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viernes, 19 abril, 2024

La locura de Jonathan Castillo y un sueño cumplido en tierras nórdicas

Pocos pueden no conocer a Jonathan Castillo, «Chula» para la gran mayoría. Un joven que supo reponerse a distintas situaciones para cumplir su sueño de viajar y «darle la vuelta al mundo» desde hace ya tres años.

De la mano de Esteban Mutuberría y «GPS, villeguenses por el mundo», el joven de 32 años, hermano de Catherine (que ya pasó por el programa), estuvo en los micrófonos y habló de todo sobre su estadía en Suecia.

Comienzos en la vida laboral

Sus primeros pasos los dio en Rosario, donde estudió Administrador Agropecuario hasta recibirse en 2012. «Mi profesión no la puedo definir, porque con este estilo de vida uno debe acostumbrarse a todos los rubros», dijo sobre su trabajo.

Más allá de su título, ha trabajado en granjas, como chef y como agente de ventas. «Es el estilo de vida que elegí».

«Limpiando la nieve en mi día de cumpleaños para poder hacer un asado. Acostumbrado a celebrarlo en verano allá, acá me toca palear».

Partida al exterior

La fecha de emigración al extranjero fue el 11 de marzo de 2020, dos días antes de que se desate el Covid-19; y vivió allí por un año y siete meses. El primer destino fue Suecia, específicamente Estocolmo; y 48 horas después todo el mundo cerró sus fronteras.

Fueron tres semanas en la ciudad antes de conseguir empleo en un Workaway, trabajos en granjas o cuidando niños a cambio de hospedaje y comida gratis. «En ese momento había que tratar de trabajar en cualquier lado, se hizo complicado por la pandemia», señaló.

Al recibir una respuesta positiva de la visa de trabajo, Jonatan se mudó a Tromso, Noruega (donde vivió Tamara Diez, otra joven villeguense de paso por el programa). En el transcurso de sus dos temporadas en Noruega, el joven aprovechó para vacacionar por varios países europeos como Irlanda, Reino Unido, Países Bajos, República Checa, España, Italia y Grecia.

Con Diego «en mi último día en Tromso, donde hacíamos sauna y nos tirábamos al agua congelada del mar».

¿En qué momento decidió viajar hacia el exterior?

El momento exacto en el que tomó la decisión de partir fue en marzo de 2019, un año antes de su vuelo definitivo. «Lo hice con tiempo para organizar todo ordenadamente, el tema de los pasajes fundamentalmente», expresó.

Sin embargo, contó que su sueño de vivir «afuera» se remonta a su infancia, donde deseaba vivir en el extranjero o en el interior de Argentina. «Cuando vivía en Rosario y me juntaba con un amigo, veíamos pasar los aviones desde el balcón y hablábamos de la ilusión de viajar por el mundo. Terminó siendo una obsesión para los dos, por suerte ambos lo logramos», recordó.

Jonathan está muy contento y conforme con su iniciativa, de la cual nunca se arrepintió, más allá de algunos «bajones por cansancio laboral».

Pese a que puede ser uno de los temas más complejos, el villeguense aseguró que comentarle la decisión a su familia no fue difícil, ya que está acostumbrada a nuevos proyectos. Tal como comentó Catherine (su hermana) en su paso por el programa, la familia es muy abierta a las experiencias y entienden estas decisiones.

Vida actual

Hoy en día, el joven vive en una zona rural de Suecia, cercana a Mjolby, una de las ciudades más importantes del país. «Me gusta mucho este lugar, estoy rodeado de bosques y lagos. Cada vez que salgo a caminar exploro algo nuevo», dijo.

Su vida laboral está dentro de los trabajos rurales lógicos por la zona donde vive. «Tenemos provisión de huevos en un invernadero gigante, donde producimos vegetales», indicó.

Planes para el futuro 

Por el momento su idea es quedarse en Suecia por varios años y crear un futuro con su novia sueca. «Tenemos en mente seguir viajando por Europa, pero no de la manera que lo venía haciendo, sino de forma vacacional», afirmó.

«En Suecia y Noruega, en la parte del centro, las veredas están calefaccionadas para que la nieva no se quede y se haga hielo. Así, con la calefacción, las veredas están limpias y sin hielo».

¿Qué se siente vivir en otro país?

«Chula» contó que vivir en otro país y, sobre todo en uno nórdico, fue chocante en un principio hasta la adaptación. También explicó que hay países europeos en los cuales un argentino puede sentirse más cómodo, como España o Italia, por su similitud cultural con el país albiceleste.

Pero los países como Noruega, Suecia o Finlandia son lugares donde se respeta el espacio personal de los demás y tienen una cultura mucho más fría. «Uno está acostumbrado a que en Argentina se trabaje de otra forma, pero en este país se hace de forma muy lenta y pacífica. Te hace poner nervioso», dijo entre risas.

El idioma fue uno de los temas más complicados de sobrellevar porque, si bien el oficial es el sueco, la gran mayoría habla inglés.

«Vivir acá fue algo que me cambió totalmente, desde un primer momento sentí que no me quería ir más», subrayó. La comida y la naturaleza también son muy diferentes en estas tierras.

Otra de las cuestiones que elogió Jonathan es poder viajar por Suecia en tren. «Eso es algo muy bueno, que no tenía Noruega». Y agregó: «Por supuesto que la estabilidad económica y tranquilidad mental que genera vivir en este país es asombrosa, la inflación es casi nula y los precios no varían».

Asimismo, destacó la impactante seguridad que persiste en el país. «Desde que estoy acá nunca he visto un robo ni mucho menos, esa tranquilidad de poder andar tranquilo por la calle es muy lindo».

Estocolmo, Suecia

¿Qué se extraña de Argentina?

Lo que más extraña Jonathan es la familia, los amigos y distintos «rituales o hechos» particulares como comerse un asado, jugar al fútbol, tomar una cerveza o ir a la cancha. «Son cosas que faltan y uno las necesita», añadió.

Popularidad de Argentina en Suecia

Según el villeguense, a los argentinos se los ve de manera divertida y son muy bien vistos, lo cual revalida el trato amigable hacia las personas del país.

Pero más allá de eso, explicó que suelen recibir muy bien a los inmigrantes, sean del lugar que sean. «Las personas son muy amigables y con los argentinos no es la excepción, porque somos confianzudos y eso es algo que ellos destacan», señaló.

Por otra parte, mencionó que se encuentra en permanente contacto con otros villeguenses que viven en el exterior como Diego Luna (con quien vivió), Tamara Diez, Federico Latorre, Alejo Cabezas, entre tantos otros.

Anécdotas

Su anécdota más latente en el exterior fue junto a Diego «Toquito» Luna. «Hicimos una especie de viaje despedida de Noruega y fuimos a un fiordo, alquilamos un auto para subir al lugar, que tiene 7 u 8 horas de viaje. Llegamos al mediodía y empezamos a subir, pero cuando nos estábamos sacando fotos se largó a llover y para colmo se hizo de noche, por lo que a la hora de bajar no se veía absolutamente nada y usábamos una linterna que funcionaba más o menos. Por suerte pudimos bajar bien, pero el lugar ya estaba cerrado, entonces tuvimos que dormir en el auto».

Su peor experiencia fue el fallecimiento de su padre, quien había visitado a Jonatan un día antes del vuelo al exterior, pero sufrió un accidente en el viaje de vuelta. «Fue muy chocante, pero mi familia me alentó a que continuara con esta experiencia», concluyó.

Suecia. «En el campo donde vivo, intentando instalar raíces propias con el mate y el asado en el piso».