La kinesióloga, creadora de «Creciendo en red» al que Aderid pertenece, sostuvo que «cada niño, cada adolescente es único, como todos, porque así somos los seres humanos. Esto no es algo que esté relacionado con la discapacidad, así somos las personas».
Patricia Medina es kinesióloga, terapista física y entrenadora del concepto de neurodesarrollo Bobath. Una persona con amplia experiencia en la atención de niños con discapacidad. Ha investigado durante muchos años sobre el daño cerebral en niños, sus desafíos y dificultades; y trabaja para que esos niños sean funcionales en la vida y puedan ser incluidos en la comunidad.
Creó «Creciendo en Red», tomando como modelo los Grupo CREA, y desde esa mirada hizo que los Centros de Rehabilitación hayan crecido y se hayan desarrollado como red.
¿De qué se trata «Creciendo en red»?
Es algo que surgió en el año 2009. Es una creación de equipo, de algunas amigas que nos juntamos en ese momento, personas que viven en distintos lugares de la provincia de Buenos Aires, que trabajan con niños o adolescentes con discapacidades; y nos juntamos para ver qué podíamos hacer pensando juntas algunas ideas hacia diferentes tipos de objetivos y encontrar soluciones a problemas que son comunes, relacionados a las potencialidades y las problemáticas de las personas con discapacidad. «Creciendo en red» toma la filosofía de los grupo CREA. Mucho mejor que una cabeza pensando, son muchas cabezas pensando, potenciar ideas y encontrar soluciones. Ese es el espíritu con el que iniciamos en el año 2009 y que nuclea a Centros de Rehabilitación de Chivilcoy, Junín, Lincoln, General Villegas, 9 de Julio, 25 de Mayo y Bragado. Este es un trabajo de mucho tiempo para poder definir hacia dónde íbamos, por qué nos juntábamos, qué cosas queríamos, los objetivos. Así surgió la misión de «Creciendo en red» y también las líneas estratégicas que han direccionado de algún modo nuestro hacer, a lo largo de todos estos años.
Aderid es parte de «Creciendo en red». ¿Cómo es una jornada de trabajo cuando se reúnen?
Nosotros estipulamos al final de cada año una agenda de trabajo, donde quedan establecidos los días y lugares; y los objetivos de esos encuentros, que tienen como una hoja de ruta. Por supuesto en la pandemia los fuimos haciendo de manera virtual. La parte esencial está relacionada con la formación. El Centro anfitrión plantea un problema y pensamos juntos. Luego está lo que denominamos ‘ronda de novedades’. Nosotros nos juntamos cada dos meses a lo largo del año, entonces cada uno de los Centros cuenta qué es lo que ha ocurrido en ese tiempo, tanto las potencialidades como las dificultades; y lo ponemos a consideración. Luego, siempre terminamos con ‘qué nos llevamos de esta reunión’. Esto es básicamente el encuentro. Tiene una parte de formación concreta, que puede estar relacionada con cuestiones de la comunidad o más conceptuales, con la presentación de un caso clínico o problema… Es decir, es enorme el paragüas de lo que se puede elegir. Y en esos dos meses hasta el próximo encuentro, nos vamos ayudando. O simplemente compartimos ideas. En ese sentido, tenemos un chat que es muy vivo y permanentemente estamos interactuando. Siempre estamos manteniendo ejes de acción a lo largo del año.
¿Cuáles son las necesidades o inconvenientes más comunes de los Centros que forman parte de «Creciendo en red»?
Lo que más surge son cuestiones de tipo burocráticas. Básicamente en referencia a cómo es el desempeño de las obras sociales, respecto de la problemática de las personas con discapacidad. Normalmente se plantean estas cuestiones y tratamos de ver si hay cosas que podemos realmente resolver cuando somos muchos; y otras cosas quedan muy individualizadas en relación a los Centros. Las dificultades muchas veces están relacionadas con eso. A mí me gusta mucho hablar de las potencialidades, de las cosas que se pueden hacer, las alianzas de los Centros de Rehabilitación con diferentes protagonistas de la comunidad. Aderid es un enorme ejemplo de eso, para poder dar lugar, visibilidad, oportunidades, a las personas con discapacidad y sus familias. Cómo se van integrando, incluyendo en la comunidad. Consideramos que esa es la esencia. Ese es un aspecto que tratamos de potenciar. El otro tema que vamos advirtiendo es cómo se va integrando la persona con discapacidad en relación a la escolaridad. Entonces aparecen potencialidades y también dificultades. Es muy importante el concepto de interdisciplinario, no solamente relacionado a las diferentes áreas de un Centro (fonoaudiología, kinesiología, terapia física, psicología, psicopedagogía, musicoterapia, etc.), sino todo lo que está relacionado por fuera del centro. Es decir, cuál es la comunicación con las comunidades educativas o lo relacionado a las salidas laborales. Se necesita establecer muchos diálogos y encuentros. Hay que mirar el modo en que ese niño pueda aprender. Es el gran desafío cuando hablamos de inclusión e integración. Entonces es necesario tener recursos humanos y apostar realmente al trabajo en equipo.
Se han ido logrando muchas cosas, pero todavía queda mucho por hacer.
Siempre es así, porque todo es dinámico. Son situaciones de aprendizaje. Lo que nosotros vamos compartiendo en «Creciendo en red» es cómo se agudiza la mirada. Cuando hablamos de inclusión significa que hay que mirar distinto. Cada niño, cada adolescente es único, como todos, así somos los seres humanos. Esto no es algo que esté relacionado con la discapacidad, así somos las personas. Esa mirada es necesario agudizar, pero en equipo y no solamente relacionada con un Centro de Rehabilitación. Éste está dentro de una comunidad donde hay muchos actores que tienen, desde diferentes funciones, la posibilidad de ir otorgando oportunidades. Y cuando hablamos de personas con discapacidad siempre hablamos de familias, en un ambiente específico. Por eso es una mirada profundamente interdisciplinaria.
Y «Creciendo en red», que es parte de esta historia, para compartir, intercambiar información y formación, apoyarse en otros e ir encontrando soluciones.
Exacto, porque nosotros nos nutrimos de esto, de las reuniones y de los intercambios. Ese es el espíritu. Todo esto de lo que hemos hablado, son preguntas que nos hacemos, reflexiones, tratando de llegar a ideas que después puedan ser acciones. Hemos aprendido y compartido mucho en todo lo que hace referencia a la formación. Los Centros tienen posturas establecidas y eso los atraviesa, cómo interactuamos con la comunidad, que tiene características propias en cada lugar. Y esto es un trabajo. Nosotros nos nutrimos de todo eso.
