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jueves, 18 abril, 2024

Loly Iturria: «Hay que dejar de ser una barrera y pasar a ser un facilitador»

En el último día hábil del año Actualidad se puso en contacto con María Angélica Iturria, quien además de estar a cargo del área de Inclusión y Accesibilidad de la municipalidad, es la directora del Taller Protegido «Un Sol para todos» de General Villegas.

Loly, como la conocemos los villeguenses, manifestó que «hace un tiempo venimos dando forma a esta área de inclusión y accesibilidad y durante el año se pudo incorporar gente al equipo, para poder desarrollar las acciones y generar más propuestas para la comunidad.»

Del área de inclusión y accesibilidad forman parte El Taller Protegido y el Centro de Día de Villegas y también el Taller Protegido de Charlone, por lo que «todas las acciones tienen como una misma línea de pensamiento en cuanto al taller y en cuanto al resto de las instituciones», explicó.

Sobre la incorporación de gente al trabajo del equipo del área, la funcionaria señaló que «nos va a ayudar un poco a reflejar lo que se hace y el trabajo con la comunidad, que es el trabajo más duro, porque tiene que ver con sensibilizar a la comunidad sobre el lugar que ocupa la discapacidad en general, no solo en Villegas.»

Si bien considera que se ha avanzado bastante «con un trabajo muy arduo por parte de la familia y de los profesionales del área «el pensamiento de la gente sobre cómo se ve la discapacidad, aún falta falta bastante. Nuestro objetivo es entrar en cada una de las cabecitas de la población y explicar qué implica un trato igualitario, por qué somos todos diferentes».

«Falta una maduración de pensamiento en cuanto a la mirada, a la real mirada sobre la discapacidad»

«Falta una maduración de pensamiento en cuanto a la mirada, a la real mirada sobre la discapacidad», afirmó.

Por otro lado, además de la mirada, hay un obstáculo muy difícil de atravesar para las personas con discapacidad y sus familias. La burocracia y el incumplimiento de las obras sociales, las dificultades y requisitos a la hora de iniciar un trámite, la aventura infinita para lograr los certificados de discapacidad y la renovación periódica.

«La situación que viven las familias con hijos con discapacidad es difícil día a día» y «la idea es poder acompañar y amortiguar ese día a día. Poder asesorar y acompañar en la toma de decisiones», sostuvo.

La oficina de asesoramiento a personas con discapacidad funcionan en el Taller Protegido y  «realmente vemos cómo ha crecido a la demanda. Eso es bueno, porque la gente se acerca y se van resolviendo cuestiones cotidianas como sacar un pasaje», refirió Loly.

Si bien hay muchas cosas que mejorar, para Iturria, «el objetivo fundamental es la concientización y la comunicación. Durante este año capacitamos a empleados públicos y vamos a continuar el año que viene, abriéndolo a la comunidad.»

«Esta capacitación es un espacio de reflexión en el que los invitamos a ser una barrera o un facilitador para personas con discapacidad o quienes necesitan el apoyo de los demás. Estar atentos, estar abiertos a las necesidades de un vecino, familiares, amigos. Dejar de ser una barrera y pasar a ser un facilitador», advirtió.

«Las barreras más grandes que hay a nivel de la comunidad son las actitudinales»

Sobre las barreras, la funcionaria señaló que «las barreras más grandes que hay a nivel de la comunidad son las actitudinales: estacionar el auto en la rampa, ver a una persona con discapacidad virtual en la vía pública y no preguntar si necesita ayuda. Ver una bicicleta o cualquier otro elemento en medio de la vereda y no moverlo, sin pensar que por ese lugar tiene que pasar alguna persona con discapacidad o una mamá con un carrito o un anciano con un andador. Éstas son prácticas diarias cotidianas importantes.»

Poner el énfasis donde debe ir. Porque el objetivo no es la multa, sino el tomar conciencia de que le dificultamos la vida a otra persona, en todos los ámbitos, pero en discapacidad es fundamental.

«Para el año que viene tenemos proyectado trabajar con empresas y empezar con pasantías y entrenamiento laboral, desde el paradigma que transitamos, que tiene que ver con la inclusión social y los derechos humanos» porque no se trata de «ofrecer un trabajo a alguien porque tiene una discapacidad, sino de dar la posibilidad a alguien que realmente tiene las condiciones para desempeñarse en este puesto», señaló.

Loly añadió que «estamos muy acostumbrados a lo que se llama discriminación positiva, que es otorgar un espacio para que haga una pasantía como un favor a su condicion y la idea no es esa. Debe ser una tarea que puede desempeñar como cualquier otra persona.»

«Podemos necesitar un apoyo. Podemos necesitar un espacio de formación laboral. Podemos necesitar un acompañamiento. Sí, por supuesto. Esto tiene que ver con el ajuste razonable que dice la Convención, pero estamos seguro que lo va a poder desempeñar. Es un trabajo que vamos a hacer durante durante todo el año», indicó.

El Taller Protegido regresó a la calle a vender sus productos

Taller Protegido: salir de la pandemia

«Ha sido un salir de la pandemia. Nos llevó un tiempo acomodarnos a un nuevo funcionamiento de jornada completa, de re acomodarnos a los tiempos de trabajo y retomar lo que hacía dos años no pasaba y después generar nuevas propuestas y espacios de trabajo», dijo Loly.

En cuanto a la propuesta de salida a la comunidad, Iturria sostuvo que «hemos incorporado nuevos chicos que también salen a la calle a hacer venta y manejo del dinero, que son los objetivos que uno persigue cuando salen a ofrecer nuestros ricos productos.»

Desde el deporte, se fortaleció con el aporte del fútbol inclusivo, para el que el área de deporte incorporó un espacio en el trabajamos además en capacitación en golball y en boccia, que son dos deportes que se están llevando a cabo en la comunidad.

«Estamos tratando de reclutar gente Ameghino y tenemos participantes de Chacabuco. Lo que hace el área de inclusión y accesibilidad es acompañar a deportes en esto que llamamos la transversalidad en el trabajo», destacó Iturria.