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jueves, 28 marzo, 2024

Otra forma de producir es posible: lechuga hidropónica en Piedritas, el emprendimiento de Leticia Chapado y Alexis Gualpa

Leticia Chapado y Alexis Gualpa son una joven pareja de profesionales que vive en Piedritas. Ella es contadora y oriunda de esa localidad, él es de la Provincia de La Pampa y estudió abogacía. Ambos ejercen sus profesiones en sus tiempos libres porque están abocados a la producción de lechuga hidropónica. No vienen de familia de horticultores, pero decidieron vencer los miedos y los prejuicios y emprendieron un negocio muy particular.

En el cultivo hidropónico las plantas nacen en el agua, no en la tierra. Se coloca agua con nutrientes en un tanque y luego ese agua recircula por un sistema de caños que es donde se colocan las plantas. Este tipo de cultivo es sumamente eficiente, ya que en 300 metros se produce lo mismo que se produciría en 1 o 2 hectáreas, la planta crece más rápido y se cultiva antes, no es necesario aplicar pesticidas y se puede producir en cualquier momento del año ya que se hace bajo un invernadero. Además, la calidad del producto es gourmet.

Pero los emprendedores/productores lo explicaron mucho mejor en una nota realizada para el programa radial «DeMentes», que se emite todos los sábados de 8 a 9.30 horas por la FM Villegas (91.5 Mhz).

DeMentes: ¿Cómo surge esto?

Alexis Gualpa: Surge viendo revistas de emprendimientos. Mi hermano trabajó en el INTA y en el CONICET en todo este tipo de producción.

DM: ¿Cuántas horas les lleva este tipo de producción?

Leticia Chapado: Muchas horas. Arrancamos temprano a cosechar, 5 o 6 de la mañana hasta las 10 estamos cosechando. Después empezamos a repartir. Intentamos evitar cosechar a la hora de la siesta porque la planta está más débil, pero si tenemos pedidos lo hacemos. Volvemos a las 17 o 18 y seguimos cosechando para repartir antes que cierren los locales.

DM: ¿Y cómo hacen con sus profesiones?

LC: En el tiempo que nos queda libre nos vamos acomodando para trabajar de la profesión. Si yo estoy más ocupada viene él solo. hay días que vengo yo y él se queda. Lo vamos manejando en base a las exigencias de la profesión de cada uno. Hacemos las dos cosas en paralelo.

DM: ¿Qué expectativas tienen y a qué mercados apuntan?

LC: Somos bastante soñadores. Cada paso que íbamos dando era una emoción: sembrar, ver el plantín, que crezca, empezar a cosechar… Cada paso que íbamos dando fue fuerte. Tuvimos millones de errores, pero es cuestión de intentarlo y mejorarlo. Nuestra idea es poder poner toda la producción en el mercado y una vez que tengamos todo abastecido seguir creciendo. Nuestro mercado es Piedritas, Bunge y un poco Villegas. Arrancamos hace poco a vender en Villegas.

DM: ¿Y por qué trabajar así y no en la tierra?

AG: Nosotros tenemos unos 300 metros cuadrados, que si lo comparamos con el cultivo de lechuga en tierra sería el equivalente a 1 o 2 hectáreas. O sea lo que se produce en 1 o 2 hectáreas en tierra nosotros lo hacemos en 300 metros cuadrados. Por metro cuadrado llegamos a quintuplicar la producción. Es mucho más eficiente: nace más rápido, crece más rápido, no tenemos problemas de enfermedades porque al estar en el agua es un sustrato inerte, es decir que no está en relación con la tierra, con algo orgánico, por lo cual no tiene las enfermedades que tienen las plantas en tierra. Eso hace que no tengamos que colocarle ningún pesticida. Es agroecológico.

DM: ¿Y el gusto de la lechuga es el mismo?

AG: Dicen que es mucho mejor el sabor, como más crocante la lechuga. Nuestro producto es un producto de calidad premium.

DM: ¿Se le colocan nutrientes a las plantas?

AG: En el tanque se inyecta agua a todo el invernadero a través de los caños. En ese tanque colocamos nutrientes, que son los mismos que la lechuga utiliza en tierra. Lo que utiliza en tierra nosotros se lo damos de manera artificial. Le damos la receta justa, la comida justa, ni más ni menos.

DM: ¿Es más rentable?

LC: La rentabilidad de los dos es buena. La diferencia que tiene esto es que lleva más inversión, pero sacas más cantidad por la eficiencia. Desde que ponemos la semilla hasta que cosechamos pasan 6 semanas y en tierra 3 meses.

AG: Nosotros estamos bajo invernadero y eso implica que podemos sembrar todo el año. En cambio en tierra solamente en primavera o invierno, en verano se complica.

DM: ¿Los sueños siguen intactos o se agigantaron?

LC: Cada vez más agigantados. Tuvimos mucho apoyo de la familia. Hay días que te caes por una mala noticia, pero es cuestión de seguir adelante y seguir estudiando.