos respetan.

Justamente allí reside el gran aporte de este libro: no hubo transformación alguna, se trata de la misma Liliana. Esa niña tierna y vulnerable, hoy cobijada por los años y la experiencia, es la misma mujer talentosa, en el podio de las hacedoras de la TV argentina.
En vivo. Autobiografía de una mujer de la televisión (Editorial Planeta) es la flamante autobiografía que acaba de editar Liliana Parodi, y no podía llamarse de otra manera. Y confirma que ella es una mujer absolutamente inspiradora por donde se la mire. Creadora de programas, equipos e ideas a lo grande, es decir: sin que se note «el hilván de autor».

“En vivo” es un libro apasionante y crudo a la vez. Parodi se atrevió casi de manera cronológica a desnudar su vida. Sin edición. Y además sirve para inspirar a todos aquellos que sueñan con triunfar en la carrera o trabajo que amen y elijan.

Parodi después de 30 años de trabajo en el Grupo América dedicó el libro a quienes la acompañaron en este largo camino: a su madre, a sus hermanos, a sus sobrinos (de los que habla con un amor incondicional como si fueran sus hijos); a Ulises, su gran amor. A Eduardo Eurnekian, Daniel Vila y Eliseo Álvarez. Reivindica en cada página el rol del productor, como un ideólogo/a fundamental de cualquier producto televisivo y reconoce haber sido una gran formadora de talentos de varias generaciones en la escena local.

El prólogo del libro lo escribió Eduardo Eurnekian, accionista principal de Corporación América y su admirado empleador: » (Liliana) es de otra época. Ella es «La Parodi», así se la conoce en el mundo televisivo y ha llevado ese nombre con mucha honra, altura y dignidad. La Parodi es un hito, una forma de hacer, un modo y, desde hace años, una estética. La Parodi tiene don de mando, da una orden y todos corren; La Parodi levanta la voz y todos escuchan. Ella piensa en modo televisivo y no existe acto de su vida que no pase por su «modo mental» de productora». (…)

CAPITULO  – YO LILIANA 
Imaginé que sería sencillo contar mi vida. Tal vez porque la gente me percibe como una mujer que no le teme a nada, una mujer arrasadora, avasallante. Pero, puesta a hablar acerca de mí, confieso que tengo algunos miedos. Por ejemplo, tengo miedo de las tormentas. También tengo miedo de llegar a la vejez y carecer de los recursos económicos para sobrevivir del modo que a mí me gusta vivir. Le temo a la difamación, aunque no sé si es exactamente miedo, pero me enfurece, por ejemplo, que inventen que robo.  (…)

(…) Le tengo más miedo al dolor que a la muerte. He tenido un par de amigos jóvenes que tuvieron que atravesar el proceso del cáncer y eso me afectó. Mi abuela también murió de cáncer. Por entonces, tenía 7 años y mi abuela, junto con mi mamá, eran las personas más importantes de mi vida. (…)  Recordar la muerte de mi abuela me conecta con mi infancia y con la sensación, que todavía conservo, de cómo lo supe.
Mamá se había casado con Parodi y nos habíamos ido a vivir a un pueblo de la provincia de Buenos Aires, cerca de General Villegas, que se llama Villa Saboya. La familia de Parodi vivía en la última casa del pueblo. (…)

(…) tenía siete años y era la que hacía los mandados. «Lili, andá a buscar la galleta (de campo) a la panadería. Y pasá por el almacén para ver si llegó algún mensaje».  Yo buscaba la galleta de campo en la panadería, y lo del mensaje me lo decían para que averiguara si había llegado algún recado desde Villegas; en ese caso, en el almacén me daban un papelito con el mensaje escrito para que lo llevara a mi casa.
Así que, ese día, abrí el papelito y, como ya sabía leer y escribir, pude leer: «Murió la abuela». Con mis siete años, crucé el pueblo en silencio, con la noticia fresca en el pecho: la abuela Nati había muerto. Ese día llegué a casa con el papelito, se lo di a mamá y ella se puso a llorar. El asunto era que, además, había que conseguir dinero para viajar los 80 km que separaban un pueblo del otro. En aquel momento, eso era una dificultad, que se agregaba al dolor de la muerte. (…)