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viernes, 19 abril, 2024

Ingeniero es fútbol, y Duhalde las dos cosas

Durante los actos por el centenario de Ingeniero White de Banderaló, que tuvieron lugar el 9 de julio, hubo un alto para charlar con Nicolás Domingo Duhalde pero solo de fútbol, dejando de lado lo institucional.

Reconocido por sus pares como uno de los grandes dirigentes a nivel distrital, registra en su memoria buena parte de los grandes jugadores que se pusieron la camiseta del Rojo de Banderaló en los últimos 50 años.

«Hay cuatro jugadores que estuvieron en la selección Argentina antes de hacerlo en Ingeniero. El primero fue Orlando Juan Nappe, un volante central. Después tuvimos a Alfredo Cuervo, que El Gráfico recordó como uno de los jugadores más hábiles del fútbol argentino. Para nosotros es como si habláramos de Messi. Un fuera de serie. Un jugador de gran calidad y una enorme persona. También tuvimos a Osvaldo Guenzatti (ex Vélez, Atlanta y Chacarita) y a Godoy», recordó Duhalde.

«Antes era más fácil traer jugadores de Buenos Aires porque estaba la Primera A y la Primera B, donde había algún club que gastaba algo pero no demasiado. Los jugadores se tenían que pagar sus viáticos para ir a entrenar. No había regionales ni provinciales. Entonces, el que terminaba su carrera en primera la extendía en las ligas del interior», habló de un tiempo que ya no volverá, por la profesionalización creciente de nuestro fútbol, que incluye mercados en el exterior.

Duhalde recuerda un sinnúmero de futbolistas de renombre que pasaron por su club. ¿Cómo hizo Ingeniero para traer esas figuras? «Cuando entramos, en 1966, nuestro primer contacto fue la gente de Almirante Brown, por un vínculo con la familia Satragno. Después, a través de los mismos jugadores», comenta.

«Una vez, ya empezaba el campeonato y habíamos contratado un excelente número 9, pero faltando una semana nos llama y nos dice que lo habían llamado de Aldosivi de Mar del Plata. Un jugador que nosotros teníamos nos dijo que él podía recomendar un 9, que no tenía estatura pero era bueno. Fue cuando vino Sandro Novarese (Olimpo, All Boys, San Martín de Mendoza), un jugador tremendo», cuenta de quien considera, aunque con debajo de Cuervo, de los mejores de la historia de Ingeniero.

Otro caso significativo en la historia futbolística de Ingeniero es el de Eugenio Morel Bogado, un delantero paraguayo que después de pasar por Banderaló recaló en el Argentinos Juniors de Maradona y obtuvo la Copa América con su país, en 1979.

A lo hora de hablar de equipos se roba toda la atención aquel que ganó seis títulos seguidos: «En el 66 fuimos subcampeones detrás de Juventud, todavía por la Liga del Oeste. Después ganamos los torneos de 1967/68/69/70/71 y 72, estos dos últimos ya dentro de la Liga de General Villegas. Después tuvimos otros muy buenos, en la época de los Tracey, Benavídez, Campos y tantos otros. Hablando de los Tracey, el Tano le ganó por un gol a Patricio. 111 a 110 con la camiseta del Rojo».

Se podría hablar horas de fútbol y de Ingeniero con Nicolás Duhalde, que se hace tiempo para bregar por la vuelta del fútbol a las canchas. «Sobre todo por los chicos. Hay que cuidar la parte social, los chicos tienen que jugar», enfatiza. El dirigente sigue en pie.