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jueves, 28 marzo, 2024

Juan Tula: «Todavía me sigo preguntando para qué fuimos a esa guerra»

En el 38° aniversario de la partida del ARA General Belgrano hacia la Guerra de Malvinas, Juan Tula contó cómo vivió ese momento. También hizo mención al trágico hundimiento del 2 de mayo de 1982, cuando más de 300 de sus tripulantes perdieron la vida.

En la jornada de ayer se cumplió un nuevo aniversario del día en el que el ARA General Belgrano zarpó hacia la Guerra de Malvinas. Formaban parte de su tripulación el villeguense Fabián Siri, que perdería la vida en el hundimiento de esa emblemática embarcación, y el banderolense Juan Tula quien, 38 años después, nos contó cómo fue esa experiencia que lo marcaría par el resto de su vida.

«Es algo que no se puede olvidar. Se perdieron tantas vidas, tantos amigos. El 16 de abril de 1982 zarpó el barco y no sabíamos a dónde íbamos. Lo único que sabíamos es que la guerra ya estaba. Navegamos, estuvimos en la isla de los Estados, cerca de Ushuaia. No sabíamos el destino, era una sospecha porque todos los otros barcos ya habían zarpado. Iba junto a Fabián Siri. Eramos amigos. Nos conocimos de chicos porque él jugaba en Sportivo y yo en Juventud. Siempre viajábamos juntos, era un gran amigo», comentó Tula en diálogo con FM Actualidad.

El banderolense era artillero, cubría guardias de 8 a 12 y Fabián lo hacía de 12 a 16. «A Fabián lo agarró justo en un cambio de guardia porque esto pasó entre las 16 y las 17. Fabián justo estaba en la cuarta cubierta. Se habían levantado las guardias y habíamos salido de las 200 millas de la zona de exclusión. Yo fui al comedor a tomar la merienda cuando fueron los torpedos. Se puso todo oscuro, griterío, se prendió fuego, todos fuimos a cubierta, a esperar la orden del comandante. Yo no tenía mi salvavidas, pero igual decidí tirarme», relató.

«Es algo de lo que cuesta recuperarse. Yo estuve mucho tiempo para largar lo mío. El apoyo que tuvimos cuando volvimos no fue bueno. Tuve que terminar el servicio militar porque me quedaban dos meses. Todo siguió como si no hubiese pasado nada. En Buenos Aires la sociedad nos hacía a un costado. No podíamos usar la ropa de ex combatiente. La sociedad no fue buena con nosotros. Desde el año ’92 fuimos reconocidos y ahora estamos bien. Algunos chicos se suicidaron y otros nos apoyamos en la familia o en los Centros de ex Combatientes, donde cada cual pudo largar su historia», afirma el Veterano de Guerra.

Para las nuevas generaciones de argentinos, el conflicto bélico de las Islas Malvinas es algo que se estudia en las escuelas. Pero Juan Tula fue un protagonista y lo vivió desde adentro. Cada 16 de abril recuerda esa sensación de incertidumbre que sintió al embarcarse con destino incierto con la compañía de amigos que ya no volvería a ver. Una experiencia que marcó su vida para siempre.