El pueblo más antiguo del distrito de General Villegas y la Provincia de Buenos Aires celebró el 30° Aniversario de la Biblioteca Pública, Municipal y Popular “Fortín de Gainza”. El acto protocolar estuvo encabezado por la delegada municipal, Daniela Mittino, la bibliotecaria, Camila Casco, y la coordinadora de Bibliotecas de los Pueblos del Partido, Gloria Scolari. Además, participaron personal de la Biblioteca, funcionarios del Departamento Ejecutivo, concejales, representantes de las instituciones de bien público y vecinos de la localidad.
En su discurso, Daniela Mittino señaló: “El sentido de pertenencia que tenemos todos los santareginenses de esta hermosa institución es maravilloso y es muy lindo que así suceda porque la sentimos nuestra y así la vivimos. Todos nosotros somos y fuimos parte de construir estos 30 años. El más arraigado de los instintos del ser humano es preservar nuestra cultura para el bien de las generaciones futuras y es ésta, precisamente, una de las funciones más importantes que cumplen las bibliotecas y la nuestra es el gran tesoro. Esta institución va más allá de sus funciones primordiales porque cumple un rol social muy importante que la hace aún más valiosa. Los invito a que sigamos en ese camino y así continuar construyendo la historia de nuestra Biblioteca, que nos identifica y es parte del ADN santareginense”.
Por su parte, la bibliotecaria Camila Casco dijo: “Recuerdo que hace 2 años, cuando vine a vivir a Santa Regina, en sus festejos por los 150 años vi la Biblioteca. Quedé maravillada y pensé ‘ojalá algún día pueda trabajar acá’. Nadie hubiera imaginado que ese sueño se convertiría en realidad y estoy completamente agradecida. Esta Biblioteca no solo representa mucho para mí, sino para quienes la vieron crecer. Es el fruto de años de trabajo y labores en equipo. Hoy, a poco más de un año de estar a puertas cerradas, es un placer poder celebrar su aniversario viéndola como siempre quisimos: a puertas abiertas y en comunidad».
Para finalizar, Gloria Scolari expresó: “Si hay una palabra que representa a esta Biblioteca es generosidad. De una persona que hace 30 años pensó que los chicos de los pueblos tenían los mismos derechos que los de la ciudad cabecera. Esa persona se llamó Susana Cañibano. Fue la bibliotecaria que armó las primeras bolsas de libros y las traía a la escuela, entonces las maestras fueron las primeras bibliotecarias del pueblo que prestaban los libros para que los chicos pudieran llevarlos a sus casas».
«Sin lectores las Bibliotecas no tendrían sentido. Esto nos lo demostró la pandemia: la Biblioteca estuvo cerrada y sin embargo seguimos leyendo. Entonces a la Biblioteca la creamos y la formamos los lectores. Y es un momento de agradecer también a la generosidad al mecenas que tuvimos en el pueblo que fue el señor Adalberto Cortesi que tanto, tanto, hizo por esta Biblioteca», concluyó Scolari.
