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martes, 16 abril, 2024

Nicolás Giménez, un apasionado por las palomas

Nicolás Giménez comenzó con la colombofilia, su pasión, allá por el año 1998. Luego de un parate en el año 2002, retomó la actividad en 2013 y desde 2014 compite a nivel nacional.

«La colombofilia es el arte de adiestrar, criar y preparar palomas mensajeras para competencia. Nosotros tenemos un cuadro reproductor que es de donde sacamos las competidoras. De ahí sacamos los pichones y anillamos con un anillo que nos da la Federación Colombófila Argentina con una numeración que va a ser el documento para toda la vida de esa paloma. Actualmente crio entre 240 y 300 pichones porque aparte de mi palomar tengo un socio en Buenos Aires y otro en Casilda y les distribuyo pichones a ellos», explica Nicolás Giménez en diálogo con OVACIÓN.

«Luego pasamos los pichones al volador, que va a ser su casa. Ahí empezamos un entrenamiento a los pichones para que empiecen a entrenarse como atletas. El pichón se adiestra para volver a su casa. Nunca se olvidan. Las palomas más adultas sirven para reproducir», agrega.

«El entrenamiento base es en el palomar. Las largamos a volar y empezamos con un vuelo a voluntad. Cuando la paloma se está poniendo en forma, le vamos agregando minutos hasta llegar a la hora u hora y media, todos los días. Después se la mete al palomar, se le da un baño y se le da de comer», asegura Giménez.

A pesar de ser una actividad completamente amateur, Nicolás les dedica un promedio de 5 horas diarias al cuidado y entrenamiento de sus palomas.

«Generalmente el colombófilo que tiene una paloma buena no la vende. Vende hermanos o hijos, pero la paloma buena no. En cambio en la cuna de la colombofilia, que es Bélgica, ahí es todo profesional. Hay gente que se dedica a carreras de velocidad, otros a fondo, otros a semifondo y cuando tienen un buen desempeño las palomas se venden. El año pasado se vendió una paloma a 1.262.000 euros. Una sola paloma que se llamaba Armando», subraya.

Los colombófilos villeguenses participan de un campeonato local, un intersocial (se compite con palomares de Trenque Lauquen, Pico, Santa Rosa) y los especiales de Federación que son nacionales y corren palomares de todo el país.

«Además, compito en colombódromos que es un palomar comunitario donde los colombófilos de todo el país mandan pichones. He tenido la suerte de salir campeón y subcampeón varias veces en el colombódromo. He ganado la paloma 2018 (en Colombia). El año pasado competí en Portugal. Este año voy a competir por el Campeonato Iberoamericano, que se pospuso por la pandemia pero que se va a hacer en Mar del Plata», afirmó Giménez.

«Todos los campeones de todo el país, los ganadores de especiales nacionales y de colombódromos tienen la posibilidad de sacar pichones y mandar a una preselección para representar al país. Dentro de todos esos pichones se hace una selección: los jurados eligen a las mejores palomas para representar el país. Yo hace 3 años seguidos que soy uno de los elegidos», se enorgullece el villeguense.

¿Cuáles son los factores que inciden en una carrera?

«El nacional se divide en zonas: velocidad, semifondo, fondo y gran fondo. En velocidad entran los palomares de 100 a 200 kilómetros desde donde se larga, en semifondo los de 200 a 400 kilómetros, en fondo los de 400 a 600 kilómetros y en gran fondo los de 600 a 900 kilómetros. Cuando se largan las palomas del camión por ahí la paloma sigue a la bandada hasta que se da cuenta dónde está la ruta. El viento es muy importante en una carrera porque si tenés viento en contra vas a hacer un promedio de vuelo muy bajo. Por ahí en el trayecto del vuelo cambia el viento o el clima. Con viento a favor una paloma puede llegar a volar a 150 kilómetros por hora y con viento en contra vuela a 50 kilómetros por hora y lo hace al ras del piso», relata Giménez.

«Algunas palomas se pierden porque no tienen el sentido de orientación desarrollado. Así es como vas haciendo un filtro en el palomar y te van quedando las palomas buenas», añadió.

Agenda

El campeonato local (que depende de La Pampa) está suspendido por la situación sanitaria de La Pampa.

Todos los cartuchos están puestos en los especiales de Federación: el 11 y el 30 de octubre son las próximas fechas.

Además, está el Campeonato Latinoiberoamericano que consta de tres carreras por suma de tiempo. Participarán palomares de Colombia, Uruguay, Perú y Argentina (los de Europa no se pudieron sumar por la pandemia).