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General Villegas
sábado, 20 abril, 2024

La lluvia también causó inconvenientes en Cañada Seca y desde la Delegación piden empatía a los vecinos

La copiosa lluvia que cayó la semana pasada causó múltiples inconvenientes en Cañada Seca. Muchas calles se anegaron por completo y el agua entró en algunas viviendas, obligando a una familia a autoevacuarse. Por ese motivo desde la Delegación de dicha localidad emitieron un comunicado solicitando empatía a los vecinos ante la delicada situación que les toca atravesar.

«Desde la Delegación Municipal vamos a estar tapando alcantarillas del anillado para descomprimir las calles de la planta urbana (esto va a ser momentáneo). A medida que el agua vaya bajando en el pueblo iremos abriendo nuevamente. A nadie nos gusta tener el agua en nuestras propiedades, pero tenemos que pensar en las familias que corren peligro. La lluvia caída fue mucha en muy poco tiempo y el escurrimiento es muy lento. Por favor seamos solidarios y pensemos en favor de todos y no particularmente. Solicitamos no pasar por las callen comprometidas con agua si no es por necesidad porque, además de romperlas, provocamos que el agua suba a las veredas y esto perjudica a los vecinos que tienen el agua en sus puertas», dice el comunicado.
Actualidad dialogó con la delegada, Paola Luisetti, quien brindó un panorama de la situación por la que atraviesa Cañada Seca: «Fue en una semana. De un domingo hasta este fin de semana. Se llovió todo. En algunos campos pasó los 400 milímetros. Muchísima agua. Estamos rezando para que no llueva, para que le de tiempo al agua a escurrir.

Hay complicaciones en algunas calles. Va bajando, pero drena mucho desde la sección quintas. Los canales van completos para el lado de la laguna. Lleva tiempo, escurre pero no a la velocidad de la lluvia caída. Entonces eso complica un poco. Gracias a Dios la situación fue controlable. Una familia tuvo agua que le entraba a la casa por el patio y se fueron. Los lugares donde siempre se llena de agua estuvieron controlados por las bombas, pero fueron días intensos. Esperemos que nos de respiro», expresó.

La delegada destacó que: «La gente se pone a disposición, entienden la situación. Por ahí tenemos que cerrar alguna alcantarilla de la sección quintas para descomprimir un poco las calles del pueblo, porque la planta urbana es lo que siempre se prioriza. Pedimos que la gente no ande dando vueltas porque al pasar levanta el agua y los vecinos tienen el agua cerca y les da miedo que entre. Gracias a Dios la gente entiende y se ha puesto a disposición. Colaboran y entienden la situación. Todos estamos en la misma, llovió una cantidad que no esperaba nadie».

«Es muchísima el agua que hay, llovió en todos lados y el agua tiene que pasar. No queda otra. El escurrimiento no es rápido para toda el agua que viene, que es mucha. Lo único que agradecemos es que ahora estamos en verano y que los días de sol ayudan a que el agua baje un poco, los días son largos. Esperemos que no llueva unos días para que pase esta situación. La gente se desespera y es lógico. A cualquiera le desespera ver el agua en la puerta. Es entendible el enojo, pero no podemos cambiar el clima. Después el nerviosismo pasa a medida que el agua va bajando y que se va acomodando la situación, pero el momento es tenso», concluyó Luisetti.