22 C
General Villegas
martes, 23 abril, 2024

Le robaron 620 mil pesos de la cuenta bancaria

Una joven vecina de Trenque Lauquen cayó en la típica trampa de los estafadores que merodean las redes sociales y sufrió el saqueo total y completo de su cuenta bancaria cuando entabló contacto con un delincuente que usó un perfil trucho de Facebook al pretender vender un mueble usado. Iba a vender por 30 mil pesos y le robaron 620 mil de la cuenta.

La premisa, el ABC para no caer en estas trampas delictivas es sencilla, clara y concreta, y debe ser multiplicada en cada familia a personas de todas las edades: NO HAY QUE ACEPTAR IR A UN CAJERO AUTOMÁTICO Y SEGUIR INDICACIONES DE UN TERCERO O UN DESCONOCIDO POR MÁS AMIGABLE QUE SEA LA PERSONA DEL OTRO LADO O POR MEJOR NEGOCIO QUE SE PRENTENDA HACER.

“Hay muchos estafadores atentos a ver quiénes están vendiendo por redes sociales ofertando algo a la venta o queriendo comprar algo, normalmente por Facebook”, explicaron las autoridades policiales en diálogo con DataTrenque. Y subrayaron: “Estos delincuentes están al acecho de eso, ya saben cómo embaucar, y ese es su trabajo lamentablemente, y normalmente las estafas terminan con el ladrón guiando por celular a la víctima al cajero para hacerle hacer algunos movimientos y quedarse con el acceso directo a la cuenta, que luego la vacían”.

UN CASO CASI MILLONARIO: UNA CUENTA VACIADA

La vecina en cuestión tenía un mueble usado de su propiedad a la venta. Hizo el anuncio por su perfil personal de Facebook y entre los pretendientes apareció un supuesto vecino de Pellegrini interesado en hacer la compra.

Parecía que estaban de acuerdo y que el falso comprador había hecho la transferencia pagando para acceder al mueble. Pero surgió un inconveniente, o por lo menos esto fue lo que le hizo creer el ladrón a la víctima, y así arrancó el cuento del tío.

Le dijo que no podía completar la transacción, que había surgido algún inconveniente y para poder solucionarlo de manera más ágil sugirió intercambiar los contactos telefónicos. La víctima le pasó su contacto. Error. Y comenzaron a hablar por teléfono.

En el amable ida y vuelta, el delincuente encubierto en supuesto comprador logró que la víctima fuera hasta el cajero automático, siguiera las indicaciones y realizara una operación con ciertos pasos. Estos pasos permitieron al ladrón acceder a la cuenta y tomar posesión del homebanking.

Así fue que, con las claves y el CBU ya en su poder, el delincuente le vació literalmente la cuenta. Le arrebató en unos segundos los 620 mil pesos que tenía guardados.

La mujer intentó entrar a la cuenta pero no pudo acceder por un tiempo, hasta que finalmente y luego de varios intentos, entró. Ahí el saldo en 0 pesos. La habían estafado. Hizo la denuncia y se inició una causa judicial.

La clave es sencilla: evitar estas maniobras, no dar datos personales a desconocidos, y mucho menos entrar a un cajero con el celular en mano siguiendo indicaciones de terceros, la delincuencia está al acecho, lista para robar.