“PRODUCTOS PROHIBIDOS EN EL CAMPO SE SIGUEN UTILIZANDO COMO PIOJICIDAS EN LA CABEZA DE LOS CHICOS”

El doctor Fernando Manera es un bioquímico egresado de la Universidad Nacional de Córdoba que estudia todo tipo de químicos de uso cotidiano desde hace décadas.

“Nosotros estamos en contacto con 135 mil químicos distintos, y con muchos de ellos a diario. Del 100% de las intoxicaciones, un 30% es con medicamentos. Si contamos al resto (70%) y lo llevamos a un 100%, el 40% es con productos de uso hogareño y un 20% con plaguicidas del hogar (contra mosquitos, cucarachas, etc). El 40% restante es producto de diversos factores y solo 2% es con productos plaguicidas de uso agrícola. Y de el total de estas últimas, el 90% ocurre en las ciudades. Son estadísticas”, reveló el experto en Bichos de Campo.

Para Manera, existe entonces una gran hipocresía en el ataque a las prácticas agropecuarias y a los productores, a quienes muchos tratan como si fueran envenenadores seriales. “En el campo tenemos buenas prácticas, por lo menos se hace bien eso acá en Córdoba, pero no tenemos buenas prácticas en el hogar. Falta mucha educación, nadie sabe como tiene que tirar un insecticida en una habitación y hay mucha gente que los consume a diario”, comentó el especialista.

“Un producto con el que me metí a fondo fue el Lindano, un hexaclorociclohexano, el único que la agencia internacional del cáncer lo considera cancerígeno sí o sí. Bueno, había 12 leyes que lo prohibían en el campo y sin embargo se seguía utilizando como piojicida en la cabeza de los chicos. Una locura”, indicó Manera a modo de ejemplo. “A partir de esto presenté todas las evidencias y en 2011 se terminó prohibiendo”, destacó.

“Lo mismo con el malathion y mercatation, prohibido en el campo, un organofosforado neurotóxico. Y sin embargo estaba en la cabeza de los chicos contra los piojos. Y ni hablar de todas las ‘trinas’, cipermetrinas que encima se usan al 5% en el hogar, cuando en el campo se aplican al 0,1 – 0,5 %”, argumentó Manera.

El especialista en químicos no ve tanta mala fe en este ataque al campo sino que cree que la gente está desinformada. “Mismo la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos) se sorprendió con lo del Lindano. Lo desconocía”, recordó.

“A la gente no se la educa bien y encima la propaganda de la televisión es terrible. Matando a los mosquitos como monstruos. O la cantidad de las publicidades que inducen al autoconsumo de medicamentos. Eso hace muy mal”, sostuvo Manera.

En ese sentido, el profesional y divulgador explicó que “toda molécula química fue creada con un fin, pero si se usa mal se convierte en un tóxico. Por eso a los medicamentos debe recetarlos un doctor y a las recetas de agroquímicos, un agrónomo”, enseñó.

Manera añadió que hay mucha información sobre las probabilidades de contraer cáncer por uso de sustancias hogareñas, que está documentado por la Universidad de Harvard. Pero se quejó: “pasa que después Johnson & Johnson te muestran toda esa onda de empresa familiar” y entonces muchos productos peligrosos pierden esa calificación.

En cuanto el glifosato, que es el herbicida más utilizado en el país, Fernando identificó con claridad que corresponde a la categoría menos tóxica, la 4 o “banda verde”. En cuanto al cáncer, su calificación es “2A”, que significa que hay cierta probabilidad.

Pero siempre, a juicio del especialista, hay dosis de desinformación bastantes tóxicas para el debate. “Fijate que entre los países que lideran la lista de casos de cáncer están Dinamarca y Noruega, que son dos países donde casi no se hace agricultura”, ironizó. (Bichos de Campo)