Actualidad entrevistó al infectólogo José María Malvido, quien es jefe de la Unidad de Infectología del Hospital Alberto Balestrini (La Matanza) y jefe de Servicio de Infectología y Control de Infecciones del Sanatorio Clínica Modelo (Morón). Es, además, docente universitario y miembro de la SADI (Sociedad Argentina de Infectología). Él, junto a otros colegas, narra sus crónicas de la pandemia en el Instagram @detrasdelosbarbijos.
En General Villegas el virus se transmitió de una manera exponencial, causando una explosión de casos activos. Pero además, se manifestó de una forma extremadamente violenta (que se ve reflejada en la gran cantidad de fallecidos). Otro factor diferente con respecto a la primera ola es que ahora el virus afecta a otros grupos etarios (de hecho hemos tenido víctimas fatales de poco más de 30 años). Todo esto se condice con lo que está sucediendo a nivel nacional, en las grandes urbes. Es por eso que es válido presuponer que en nuestro distrito circula otra cepa distinta de la original. Consultado acerca de esta posibilidad, el especialista remarcó que para poder determinarlo hay que estudiar genéticamente los casos. Y luego agregó: «Sabemos que tenemos variantes de las diferentes cepas. En principio fue la del Reino Unido. Se trató de frenar los vuelos y cerrar, pero como todo lo que es globalizado es muy difícil poder identificar. Ahora con las variables de Brasil (Manaos y Río de Janeiro), incluso con variables cercanas a Chile y de otros lugares del mundo, tenemos un amplio abanico de circulación de cepas. Sí sabemos que las cepas que circulan tienen dos características: tienen mayor transmisibilidad y afectan a otros grupos etarios. Sí, cepas diferentes tenemos en todos lados y es verdad que tiene mayor virulencia y cambia el grupo etario. Pero en esta segunda ola tenemos todas las patologías desatendidas de la primera ola, los pacientes que durante todo un año estuvieron sin hacer las consultas porque trataban de quedarse en sus casas porque el sistema sanitario estaba abocado solo a COVID. Bueno, ahora tenemos que abocarnos a las dos cosas al mismo tiempo. Todo eso hace una tormenta perfecta».
Diario Actualidad: Si bien vacunarse es muy importante… ¿Puede ser que estas vacunas que hay ahora no sirvan para inmunizar contra las nuevas cepas?
José María Malvido: Es algo muy dinámico, como todo lo que pasó en la pandemia, y lo tenemos que ir analizando en el mismo momento en que vamos tomando las medidas para lo que sí sabemos. Si mientras tenemos incertidumbres no avanzamos con las certezas tenemos la dificultad de que siempre vamos a estar corriendo de atrás. Los cambios de las cepas son pequeños cambios genéticos que el virus va mutando a fin de adaptarse. El virus va modificándose porque necesita de la maquinaria de cada uno de nosotros para reproducirse. Hoy en día la vacuna tiene un impacto importantísimo porque cubre las cepas que originalmente han circulado y, más allá de estas pequeñas variables genéticas, cubre el resto del genoma de estas variables que pueden ser las causantes de estas nuevas corrientes de circulación y de cambio de grupo etario. No se puede afirmar que la vacuna no sirva para esas variables, lo que sí se puede afirmar es que mientras seguimos vacunando se irá analizando. Ya hay vacunas que empiezan a incluir las nuevas cepas en su cobertura. Es muy importante que la comunidad sepa que estamos en una situación tan dinámica que se van tomando las medidas mientras se va estudiando al mismo tiempo. En un año vamos a tener alguna vacuna que pueda incluir las cepas nuevas. Hay que vacunarse para tener anticuerpos ante la mayor circulación y para que nuestra inmunidad genere defensas contra este virus, sea la cepa que fuera. Con el tiempo podremos ver si estas cepas que cubrimos ahora fueron suficientes o si las vacunas empiezan a contemplar las diferentes cepas. Estamos vacunando contra las cepas que tuvieron mayor circulación. Las cepas más novedosas están en estudio, pero de ninguna manera esto anula la necesidad de vacunación.
DA: Siempre la atención se centra en los números: infectados, fallecidos, recuperados, etc. ¿Pero qué sucede después? ¿Qué pasa con los recuperados? ¿Qué efectos secundarios o secuelas se sufren?
JMM: Primero, un paciente qen tener una variabilidad genética con respecto a la previa, entonces sabemos que puede haber reinfecciones. Lo que sí podemos afirmar es que las medidas de cuidado tienen que seguir siendo las mismas; sino hoy la vida se dividiría entre el que tuvo COVID y el que no, y el que tuvo COVID haría una vida normal y la verdad que eso es imposible.
Hay consultorios post-COVID, hay publicaciones que tienen que ver con la primera ola en Europa donde ya se analizaban las secuelas del COVID. Hay muchas cuestiones vinculadas a las secuelas pulmonares, neurovasculares, mucha gente queda con secuelas que no le permiten ejercer normalmente sus actividades. Hay que recurrir a médicos de cabeceras, especialistas, hacer seguimientos. La pandemia es mucho más que un evento que da positivo un hisopado y 10 días de aislamiento. Es seguir cuidándose, es recuperarse de lo que pudo haber dejado como secuela; no solamente desde lo biológico y orgánico, sino también la salud mental. Desde lo orgánico hay todo un episodio de recuperación y hay que mantener los cuidados y las medidas como si uno no hubiera sido COVID. Tenemos que pensar que seguimos estando expuestos a la enfermedad.