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sábado, 20 abril, 2024

Julián Brea, esfuerzo y sacrificio adentro y afuera de la cancha

El delantero de Sarmiento, que debutó profesionalmente en el triunfo ante Aldosivi con tan solo 18 años (año 2018), está pasando un gran momento tras consagrarse campeón de la Copa de la Liga en el torneo de reserva. En la final contra Boca -en la que el «Verde» se impuso por 2 a 1- el charlonense marcó el gol del empate transitorio. Su historia de vida fue reflejada por el diario La Verdad de Junín.

 

La última y vibrante victoria de Sarmiento, por uno a cero ante Aldosivi de Mar del Plata en el estadio Eva Perón, le sirvió al mundo Verdolaga para ilusionarse con dar pelea hasta el final del certamen, con el objetivo de alcanzar el ascenso directo a Primera División o en todo caso, ubicarse lo más alto posible de cara al reducido, por el segundo boleto a la elite del fútbol argentino. No obstante, para el juvenil Julián Brea el 24 de marzo de 2018 quedará marcado a fuego en su memoria, ya que con tan solo 18 años, luego de mucho sacrificio y constancia, debutó profesionalmente con la camiseta del Verde, pudiendo de esta manera lograr el sueño que tuvo desde que nació.

La emoción, también se trasladó a su mamá Liliana, sus hermanas Micaela y Ayelén, su novia Camila y su pequeño hijo Francisco de tres años, quienes forman su familia y se convirtieron en eslabones fundamentales, para que él pueda dar el gran salto. Seguramente, en el minuto 30 del segundo tiempo, cuando vieron a “Juli” con el número 14, dialogando con el entrenador Iván Delfino, al lado de la línea de cal, se les escurrieron algunas lágrimas y el corazón les latió mucho más fuerte.

Está claro, la situación no era para menos, ya que el gran esfuerzo de ellos también se vio reflejado, exactamente cuando el cuarto árbitro levantó el cartel lumínico, dando la orden del cambio por el atacante Nicolás Miracco.

Y como si fuera poco, Julián solamente tardó unos minutos para mostrar destellos futbolísticos, que describen a un joven con verdadero hambre de gloria. Se asoció bien con los delanteros, manejó contraataques, tiró un caño y en una acción sobre el final del segundo acto, dejó pagando al defensor Alan Alegre, que con una gran impotencia por no lograr pararlo desde que ingresó, le pegó una fuerte patada, vio la segunda amonestación adjudicada por el colegiado Pablo Dóvalo y se fue expulsado.

La historia de Brea no es una más, sino que por el contrario, habla por sí sola por la madurez que contiene. Nació en Tres Algarrobos, ciudad ubicada en la provincia de Buenos Aires, pero luego con solamente tres años, se fue a Coronel Charlone junto a sus familiares, donde comenzó a jugar al fútbol, precisamente en el Club Atlético Charlone y debutó en Primera con quince años, demostrando que ya estaba para cosas grandes.

Luego, a los dieciséis llegó a Junín para calzarse la casaca Verdolaga y estuvo jugando medio año en la liga local, alternando entre Cuarta y Primera, debido a que no terminaba de llegar su pase a nuestra ciudad. Sin embargo, cuando se concretó finalmente el traspaso, comenzó a jugar en la Quinta que disputaba los torneos organizados por AFA.

El buen rendimiento en dicha categoría, hizo que el entrenador Patricio Hernández posara su atención sobre él y por ello jugó en la Reserva un mes, para rápidamente saltar al plantel profesional, precisamente cuando Iván Delfino lo observó por primera vez en una práctica de fútbol. “Me dijeron que siga entrenando con el plantel hasta que ellos me digan y todavía estoy entrenando”, recordó el pibe con tono risueño.

Vale destacar que el futbolista de pequeña estatura, pero muy atrevido, encarador, veloz y con una gran calidad para manejar la pelota, fue citado para integrar nada más ni nada menos que la selección sub 20 de argentina, donde realizó movimientos tácticos junto a todos los profesionales del seleccionado mayor, entre ellos el mejor del mundo: Lionel Messi. “En los movimientos tácticos de fútbol me marcaba Gabriel Mercado”, contó Brea.

Julián Brea no solo se esfuerza dentro de la cancha sino también afuera, ya que concurre a la escuela nocturna para poder terminar el secundario.

El ansiado debut

En diálogo con «La Deportiva» del diario La Verdad, Julián Brea se refirió a los momentos previos antes de producirse su debut en Sarmiento y expresó: “Cuando me llamó el técnico para entrar se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero sabía que tenía que entrar y tratar de dar lo mejor. Delfino me dijo que entre tranquilo, que esto era fácil, porque ya viví algo más difícil afuera de la cancha desde que me tocó ser padre. Además, en cuanto a lo futbolístico me indicó que vaya contra Somoza y que mande a Passerini más arriba y alterne en el ataque con él”.

Plena confianza

En relación al diálogo que mantuvo con el experimentado mediocampista Guillermo Farré y el apoyo de los restantes futbolistas, el pibe de 18 años explicó: “Al principio estaba un poco nervioso, pero a medida que fueron pasando los minutos me fui soltando y agarré confianza. Farré me habló siempre, al igual que cuando me tocó ir al banco contra Chicago, siempre me da confianza, como todos mis compañeros”.

Sumar minutos

Consultado acerca de los minutos que estuvo dentro del terreno de juego, en la victoria por 1 a 0 ante Aldosivi de Mar del Plata en el estadio Eva Perón, Juli indicó: “Entré bien pero tengo que seguir mejorando. Desde chico soñaba con llegar a Primera, debutar en Junín y con toda la gente, fue hermoso. Ahora tengo que seguir entrenando y sumar minutos”.

Agradecimiento

Por último, el delantero Julián Brea no se olvidó de sus seres queridos y enunció: “Quiero agradecer a mi familia que me bancó siempre, me dio apoyo y al profe Ezequiel Carletti. Estoy agradecido a ellos”.