El director del Hospital municipal, doctor Raúl Sala, habló con ACTUALIDAD sobre el servicio de neurocirugía que fue inaugurado en General Villegas.
«Tuvimos la grata sorpresa de que la Cooperadora, junto al grupo de jóvenes organizador del Gordo de Navidad, nos entregaron todo el material quirúrgico para poder hacer neurocirugías, con más de 50 piezas que estuvimos recibiendo para esto que tanto añorábamos y necesitábamos», sostuvo el profesional.
«Lo estábamos esperando para poder brindarle tranquilidad al ciudadano de General Villegas o al transeúnte que esté pasando por las rutas. Ojalá que nunca se necesite, pero teníamos que estar preparados por si realmente se necesita y no tener que salir corriendo para ningún lado», agregó.
General Villegas no contaba con un neurocirujano desde el año 2007, con la ida de nuestra ciudad y de la dirección del Hospital municipal del doctor Pablo Giulianelli.
«Yo en esa época era médico de policía y lo recuerdo. Un tipo muy comprometido, que había realizado en forma informal y con lo poco que tenía algunas neurocirugías, que fueron altamente exitosas. Si bien uno tiene que prever que este tipo de intervenciones son de altísima complejidad, con una tasa de mortalidad muy alta, recuerdo al doctor que hasta incluso se tomaba el trabajo de hacer el tiempo craneal, cuando yo tenía que venir a realizar alguna autopsia, para seguir reforzando sus conocimientos, en forma macroscópica, de lo que es un cerebro», sostuvo Sala.
«Es una pérdida que se lamentó muchísimo -continuó-. Fue un excelente médico que falleció lamentablemente muy joven. No se el motivo por el cual se dejó ‘escapar’ a semejante profesional de General Villegas. No recuerdo el tiempo que ejerció aquí, creo que fueron dos años, pero está demostrado que la persona de buena madera, que está comprometida con la comunidad y con su profesión, que actúa por vocación y con toda la honestidad del mundo, no necesita estar mucho tiempo en un lugar para hacer mella en una sociedad».
Hoy, varios años después, General Villegas vuelve a tener un neurocirujano. Su nombre es Juan Altamirano, «formado en uno de los mejores hospitales de neurocirugía y, de hecho, estuvo mucho tiempo encargado de la parte neuroquirúrgica del centro de la provincia de Buenos Aires. El residía en Tandil, hacía toda esa zona y viajaba todas las semanas a La Plata para operar», comentó Sala.
Y agregó que «decidió volver a su pueblo natal, que es Tres Algarrobos; y ahí fue convocado. Cuando yo estaba cumpliendo con una función política en Carlos Tejedor comenzó a trabajar allí; y cuando asumí como director automáticamente le propuse que me acompañe, no sólo por la complejidad sino para jerarquizar al Hospital».
«Empezamos entonces a gestar la posibilidad de hacer neurocirugías, se le planteó al Ejecutivo y éste, con buen criterio, decidió comprar un monitor especial con catéteres especiales, que es lo primero que tenemos que tener para hacer este tipo de intervenciones. Eso no existía acá, nunca se había comprado y con la colaboración del municipio, la Cooperadora y la ciudadanía que aportó en el Gordo de Navidad, tuvimos el orgullo de haber anunciado una nueva prestación de servicio», concluyó Sala.
