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General Villegas
viernes, 29 marzo, 2024

La furia de la naturaleza

La tormenta del lunes por la noche ocasionó incontables destrozos. Mientras en Villegas se ennegrecía el cielo con nubes amenazadoras y empezaban a caer las primeras gotas, las malas noticias venían desde Banderaló. Una fuerte pedrada (con piedras más grandes que un huevo) y violentas ráfagas de viento arreciaron la vecina localidad: a la altura de Las Alazanas se cayeron 5 postes, hubo rotura de árboles, techos, ventanas y también algunos animales heridos. Además, el temporal afecto el servicio de energía eléctrica y, por ende, el de teléfonos y agua.

Pero en General Villegas fue aún peor. Si bien la granizada fue leve, el viento huracanado provocó múltiples destrozos en diferentes puntos de la ciudad. En primer lugar el servicio de EDEN se vio afectado, puesto que las violentas ráfagas de viento causaron numerosos daños en el tendido eléctrico y algunos postes fueron arrancados.

Pero eso no fue todo: hubo al menos 10 voladuras completas de techos (principalmente en viviendas de la zona de La Trocha, Embarcadero y barrio Bonito) y otras tantas voladuras parciales. También se volaron parte de los techos de comercios como Petrolauquen y la estación de servicio Petrobras. En el Hipódromo también voló un techo y provocó destrozos.

La tormenta se ensañó, sobre todo, con los árboles. El paisaje de la mañana del martes eran ramas y gajos por todas partes. Pero también arrancó árboles de raíz, como el pino antiquísimo de ABSA (se estima que tendría 70 años) que se derrumbó sobre el edificio de Aguas Bonaerenses.

Eso no fue todo en la larga lista de daños: en la cancha de Atlético tiró 15 metros de tapial, también tiró un muro en Valdez y derrumbó parte de la mampostería de Urtiaga. El viento tiró columnas de luz (las de LED), destruyó una de las piletas que se exhiben en el acceso principal, arrancó de cuajo un portón de hierro y a un auto -frente al Colegio Nacional- la rama de un árbol le destrozó la luneta trasera.

Vidrios rotos, ramas por todas partes, árboles caídos, cables en la vereda, postes derrumbados, techos volados, chapas sobre las calles, el panorama era desalentador y asustaba. Poco a poco Bomberos Voluntarios, Defensa Civil, la Municipalidad y personal de EDEN comenzaron a ordenar, limpiar y reparar los destrozos que, en tan corto lapso y con tanta violencia, generó el temporal. Afortunadamente se trató nada más que de daños materiales y no hubo que lamentar víctimas fatales.